Plegarias escuchadas

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   Mi mañana había comenzado de forma algo aburrida. Mucho trabajo, día monótono y ningún mensaje nuevo. Fue así hasta que recibí el mensaje que esperaba. "Lo siento, estaba muy cansado y me quedé dormido. Si vienes al cine, nos vemos más tarde." decía. Gracias a Dios, mis plegarias habían sido escuchadas. Aquellas palabras me habían dado ánimos para terminar con todo el trabajo rápidamente y volver a casa con una sonrisa para prepararme.
   Ésta vez no había tardado mucho, por lo que me senté en el sofá a esperar pacientemente al chico que había llamado. Hoy no tenía muchas ganas de hacer cosas... ¿cómo decirlo...? "atrevidas" en lugares públicos, así que invité a Won Woo. Él era un chico muy dulce y sí habíamos tenido nuestros muchos momentos en la cama, pero no fuera de allí. Estando fuera de casa él es más del tipo tomarse de las manos o darse besitos cortos;  nada fuera de eso. Y, sinceramente, no me disgustaba. Tenía que admitir que, aunque no las quisiera en mi vida, de vez en cuando me gustaban ese tipo de cosas románticas, aunque sea sólo por un momento.
   El timbre de mi departamento sonó, tomé mis cosas y salí a nuestro encuentro. Cuando llegamos al cine, sin hacer mucho esfuerzo, pude ver claramente cómo Chan sonreía amablemente a las personas. Sin darme cuenta, comencé a sonreír también, inconscientemente. Claramente, hice lo mismo que la vez pasada. Le dije a Won Woo que vaya a comprar las entradas y yo compraría la comida así "ganaríamos tiempo".
   Felizmente me acerqué al puesto donde trabajaban mis amigos, parándome justo enfrente de Chan, con una gran sonrisa.
—Hola —dijo él, sonriendo a mi par.
—Hola, ¿descansaste bien? —pregunté.
—Sí, de verdad siento haberme dormido mientras hablábamos —dijo, rascando su nuca.
—Está bien, no te preocupes —lo calmé—. Dame lo de siempre —cambié de tema.
—¿Qué? —preguntó, confundido.
—Las palomitas y las gomitas —aclaré.
—¡Ah! Sí... —contestó, reaccionando, una vez se dio cuenta de lo que le hablaba.
   Se dio la vuelta y yo lo observé mientras hacía su trabajo. Era tan lindo que realmente se me dificultaba despegar mi vista de él. El tan sólo hecho de mirarlo era hipnotizante; todo su cuerpo parecía una obra de arte. Con las cosas en sus manos, se volteó hacia mí y me miró, algo nervioso.
—Oye..., a ti te gusta mucho el cine, ¿verdad? —preguntó tímidamente.
—Sí, ¿por qué? —contesté, sonriendo por lo lindo que se veía cuando era tímido.
—Bueno..., verás. Hay una película que están por quitar de la cartelera y yo tenía muchísimas ganas de verla, pero no pude, porque, cuando les dije a mis dos amigos, ellos se negaron, ya que son pareja y sólo quieren ver películas románticas, bueno, uno de ellos sólo quiere ver películas románticas y el otro hace lo que él hace, así que... no tengo con quién ir y no quiero ir solo. Y... me preguntaba si... quisieras ir a verla conmigo —dijo, finalmente.
Aquellas palabras me habían golpeado como un flechazo al corazón. Había sido tan tierno y al decirlo se veía tan nervioso que me estaba derritiendo lentamente mientras lo escuchaba. Mis plegarias no sólo habían sido escuchadas; habían venido con regalo incluido. Claramente, yo sólo tenía una sola respuesta a aquella pregunta.
—Sí —contesté, con una gran sonrisa.
—¡Genial! —dijo él.
Entonces, me di cuenta de que era el momento perfecto, era mi momento.
—¿Qué días tienes libres? —pregunté, muy disimuladamente y acorde a la conversación que estábamos teniendo.
—Oh, sí —dijo él—. Pues... los días jueves y domingos no trabajo, así que podríamos ir éste jueves —propuso.
—¡Claro! ¿Por qué no? —contesté rápidamente y él me sonrió.
Internamente, estaba desesperado por aquello y estoy seguro de que se debía notar, pero no me importaba.
—¿Nos encontramos aquí a las 06:00 P. M.? —dijo, aún sonriendo.
—De acuerdo —contesté, embobado, hasta que una mano sobre mi hombro reventó la burbuja color de rosa en la que estaba.
Al darme la vuelta, vi a Won Woo parado detrás mío, con las entradas en la mano y mirándome. En ese momento, me di cuenta de que tenía que pagarle y eso hice. Volví a voltearme hacia Chan y pagué por las cosas, intentando no parecer muy obvio respecto a mis sentimientos.
—El jueves, aquí, a las 06:00 P. M., no lo olvides —dijo él, antes de saludarnos y que yo tuviese que irme, cuando no quería hacer eso.
Aún así vimos la película como habíamos acordado con Won Woo. Yo me acurruqué en su pecho y entrelacé los dedos de nuestras manos mientras veíamos la película. Me sentía algo culpable al estar así con él y estar pensando en Chan. Ese maldito niño me tenía babeando justo en sus pies. Y, aún así, me encantaba. Me sentía como en una nube. No podía creer que él acabase de invitarme a ver una película.
No podía parar de imaginarme situaciones, obviamente imposibles, con él y ya me estaba preocupando sobre qué me iba a poner. Estaba algo inseguro y, al mismo tiempo, mi seguridad cruzaba los límites de la habitual. No sabía cómo me sentía; tal vez me sentía extraño. Pero, lo que sí sabía, era que no iba a desperdiciar ésta oportunidad. Todo lo contrario, la iba a aprovechar al máximo.
Cuando salimos de la película, saludé desde lejos a Chan y él hizo lo mismo conmigo. Sentía que la confianza entre nosotros iba aumentando de forma rápida y me daba aún más seguridad. Confiar en alguien se sentía tan bien, y en especial cuando ese alguien te atrae.
Al llegar a casa me dejé caer bruscamente sobre el sofá. Últimamente estuve llegando muy cansado y ni siquiera había tenido sexo. Lo único que había hecho fue darle su muy merecida sesión de besos a Won Woo en su auto. Pero sólo eso. Lo más probable era que pensar tanto en el novato me estaba agotando mentalmente y por ello debía descansar. En realidad, últimamente él estaba acaparando mis pensamientos. Incluso, acaparaba mi soledad en casa con sus mensajes inesperados. Y no me podía quejar de ello.

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-Chan: Aún recuerdas mi invitación, ¿cierto?
20:45 P. M.

-Claro que aún lo hago, tontín. ¿Tan emocionado estás por ir al cine conmigo?
20:46 P. M.

-Chan: La verdad, sí. Mis amigos siempre se olvidan cuando los invito a hacer algo o llegan tarde. Siempre termino plantado. No quiero que tú también lo hagas. Tú eres mi único amigo disponible.
20:48 P. M.

-Yo no soy como tus otros amigos.
20:53 P. M.
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Hello, Sweetie • [JuNo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora