Amigos y algo más

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   Me dejé caer sobre mi cama, en la soledad de mi habitación, totalmente agotado y confundido. El día había resultado ser incluso más agitado de lo que había esperado, pero no en el buen sentido que creía...
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*Flashback*

   "Estoy enamorado de ti". Aquellas palabras me habían tomado por sorpresa. Claro que Jeong Han me había advertido de esto, y ahora que pasó, me arrepiento de no haberlo escuchado, pero es que Chan se me hace tan irresistible que jamás podría rechazar cualquier cosa que venga de él, mucho menos su amor, pero no quería corresponderlo, ni el de él ni el de nadie.
   Me había quedado embobado mirándolo, sin saber qué decir o cómo actuar. Torpemente me incorporé, a la vez que aclaraba mi garganta, intentando pensar una respuesta no dolorosa y comprensible para su joven e inexperta cabecita.
—Chanie... —tomé dulcemente sus manos—, creo que ya es momento de que sea sincero contigo —comencé, con su mirada atenta sobre mí—. Verás..., yo no busco tener novio, ni enamorarme. Pero eso no quiere decir que no quiera nada contigo, todo lo contrario, sólo que esperaba que no sea nada serio, ¿entiendes...?
   Él asintió, aún en silencio, aunque no se veía tan seguro.
—Entonces..., ¿qué se supone que seremos? —preguntó, luego de unos minutos.
—Podemos ser amigos... muy cercanos —dije—, de esos que se besan, y se dan caricias..., y tienen sexo —agregué.
—Pero..., tú sí me quieres, ¿verdad? —me preguntó, algo triste.
—¡Claro que sí! —exclamé, tomándolo ahora de sus brazos, los cuales se sentían bastante duros y bien formados; me sentí bastante pervertido por pensar en ello incluso en un momento así—, y no sabes cuánto. Es sólo que no quiero que sea algo demasiado serio y aburrido, ¿sabes? Podemos divertirnos como amigos, y podemos besarnos, tienes permiso a tocarme y besarme donde más te guste; no te daré muchas restricciones. Sólo que no quiero celos, o engaños, o decepciones, o personas autoritarias en mi vida, claro, además de mi jefe en mi trabajo, eso es inevitable.
—Está... bien, eso creo —dijo, no tan seguro, luego de un silencio algo largo.
—Bien... —dije, sólo un poco mas aliviado.
   Lentamente me fui acercando a él, con la intensión de besarlo, y alivianar el ambiente, pero, cuando estuve a punto de llegar a él, se alejó de mí.
—Yo... necesito pensarlo —dijo, levantándose del sofá y recogiendo sus cosas—. Ya sé cómo salir —fue lo último que dijo antes de que lo viera desaparecer a través de la puerta.

*Fin del Flashback*
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*narra Chan*

   Acababa de escapar, estando en medio de algo, de la casa del chico del que estoy enamorado por segunda vez desde que nos conocimos y me sentía un completo idiota. Miré la hora y era muy tarde, sin contar que le había dicho a mi madre que pasaría la noche en la casa de Seung Kwan, cosa que era mentira, ya que Seung Kwan mismo me había dicho que seguramente terminaría cansado y no querría irme y terminaría pasando la noche en la casa de Jun, aunque no fue así, ya que me había ido de su casa y seguía siendo virgen, pero debía dejar de lado la realidad que Seung Kwan había metido en mi cabeza y centrarme en la verdadera; no podía volver a casa y debía ir verdaderamente a la casa de mi amigo.
Tomé un autobús y me dirigí a su casa, mientras pensaba en lo que acababa de pasar. Me sentía totalmente decepcionado. Era consciente de que la idea que tenía sobre lo que iba a pasar esta noche era muy de color rosa y demasiado perfecta: yo diciéndole que lo amaba, él diciendo que también me amaba, nosotros besándonos y bueno... lo siguiente. Pero, en cambio, todo resultó un completo desastre. Aunque, podría ser peor. Él dijo que yo le gustaba, sólo que no estaba enamorado de mí, pero nunca dijo que eso no podría pasar.
Entonces, un plan malvado vino a mi mente: yo aceptaría ser su amigo y algo más, no mencionaría este tema y haría como si nada, pero, lo trataría con tanto amor y cariño, y le haría tantos detalles, demostrándole cómo sería si fuésemos novios, que se terminaría enamorando de mí. Con tiempo y paciencia, lo lograría; estaba seguro de que funcionaría.
Estuve tanto tiempo distraído, pensando, que casi me paso del lugar donde debía bajar. Caminé hasta la casa de Seung Kwan y toqué a su puerta.
—¿¡Quién demonios es a está hora!? —se escuchó el grito desde dentro—. ¿Chan...? —preguntó Seung Kwan, confundido, al darse cuenta de que era yo luego de abrir la puerta—. ¿No deberías estar teniendo sexo en este preciso momento?
—¿Puedo dormir aquí esta noche? —pregunté, y él no contestó, sólo hizo un gesto para que pasase.
—¿Ahora qué pasó? —preguntó, sentándose a mi lado, una vez estuvimos adentro.
—No salió como esperaba... —contesté, algo triste.
—Sí, de eso me di cuenta, ya que estás sentando sin ningún problema, molestia o dolor y, para empezar, estás aquí —dijo, como una obviedad.
—Le dije que lo amaba —solté, sin más.
—Mierda —maldijo por lo bajo—. ¿Qué contestó?
—Dijo que no quería nada serio con nadie, pero también dijo que le gustaba y que le gustaría que podamos ser amigos y... algo más —contesté, algo sonrojado.
—Bueno, no está tan mal... —evaluó la situación para sí mismo—. ¿Y tú qué le dijiste? —volvió a preguntar
—Que estaba bien, pero necesitaba pensarlo —dije.
—Tú realmente quieres salir con él, ¿verdad? —preguntó Seung Kwan, compasivo.
   Yo me limité a asentir y él suspiró.
—¿Qué planeas hacer? —preguntó, esta vez con un tono de apoyo.
—Enamorarlo —contesté, seguro y confiado.
—¿Y cómo planeas hacerlo exactamente...? —Seung Kwan me miró, algo dudativo.
—De la manera que yo solo sé hacer...

Hello, Sweetie • [JuNo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora