Voluntad

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El pesar de mis ojos era mucho, la luz de una ventana invadía mi cara molestándome ciertamente odio las mañanas porque es el momento del día donde todo se vuelve tan real, abrí mis ojos viendo una pared y una silueta era grande y parecía un gorila.

— ¡¿A quién le dices gorila?! — Y de repente todo fue humedad.

— ¡No soy un gato! — Grité con toda fuerza mientras me levantaba corriendo.

— ¡No, eres como un vagabundo muy molesto! ¡No pude dormir por tu culpa! ¡Roncas como cerdo! ¡Son casi las 6 de la tarde! ¡Y dejaste babeada toda la almohada! — Gritaba aquel hombre con fuerza corriendo detrás de mí por todo aquel apartamento. Ese hombre era Fabián Ponce de León y pude notar que estaba en su departamento después de una noche donde me embriagué por despecho.

— ¡Y para eso me tienes que despertar y perseguir con un atomizador lleno de agua! —

— ¡Lárgate de mi casa! —

Al final fui echado. Los días pasaron, la búsqueda de un trabajo y un departamento era increíblemente difíciles, muchos pedían la experiencia necesaria en el campo, aún con mis estudios era difícil. El departamento, las rentas habían subido mucho, y los que estaban en mi presupuesto eran en zonas muy peligrosas.

— Sabes, a pesar de todo no me he rendido. Debo de ser paciente, recuerdo que me decías mucho eso. La paciencia es una virtud que trae recompensas. Te extraño mucho, mamá. — Miraba la silueta de mi madre, estaba sentada en una banca en un jardín del hospital mental, estaba a su lado pero ella parecía no escucharme, solo miraba a la nada como siempre, solo tocando su vientre sin poner atención a su alrededor. Así eran las visitas a mi madre, duré mucho sin ir debido a mis investigaciones y maestría, tenía una esperanza que tal vez hubiera avanzado algo al no tener mi presencia, pero todo seguía igual.

— Joven, el tiempo de visita ha terminado. — Me dijo una de las enfermeras que atendía el lugar.

— Gracias, enseguida salgo. — Le agradecí y solo me tomé unos segundos para besar la frente de mi madre. — Vendré pronto mamá. Te amo. —

Me gustaría poder ayudar a mi mamá, pero desde hace años me di cuenta que aun con mi ayuda, es ella la que debe de salir de aquel sueño que la perturba despierta. Empecé a estudiar sistemas, eso me gustaba, pero con el tiempo empecé a estudiar en más profundidad y encontré artículos de mi interés y fue cuando tuve el deseo de poder crear programas en sistemas de lenguaje que con ayuda de equipo médico se puedan detectar enfermedades cerebrales tanto físicas como psiquiátricas, sería una evolución significativa en los estudios tomograficos porque además de cuidar el cerebro de manera física también cuidaríamos de ello de manera metal. La cosa era sencilla, así como escanear y detectar anomalías temprana en zonas cerebrales, a través de prácticas psiquiátricas y algoritmos de aprendizaje automático a través estímulos visuales, la maquinaria que estaríamos utilizando sería capaz de detectar anomalías en los impulsos eléctricos y sustancias que recorren el cerebro, de entre todas ellas nos podría dar un pronóstico de sus pensamientos, en este caso serían los deseos, muchos en los casos de prueba tuvieron deseos suicidas. Los avances fueron pocos en dos años, es un paso más cerca de comprender lo más profundo de la conciencia humana, al final el proyecto quedó cancelado debido a que algunos investigadores querían usar esa investigación como un recurso pare reavivar una antiguo proyecto de manipulación mental, en vez de detectar querían programar en el paciente dichos deseos, escuché que la doctora que hizo dicha investigación base murió en un secuestro que sufrió. No me involucré más debido a eso y me salí de dicha investigación para continuar con mi maestría en instrumentación industrial. Gracias a la beca que tanto la universidad de mi ciudad, como la de argentina me entregaban, no hubo necesidad de conseguir trabajo ya que el apoyo que me daban era bastante bueno para mantenerme. Pero era tiempo de conseguir un empleo fijo y un hogar donde comenzar mi camino, sonreí y fue que mi celular comenzó a sonar al salir del psiquiátrico.

Mi Turno (Historia LGBT) ~ Finalizada ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora