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Narra Vanesa:

M- No te hagas, si estás deseando hablar con alguien.

V - Ea y se invita sola, ¿tendrás morro María Lucía ?

M- Ains que no me llames así joder, tú sigue por ahí que al final me voy a ir y te quedarás sin cena.

V- ¿Por ahí por dónde María Lucía? Si solo te estoy llamando por tu nombre.-

Su cara ya había cambiado completamente y yo me estaba divirtiendo mucho con la situación pero tratando de aparentar la mayor seriedad posible.

Narra Malú:

O me está picando a postas o de verdad no le hace ni puñetera gracias verme y lo hace porque quiere que me vaya. Mi cabreo va en aumento en cuestiones de segundos, joder, yo que quería que cenásemos tranquilas con un buen vino y ella me recibe toda chulita y de mala ostia haciéndome enfadar.

M- Pues ahí te ves.- le dije mientras tomaba el pomo de la puerta para abrir e irme.

V- Ya no seas tan cría, solo te estaba molestando.- me dijo mientras ponía una de sus manos encima de la mía para evitar que abriese la puerta y la otra en mi cintura, podía sentir sus pechos en mi espalda no corría el aire entre nuestros cuerpos. Respiré su olor, dios ésta mujer me enciende con el mínimo contacto. Cómo pude me giré quedando nuestros labios a escasos centímetros.

Narra Vanesa:

M- Si me lo pides así me quedo pero sepárate un poco o no respondo malagueña.-  dijo haciendo un recorrido continuo de arriba a abajo de mis ojos a mi boca.

Joder Vanesa, otra vez no, no puedes hacerte esto de nuevo pensaba mientras mantenía mi mirada en sus ojos pero es que ella era mi peor adicción, de esas que no superas y por mucho que tratas de alejarte terminas cayendo de nuevo y enganchada además.

V- no entiendo la inercia de tus ojos a mi boca- le canté al oído tomando las bolsas de su mano y le dí la espalda caminando hacia la cocina.

M- Qué te gusta a tí jugar eh.- me dijo y yo no pude aguantar la risa.
M- Tú ríete que quien ríe de último ríe mejor guapa.

V- ¿Ah sí? ¿ Y cómo es eso ?- no sé por qué me apetecía seguirle el juego y cada vez que lo hacía me repetía que no estaba bien.

M- Pues se me ocurren un par de cositas que podemos hacer tú y yo.- me dijo al oído, rodeándome por la espalda  sujetando mis manos encima de la encimera de la cocina y mi cara parecía un arcoiris de tantos colores y calores que subían y bajaban menos mal que no me veía.

V- Mira tira anda, ve a poner la mesa mientras yo abro el vino.

M- jajajajajajajajajajaja ves como quién ríe de último ríe mejor jajajajaja, te has puesto nerviosa no lo niegues.

V- ¿ Yo ? Para nada pero tengo mucha hambre y esto está casi más frío que el vino que has traído así que venga, a comer.

Nos sentamos en la mesa una enfrente de la otra, el sushi estaba delicioso la verdad, al igual que el vino, era uno de mis favoritos así que supongo que no lo ha olvidado.

M- ¿Te gusta el vino ? Lo he cogido sin mirar.

V- Ya claro, y el sushi es de uno de mis restaurantes favoritos también por casualidad no? - y estallamos las dos en una carcajada, sabía que lo había hecho para contentarme y la verdad me gusta que se acuerde de esos deralles.

Le conté todo lo de las promociones y las fechas de esta nueva gira, los viajes a Argentina, México, Chile en fin que para eso había venido. La segunda botella ya estaba llegando al fondo, las dos estábamos más desinhibidas y alguna que otra vez nuestras manos se rozaron y a las dos nos gustaba ese contacto. Sin darnos cuenta ya estábamos abriendo una tercera entre muchas risas y a mi ya se me había olvidado el estrés que me provocaba el pensar en toda la vorágine de trabajo que me esperaba.

Intentemos ser InmunesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora