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Narra Vanesa:

Salgo de casa de Malú con muchísimos recuerdos y sensaciones atormentando mi calma. ¿Quién me explica estas dudas que tengo de pronto? Quisiera volver y gritarle que aún duele, decirle que cómo es posible que aún siga doliendo, maldecirla por haber calado tan dentro en mi ser pero también tengo una ganas locas de besarla, de sentir sus labios y sus manos en mi piel. ¡Joder! qué ni yo misma me entiendo. Basta Vanesa, me digo a mi misma mientras limpio mi rostro y arranco el coche poniendo rumbo a mi casa.

Llego a casa y Carmela y Bruno, como siempre me reciben con un sin fin de lametazos sacándome una sonrisa, ellos siempre haciéndome olvidar todo, llevándose toda mi atención. Cuando logró llegar al sofá me tumbo descalzándome y revisando el celular. 5 llamadas perdidas de Carla, la llamo de vuelta.

- Hola amor, te llamaba para saber si ya estabas en casa.

- Sí, acabo de llegar.

- ¿ Te apetece que vaya ahora y desayunamos juntas ?

- Perfecto, quiero proponerte algo.

- Uy, ¿y no me puedes adelantar de qué se trata?

- Pues no pillina. Venga no tardes.

- En 10 minutos estoy ahí cariño.

- Hasta ahora guapa.

Narra Malú:

¡Dios! La cabeza me va a estallar. Me quedo tumbada en la cama recordando la escenita de celos de Vanesa anoche y sin previo aviso una sonrisa me sorprende. Joder que guapa es cuando me cela.

A.S - Eh! Y esa sonrisa ?-

- Jajajajaja...nada. ¿Ya está el desayuno? Muero de hambre?-

A.S - Sí, venga levanta el culo, que te estaba esperando para desayunar contigo y luego me marcho.-

- Jo, ¿Por qué? Os podéis quedar otro día ¿no?-

A.S - Oye que aquí hay quién trabaja, además, solo quedamos Pilar, Guiomar, Pablo y yo.-

- ¿ Cuándo se marcharon éstos ? Serán cabrones, encima que les ofrezco mi casa se van sin despedirse. ¿Habrán al menos acomodado el salón no? -

A.S - Es que duermes mucho Lula y sí, ya está todo en su sitio. Venga, te espero abajo. Como tardes te quedas sin desayuno. -

- Ya voooy. -

La madre que la parió, se ha ido sin despedirse. Normal, conociéndola estará muerta de la vergüenza. El sonido de mis tripas me sacó de mis pensamientos. Me ducho rápido y bajo a desayunar.

G - Hombre, si se ha despertado la bella durmiente. No veas la de patadas que me diste anoche. - Pongo los ojos como platos, ¿dormimos juntas? - JAJAJAJAJA, que no mujer que es broma, dormí con Ale. -

- Joder que susto o sea, es que iba borracha pero no como para no acordarme de lo que he hecho y me has pillado de sorpresa.

P- Dejaros de cháchara y desayunar. Malú cielo, yo ya me voy.

- No - dije poniendo voz de bebé - Quédate y luego comemos juntas, por fis. -

P - No puedo corazón, de verdad. - dijo despidiéndose de mí y del resto.

A- Guio quédate y le haces compañía a mí Lula, la pobre que no tiene con quién conversar, Danka que se ha retrasado en el habla. -

- Muy gracioso tú. -

G - Que no, yo también me marcho que no quiero molestar.

- No molestas mujer, si te apetece puedes quedarte.

- Bueno vale. - Joder, a esta no hay ni que insistirle.

Quise que se quedara Pili para hablar de la noche anterior y saber que pensaba ella, que sensación había tenido y no porque necesitase compañía, pero bueno, tampoco voy a echar a la chavala. Quién sabe y nos hacemos amigas.

Alejandro cómo dijo terminó de desayunar y se marchó. Guio y yo luego de planear veinte veces que haríamos para comer optamos por la carne que había quedado ayer, Ale era un experto haciendo asados y a mí me encantaba comer así que no iba a tirar ningún trozo de carne. Hicimos poco más que limpiar la casa y terminar de recoger todo, eso sí, entre música, cerveza y charla, ésta chica la verdad es que se le veía buena gente además de que se podía hablar con ella de cualquier cosa. La conocía de antes pero nunca tuvimos el tiempo de conocer por mi parte a la persona que había detrás de la periodista y en su caso a la Malú que había detrás de la artista. Sí, sin dudas me agradaba.

Narra Vanesa:

- Hola cariño - le dije nada más abrí la puerta tomando las bolsas que traía en las manos para llevarlas a la cocina.

- ¿ No me das un beso ? Joder, que poco me has echado de menos -

- Perdón corazón - le dije y con la mano que tenía libre acaricié su mejilla y la atraje hacia mí para besarla.

- MMM...ahora sí, ¡hola cariño! -

- jajajaja... qué cosas tienes. -

- ¿Me cuentas ya?

- ¿no puedes esperar hasta después del desayuno?

- Trae pa acá - cogió las bolsas de mi mano y las colocó en la mesita que hay delante del sofá. - Ven que ya estamos desayunando -

- Eres de lo que no hay, de verdad. A ver qué has traído. -

- Un poco de todo - Pues sí que había un poco de todo, frutas, churros, zumo.

- ¿Chiquilla pero tú en qué tiempo has comprado todo esto?

- jajajaja...y deja que lo pruebes, nada tiene desperdicio -

- Trae pa acá que si te dejo te lo zarpas to -

- Ala, exagerada pero cuéntame por fa -

- Vaale, a ver es que ya casi arrancamos la gira, y había pensado que bueno, en una semana o algo así tengo unos días libres y si tú no tienes trabajo pues que podíamos hacer un viaje. -

- Sí, me encanta la idea amor. - me dijo brincando y colocándose encima mío, rodeando mi cuello con sus brazos y besándome. Si es que es para adorarla

- ¿ Y a dónde vamos ?

- ¿ Te parece bien Argentina ? -

- Cualquier sitio contigo me parece estupendo. -


Nuevamente perdonar la tardanza y gracias por seguir leyendo ésta historia 😘😘



Intentemos ser InmunesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora