Almas gemelas (Final)

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— No entiendo como me dejé convencer de esto. — Gritó Javier mientras miraba abierta de la impresión.

— Eso es porque me amas. Por eso lo hiciste. — Fabián estaba a un lado del joven. El abogado solo reía como estaba asustado Javi mientras tomaba su mano.

— Bien, en el momento que sientan el tirón se sueltan las manos. Entonces a la cuenta de tres. — Comentó un tercer hombre quien miraba con una sonrisa a la pareja.

— Espere, esperen creo que yo ya me... —

— ¡Tres! — Fabián no espero y solo abrazó a Javi lanzándose al vacío. La pareja se encontraba en las playas de acapulco donde en un momento de valentía, Fabián subió con Javier al bongie donde ambos pudieron saltar juntos, claro dando una módica cantidad de más y una carta responsiva.

Ambos al tocar de nuevo piso tenían expresiones diferentes, Javier estaba pasando por el susto de su vida, mientras Fabián no paraba de reír de lo divertido que era todo aquello. A lo lejos las miradas de Darío y Damián estaban observándolos con una sonrisa en sus rostros.

— Mi bello ángel, jamás pensé que vería tan feliz a Fabián. Me siento extraño, casi quiero llorar por él. —

— Ni que lo digas, puedo decir lo mismo de Javier. Ciertamente ambos han crecido demasiado, Javier a aprendido a aceptarse y aceptar todo lo que la vida le ha dado. — Comentó el joven Darío.

— Y Fabián se ha vuelto una persona alegre al dejar atrás sus pecados y miedos. — Damián tomó de la mano a su pareja, ambos estaban orgullosos de ver como ellos estaban felices.

La ida de la playa fue idea de Darío unas semanas después del incidente que había ocurrido con Wendy Gilmore, mamá de Zachary Stone, donde tras un plan de último minuto, todo había salido de manera efectiva. Como pago más que nada a sus primos de barrio, Darío había organizado un viaje a la playa donde pudo juntar la gente suficiente para llenar un camión de pasajeros. Javier y Fabián fueron con gusto, pero Teo y Adrián no pudieron ir debido a que por esas fechas era la fiesta del rancho por lo cual no podían faltar.

— Deja de reírte Darío. No sabes lo feo que se siente. — Comentó el joven de barba.

— De hecho, mi bello ángel se subió al bongie cuando fuimos a Yucatán para nuestro viaje de aniversario. — Damián mencionó con una sonrisa.

— Antes de mi enfermedad ya estaba mentalizado a lanzarme en paracaídas. — El chico dijo con una sonrisa.

— Mnnn... Paracaídas. — Fabián puso una sonrisa determinada.

— Ni empieces. —

Ambas parejas continuaron con sus minivacaciones, en la playa, comiendo y jugando, todos estaban con una sonrisa. En cuanto llegó la noche, la mayoría volvieron al hotel, pero tanto Fabián como Javier no lo hicieron, en vez de eso se fueron caminando por la orilla de la playa tomados de la mano.

— Bianca comentó que pronto se moverá debido a que logro acomodarse en el hospital de Guadalajara. — Mencionó el abogado mientras caminaban, Javier se puso triste en ese momento, aunque ya sabía de aquella noticia.

— Si, ella también me lo comentó. — El chico puso una leve sonrisa. — Creo que tendremos que buscar una nueva roomie. — Fabián se detuvo poniéndose de frente a su pareja que comenzó a mirarlo raro. — ¿Sucede algo? —

— Estaba pensando... Y si en vez de buscar nuevos roomies, solo somos nosotros dos. — Javier abrió levemente sus ojos con sorpresa. — Piénsalo, sería completamente nuestro hogar. —

Mi Turno (Historia LGBT) ~ Finalizada ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora