Cancún

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Conduje hasta donde se encontraba la casa de aquel hombre, tenia la esperanza que Javier se encontrara allí, no importaba si era doloroso ver que fue a buscarlo y pedirle protección, pero tan solo esperaba que estuviera allí. Llegué con prisa y rápidamente toqué la puerta, no paso mucho tiempo para que la puerta fuera abierta, pero quien me abrió fue la persona que menos esperaba.

— ¿Damián? — Estaba extrañado de encontrar a mi hermano en la casa que estaba tocando.

— Darío sabia que ibas a venir para acá, por eso me adelanté. — Dijo mientras hacia una señal para que pasara dentro de la casa. — Ven, hay que hablar. Sebastián esta adentro haciendo una llamada. —

Entré en la casa viendo al doctor con cara de seriedad mientras atendía una llamada, me miró y solo se volteó dándome la espalda.

— Comprendo. Tiene razón él como familiar estaba en facultad de hacer lo que hizo... No, le agradezco a usted por haberme otorgado dicha información. Bye. — El doctor colgó la llamada mirándonos a mi y mi hermano con seriedad. — Lo hizo, Javier se llevó a su mamá del centro psiquiátrico. Al parecer tuvo un momento de lucidez la señora y Javi se la llevo a la fuerza. —

— ¿Qué está ocurriendo? — Pregunté extrañado de lo que pasaba.

— Fabián, creo que tenemos una idea de donde está Javier. — Mi hermano tomó mi hombro con gentileza. Fue de repente que sentí el puño de Sebastián chocar con mi cara, caí en el suelo mientras Damián lo abrazaba y lo alejaba.

— Déjame. — Se soltó del agarre de mi hermano. — Ya no le haré nada, simplemente eso fue porque faltó a la cita que tenia con la mamá de Javier. Le fallaste, su madre es lo mas valioso para él, fallarle a ella es peor que una traición para Javi. — Me miró con enojo el doctor, pero aun así aquellas palabras me pegaron bastante debido a que eran verdad, siempre Javier hablaba de su madre con mucho cariño, y yo realmente le había fallado.

— Como sea, ahora mismo debemos de pensar calmados y concentrarnos. Javier se llevó a su mamá, que no sabemos si está bien, él ahora mismo está viajando a Cancún en compañía de su padre y por alguna razón, también va Julián. —

— ¿Julián? — Ambos cuestionamos extrañados de que aquel hombre fuera con Javier, ambos nos miramos y mi hermano solo suspiró.

— Darío me comentó que Julián pidió días para salir de vacaciones con un amigo, ¿Adivinen a dónde va? —

— Cancún. — Ambos respondimos y solo nos miramos con determinación.

— Oigan ustedes dos. ¿Qué es lo que están pensando? —

— Yo consigo los boletos de avión. — Dijo con seriedad el médico.

— Y yo el hotel. — Dije sacando mi celular y comenzando a tocar la pantalla.

Damián solo se quedó mirando como ambos comenzamos a trabajar en equipo para poder tener todo listo para partir a Cancún. Ambos nos hablábamos para saber horas y costos, en menos de 30 minutos ya teníamos todo listo para ir con Javier.

— ¿En serio ustedes dos va a ir juntos? — Volvió a cuestionarnos mi hermano mayor, pero ambos asentimos al mismo tiempo mientras tomábamos una taza de café. — Ustedes están locos, yo me voy a la chingada. Si mi bello ángel los mata, no es mi pedo. — Mi hermano salió de la casa solo levantando sus manos y quejándose aun más de lo que había sucedido.

— Yo también me tengo que ir, necesito explicarle a Bianca lo que pasa. — Dejé la taza y también me levanté dispuesto a irme.

— ¿Qué harás con tu esposa lunática? — Preguntó el doctor.

Mi Turno (Historia LGBT) ~ Finalizada ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora