Narra Vanesa:
Había salido de casa de Malú muy alegre, al final sí supimos resolverlo, el cariño que nos tenemos se antepuso. Por otro lado con mi chica todo iba muy bien, quitando algunos comentarios por su parte, que si "de qué hablais tanto" "ya está de nuevo tu WhatsApp que no para" todo porque a Pili se le ocurrió hacer un grupo en el que estábamos ella, Malú y yo, era súper divertido a todas horas las tres escribíamos y las risas no faltaban entre las ocurrencias de cada una y que contábamos lo que nos iba pasando en el día es cierto que el WhatsApp no paraba. Fuera de eso todo bien, aprovechado el fin de semana para hacer una escapada las dos a Málaga, la pasamos genial, comimos en casa de mis padres los dos días y el resto del tiempo lo dedicamos a darnos mimos y mucho cariño. Después de un tiempo parece que todo estaba bien en mi vida, ya tenía casi todo listo para la gira cosa que me tenía un poco nerviosa pero confío en mi tropa ellos nunca me fallan. Estábamos de vuelta a Madrid, conducía ella el coche.
C- te prefiero durmiendo mientras conduzco que pendiente del puto teléfono sin siquiera mirarme un segundo.
V- Carla no empieces por favor.
C- que no empiece qué, sí eres tú la que no suelta el maldito teléfono. Se supone que era una escapada para las dos de todo.
V- pero qué dices si apenas lo he mirado el finde.
C- tú te crees que no me he dado cuenta de que cada vez que tenías oportunidad y creías que no te veía te metías en el WhatsApp.
V- a ver Carla, vamos a dejar el temita aquí que me estás tocando un poco los ovarios. Las veces que he escrito es porque me hablaban directamente a mí.
Se hizo el silencio, apagué el teléfono para evitar malas caras y hacerla enfadar más, aunque no entiendo su enojo lo mejor es evitar otra discusión por lo mismo porque no sé si tendré la misma cautela. 20 minutos más tarde estaba aparcando el coche en el garaje de casa y sacando las maletas. Habíamos salido temprano y la noche anterior apenas dormimos por razones que ya os podéis imaginar así que dejamos las maletas en el salón y fuimos directas a la habitación.
V- ¿ no piensas mirarme cariño?- le dije mientras le colocaba un mechón de pelo detrás de la oreja y acariciaba su rostro.
C- Es que estoy un poco enfadada- se cruza de brazos y mira al lado.
V- Va no seas malita. - voy dejando besos por su cuello mientras coloco sus manos en mi cintura y le acaricio la espalda.
C- Bueno igual no estoy tan enfadada pero cansada sí, dormimos un poco amor. - y me besa en la boca.
V- Por favor.
Narra Malú:
Ya estaba de regreso a Madrid luego de un fin de maravilloso, dos conciertos Sold out mi gente lo estaba petando como siempre y yo no podía estar más feliz. Este ha sido un camino difícil, luego de dejar a mi manager de toda la vida a un lado estuve dos años sin sacar disco, quería sorprenderlos con algo nuevo y que se notase en el cambio, me sentía libre y plena, además de haberme atrevido a mostrar dos temas compuestos por mí esta nueva etapa suponía un antes y un después para mejor, por mi público porque se lo merecen por nunca haberme fallado y lo estoy consiguiendo, la verdad nunca podré agradecerles todo el cariño que me dan. El paisaje se dibujó de recuerdos, imágenes de lo que había sido y lo que es me acompañaron en este viaje de regreso a casa y no pude dejar de sonreír porque aunque no siempre fue un camino de rosas sobretodo en este último par de años, pues me sentía como si estuviese en esos quince años sacando mi primer CD. Inevitablemente mi mente me llevó también a esos compañeros que hoy día son grandes amigos y como no, ahí estaba ella también, mi malagueña que aunque no la estuve acompañando en este viaje de ascenso que vaya que si había crecido, si estuve al pendiente de sus logros y no podía estar más orgullosa.
ESTÁS LEYENDO
Intentemos ser Inmunes
FanfictionNo sé por qué me siento aquí, en el banquillo de los acusados. Historia totalmente ficticia, y hecha siempre desde el respeto y admiración hacia a las protagonistas, Malú y Vanesa Martín.