Herida abierta

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Miraba impresionado a la mujer elegante que me ofrecía su mano, una mujer realmente hermosa y con una mirada que daba a entender que era una persona capaz y centrada. De manera extraña parecía ser perfecta para ser la esposa de alguien como Fabián.

— Entonces, tu eres la ex esposa de Fabián. — Dije al darle la mano.

— Querrás decir, su aún esposa. Mi nombre es Fernanda Villaseñor, soy abogada, trabajo para el gobierno federal en la oficina tributaria de hacienda. Soy la administradora de las oficinas a nivel estatal. — La mujer de cabello oscuro se escuchaba tan confiada, parecía ser una mujer de armas tomar, prácticamente ella define el empoderamiento femenino. — Tengo que irme, fue un gusto conocerte. Fabián, espero tu respuesta. —

Y sin decir más ella salió del departamento con una sonrisa triunfadora. El silencio se quedó vigente en la sala de estar, Fabián solo me miró preocupado mientras yo solo bajaba mi mirada mientras apretaba levemente mi estómago, sentía revuelto el estómago después de haber escuchado que Fabián aun tenia esposa.

— ¿Quieres explicarme? Por favor. — Pregunté triste y el abogado solo se dejó caer en el sillón.

— Eso fue un descuido de hace 7 años. Cuando recién conocí a Darío, me había llegado una notificación en donde Fernanda había solicitado el divorcio. La demanda corrió con velocidad ya que ella y yo jamás tuvimos un hijo y yo no peleé por la casa o los bienes que habíamos comprado juntos mientras estuvimos casados. Dejé que ella llevará todo el papeleo correspondiente ya que era un divorcio en mutuo acuerdo y de paso estaba todo el asunto de Darío y mi padre... Pero no chequé los papeles adecuadamente, ella me dio a firmar el acta, pero jamás entró al sistema, dice que al final no tuvo el valor para meter todos los papeles y solo dejo pasar el tiempo. —

— 7 años ¿Por qué tanto tiempo? — Pregunté confundido. — ¿Por qué hasta ahora apareció contándote la verdad? —

— Según ella, dice que después de tanto tiempo tal vez deberíamos darnos una segunda oportunidad, dice que un siente cosas por mi a pesar de habernos casado más por compromiso que por amor. Pero sé que no es así, que hay algo detrás de todo esto. Meteré una nueva solicitud y está vez yo mismo haré todo el trámite. —

Solo puse mi mano en la espalda de Fabián, de repente él volteó a verme y me abrazó de una manera gentil.

— Por favor créeme, Javier. Yo no sabía nada de esto, no tenia idea. — Su voz se escuchaba entre encortada, ciertamente analicé lo que me había dicho, no tenía porque estar de aquel modo conmigo si solo era de hacer una nueva solicitud para resolver el problema. Pero al final, si le afectaba el hecho de volver a verla, su regreso afectaba demasiado a Fabián.

*

Volví a clases después de mi viaje, al final las cosas han estado un poco tensas entre Fabián y yo debido al asunto de Fernanda, pero todo iba bien de un modo un poco extraño. Sin la presencia de Bianca quien había ido a Guadalajara a seguir con sus practicas durante 2 meses, el ambiente se había vuelto únicamente de amor entre el abogado y yo, pero como dije antes todo se había transformado a un ambiente tenso y eso me estaba afectado.

— Bien se pueden retirar, la clase ha terminado. — Todos mis alumnos salieron balbuceando cosas y mirándome extrañamente, la verdad es que no estaba de humor. Tan solo recordar a esa mujer me traía de mal en peor. Todos los chicos se habían ido y solo observé una figura que se había sentado en frente del escritorio mientras guardaba todas mis cosas. — Dije que la clase ya había terminado, Leonardo. —

Mi Turno (Historia LGBT) ~ Finalizada ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora