Ese cosquilleo

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   Encontrarme en aquella situación se sentía incómodo y extraño. ¿Qué se suponía que debía decir en momentos como éste? La vida no me había preparado para esto. Normalmente, soy franco y digo la verdad. ¡Pero no puedo decirle la verdad tan seca a él! ¡Ni siquiera estaba seguro de si lo entendería! Sea lo que sea, rápidamente, al salir de mi parálisis, solté la mano de Soon Young. Pero no podía quedarme callado en aquel momento, él acababa de saludarme. Podía empezar por eso.
—Hola... —intenté que mi voz no me delatara mucho, pero aún así lo hizo—. ¿Nos permites un momento...? —le pregunté, incomodo, a Soon Young.
—Sí, claro. Te espero en el auto —dijo, dirigiéndose a la salida.
—¿Estás bien? Estás todo despeinado —observó Chan, confundido.
—¡Sí! Sí, estoy bien —dije, acomodando lo mejor que pude mi cabello—. Por cierto, hoy llegaste más tarde —comenté, intrigado, cambiando de tema.
—Sí, perdí el autobús que siempre tomo, por lo que tuve que tomar el siguiente —dijo, algo apenado—. Por eso ahora debo ir a limpiar las salas. Éstas son las consecuencias por llegar tarde.
—Ahh... —pobre chico, y yo que me quejé.
—Me gustaría seguir hablando contigo, pero creo que debo ir a seguir con mi trabajo —dijo, pero lo detuve.
—Oye, ¿qué tal si intercambiamos números y así podemos seguir hablando luego? —pregunté, nervioso por su respuesta.
—Está bien, hagámoslo —contestó, sonriendo.
   Sacó su celular de su bolsillo y yo hice lo mismo con el mío, los intercambiamos y agregamos nuestros contactos en ellos. Luego de devolverlos, Chan me sonrió y, apurado, se dirigió a seguir con su trabajo, no sin antes saludarme cariñosamente, provocando que me pusiera en modo estúpido. 
   Al llegar a casa me dejé caer en la cama, feliz, mientras observaba su número en mi celular, con ganas de marcarle. Estaba muy emocionado y sentía cosquilleos en mi estómago y aquello me encantaba. Claramente quería seguir sintiéndolo, para siempre. Todo eso hacía que una vocecita autoritaria resonara en mi cabeza, y lo único que repetía era: "Tienes que verlo de nuevo, pronto".
   Si lo único que lograba que sintiera ese cosquilleo en mi vientre, y no me refiero a ese que sientes cuando estás a punto de llegar a un orgasmo, estoy hablando de otro, era Chan, entonces, sabía que debía seguir viéndolo. Así lograría seguir sintiéndome así; sintiéndome bien. De pronto, mi celular sonó al llegarle una notificación y yo me sobresalté. Revisé la pantalla para ver quién era y mi corazón dio un vuelco. No podía creer lo que estaba viendo y ni siquiera estaba seguro de sí lo que veía era real. Pero sí lo era.
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Nuevo Mensaje
Chan: Hola.
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   Con mi corazón prácticamente en mi boca, abrí el mensaje, dispuesto a contestar.
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-Hola, cariño.

-Chan: Terminé mi turno y volví a casa, ya podemos hablar tranquilamente.

-¿Terminaste tan temprano?

-Chan: No es temprano, ya son más de las 10:00 P. M.
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   Sorprendido, revisé la hora y Chan tenía razón. Yo creía que eran eso de las 08:00 P. M., pero resulta que estaba equivocado. Creo que debería controlar más el tiempo de nuestras sesiones de besos con Soon Young. Él es muy bueno besando, y no sólo en eso, tener algo con un bailarín tiene sus grandes ventajas; ellos sí que saben cómo moverse. Pero, el punto es que siempre me dejo llevar porque me gusta estar con él. Habíamos llegado a casa a las 08:00 P. M. y yo recién me acaba de acostar en mi cama. Estaba en shock, pero al mismo tiempo reía como un tonto al darme cuenta de todos los besos que nos debimos haber dado como para tardar dos horas. La verdad, era que no quería bajar de su auto y él no quería que bajase, pero aún así tuve que hacerlo.
   Ahora estaba pensando en qué excusa pondría para volver a ir mañana al cine y con quién iría. No podría volver a ir con Soon Young, eso se vería extraño o tal vez parezcamos ser pareja. Claramente, tampoco iría sólo, eso se vería aún más extraño, algo así como "el chico solitario de la sala que aún no supera una ruptura, no tiene amigos y va solo al cine para ahogar sus penas en algo que no es alcohol". Entonces, debía pensar en otra opción.
Revisé mis contactos en busca de la mejor compañía que pudiera encontrar, pero de pronto recordé mi decepción de hoy al no ver a Chan en el mostrador. Debe haber días en lo que no trabaje, estoy seguro de eso. Debía averiguarlo, lo más disimuladamente posible, para no llevarme ninguna sorpresa. Pero, cuando lo hice, no recibí respuesta. Ya era tarde, me había tomado mi tiempo en volver a escribir. Por lo que simplemente me quedé mirando a la pantalla, rogando por volver a verlo al día siguiente.
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- Oh, tienes razón por la hora. Tal vez mañana nos volvamos a ver, estaba pensando en ver otra película.
22:57 P. M.

- ¿Chan?
23:01 P. M.

- ¿Aún estás allí? Seguro te quedaste dormido, ¿verdad?
23:02 P. M.

- Dulces sueños.
23:10 P. M.
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Hello, Sweetie • [JuNo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora