Crush ©

Capítulo 26: Adrenalina.

Tyson.

Sábado, 27 de Septiembre de 2014.
Pasado.

Un año. Había pasado un año desde que todo había mejorado bastante en casa. Ya no tenía que vivir con miedo, como cuando era un niño. Ahora vivía feliz con mi madre. Ella me amaba. Ella me respetaba. Ella me cuidaba. A cambio de que también le correspondiera al amor que sentía por mi, cosa que siempre había llegado a hacer, ya que mi madre no era la única entre los dos que sentía ese sentimiento.

Ella también me gustaba. 

Sentía que estaba enamorado de mi madre.

Era por la noche, y mamá había salido a comprar un pastel para la cena especial que tendríamos hoy. Pero, yo sabía mejor que nadie que no solo iría a comprar un pastel, si no también traería a una de esas malditas putas a casa. Para que ambos la asesináramos como siempre solíamos hacer. Era divertido hacer eso, y que luego cogiéramos duro en el sofá o en su habitación.

Estaba feliz por la cena de hoy, ya que era especial. La había estado planeando desde hace semanas para decirle a mamá que le quería proponer matrimonio y que quería que viviéramos juntos como marido y mujer. Ya lo había decidido y quería pasar toda mi vida con mi madre, viviendo junto a ella como una real pareja de casados. Ella me amaba, y yo también. Fue por eso que sentí que era el momento de expresarle esa idea.

Me encontraba acomodando el comedor para servir la cena, y esperar a mamá en ella como todo un caballero. Estaba nervioso, pero aún así muy emocionado por pedirle matrimonio a mi hermosa madre. Las manos me temblaban un poco, y había una torpe sonrisa en mis labios. Entonces cuando terminé de acomodar los platos, los vasos y las sillas, volví a la cocina para buscar la comida. Escuchando en ese momento la llegada de un auto que se paraba frente a la casa. Seguramente era mi madre, ya había llegado finalmente a casa.

Por eso quise ir primero a la entrada para recibir a mamá con un beso, abandonando la comida que había preparado sobre la encimera de la cocina. Salí casi que corriendo torpemente por el pasillo, y me paré jadeando de los nervios frente a la puerta. Sentía como el corazón se me aceleraba y como tenía un rubor en mis mejillas. Estaba ansioso por ver a mi mujer. Las manos me temblaban con más fuerzas y por eso las entrelacé para controlar el temblor. Me paré firme, y esperé pacientemente la entrada de mamá. 

Sin embargo, me impacienté un poco cuando aún no la vi entrar por la puerta de casa. Me mordí el labio, y desesperado por verla no pude contenerme echar un vistazo por la ventana que estaba junto a la puerta. Abrí un poco las cortinas blancas, y miré hacia el oscuro exterior. Encontrándome en ese momento con un auto que no era el nuestro. Jamás lo había visto antes, y no podía ver dentro de el  ya que las ventanas eran oscuras. 

La curiosidad comenzó a carcomerme, y no pude evitar pegar mi cara contra la ventana para tratar de ver mejor el auto. Mis ojos estaban enormes, y no dejaba de mirar el negro auto con extrema fijeza. Esperaba a que alguien saliera de ahí, o pasara algo, ya que dicho auto estaba enfrente de la casa pero nadie se bajaba.

De pronto, cuando pensé que probablemente era un auto que simplemente había aparcado enfrente de mi casa por equivocación, una de las puertas se abrió y mamá se bajó con su vestido floral y sus hermosos cabellos lacios. ¿Por qué ella estaba dentro de ese auto? ¿Por qué mamá no había regresado a casa en nuestro auto?

Noté que no llevaba en sus manos el pastel, y que el rojo labial en sus labios estaba corrido. Había dejado de parpadear para ese momento, y pegué aún más mi cara contra la ventana. Miraba con ojos enormes la escena. Mamá se echó sus castaños cabellos hacia atrás, y se cruzó de brazos, y de repente el aire se me escapó de los labios cuando observé cómo el dueño del auto se bajaba para abrazar a mamá de una forma poco amistosa. ¿Por qué la estaba abrazando con pasión y amor?