Capítulo 24: Promesas, y confesiones.

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Tyson.

Sábado, 23 de Abril de 2016.

Cuando terminé de limpiar la sangre y los restos de la puta, subí con Lucas para tomar un baño. Ambos tomamos una ducha rápida, ya que teníamos trabajo que hacer. Lucas me había demostrado que era alguien en quien podía confiar, y lo pondría a prueba ahora.

Le había dicho a Lucas que me acompañaría al bosque a ocultar el cadáver de la puta. Si, eso significaba que él tendría que salir de casa conmigo. Estaba un poco nervioso, ya que Lucas había aparecido en las noticias y había sido de alcance nacional. Todos debían saber que él estaba desaparecido, pero, por suerte ya Lucas había estado quedando en el olvido. Además, aún era de noche, nadie iba a vernos.

Me miré por última vez en el espejo de mi habitación, y me puse una de mis gorras antes de salir y dejar a Lucas solo ahí. Él se estaba vistiendo sobre la cama con las prendas que le había quitado cuando llegó aquí. Se estaba poniendo sus antiguas prendas, y le sorprendió que no le hubiera pedido que se vistiera como mujer. Incluso, a mi también me sorprendió que no le hubiera pedido eso. Pero, ya no quería que Lucas se pareciera a mi madre. Ya no quería pensar en ella.

Bajé al sótano nuevamente, y me detuve frente a la enorme bolsa negra en la que había metido el cadáver de la puta. Entonces sin titubear, tomé el cuerpo entre mis fuertes brazos y lo cargué escaleras arriba. Era difícil cargar con el peso de un cadáver, pero era un precio que valía la pena pagar con tal de librar a la sociedad de esas malditas zorras. Ahora ya había una menos en el mundo. Sabía que llegarían más como ella a mi vida, porque era un ciclo sin fin. Pero, estaría dispuesto a terminar con miles de ese tipo de mujeres despreciables y asquerosas.

Cuando llevé el cuerpo arriba, lo dejé frente a la entrada, y volví a subir a mi habitación para buscar a Lucas. Él se había estado calzando sus zapatos deportivos cuando entré, y me miró con una tímida sonrisa cuando terminó. La manera como estaba vestido me hizo recordar a cuando lo traje a casa aquella noche en la que él me había ido a acosar al bosque cuando maté a esa zorra de Juliet Maxell, ya que obvio era la misma ropa que tenía. Además, también recordé cuando él me solía acosar, siguiéndome a todos lados y observándome desde las sombras. Siempre me di cuenta de eso, pero fingía que no lo notaba.

- ¿Estás listo?- Pregunté con una sonrisa, recargando mi cuerpo del marco de la puerta-.

Lucas se sonrojó un poco ante mi encantadora sonrisa, y asintió con aquella sumisión que solía tener.

- Ya vamos a ocultar a esa zorra, Tyson- Contestó con una tímida sonrisa, mirando fijamente sus zapatos con una mirada pasiva y calmada-.

No seguí perdiendo el tiempo, y me acerqué a él para tomarlo entre mis fuertes brazos como a una princesa, y cargarlo hasta abajo. Él como siempre se aferró a mi pecho, y olfateó mi ropa y mi cuello como si fuera un bonito perrito. Me daba cosquillas cuando hacía eso, y me gustaba mucho.

Cuando estuvimos frente a la entrada, lo senté sobre su silla de ruedas. La había dejado para Lucas frente a la puerta, mucho antes de que dejara el cuerpo de la zorra.

Noté que Lucas comenzó a jugar nerviosamente con sus dedos, y como una gota de sudor cayó por su pálida frente.

- ¿Qué sucede?- Ladee la cabeza, y me puse de cuclillas frente a él para mirarlo a la cara-. ¿Estás asustado por algo?

Él no me miró a los ojos, y se mordió el labio.

- T-Tengo miedo...- Respondió con voz baja y nerviosa, sin parar de jugar con sus dedos-. 

- ¿Por qué? Yo estaré contigo, Lucas- Lo animé dulcemente, y él se dignó a mirarme a los ojos.

Entonces, me quede lívido cuando noté que él estaba a punto de llorar, y me sentí muy extraño cuando lo noté vulnerable. ¿Por qué Lucas me hacía sentir así? No quería sentirme débil.

Crush ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora