Locura de Amor

Capitulo XVII

—No veo por qué tengo que casarme con Terry con tanta prisa —decía Candy tragándose el pánico. —Estaba en la habitación que Beatrice le había acomodado, en su lujosa casa de la ciudad de New York. —Hacía dos días que habían dejado la hacienda de los Kellys.

Terry se había adelantado para conseguir un permiso especial. —En menos de treinta minutos pronunciaría los votos en el salón de Beatrice y se convertiría en la esposa de Terruce Grantchester y futura duquesa de Grantchester.

—¿Desde cuándo conoces a la chismosa Bertha Collins? No me cabe duda alguna de que ya estará divirtiendo a sus más íntimos con todos los detalles de lo que vio en la torre de la hacienda Kelly, y seguramente hubo poco que no viera..—Gracias a Dios que Ethan es Lumbar es amigo de Arthur o de lo contrario estuvieras en los titulares del New York Time..te imaginas un enorme encabezado, acompañado por una hermosa fotografía:

HEREDERA DEL CLAN ARDLEY DE CHICAGO, ES ENCONTRADA SEMI-DESNUDA EN LA CIMA DE LA TORRE DE LA HACIENDA KELLY, JUNTO AL FAMOSO ACTOR DE BROADWAY TERRUCE GRAHAM Y EL HEREDERO DE LA FAMILIA LEAGAN QUIEN ADEMAS FUE SU EX-PRETENDIENTE.

—Es verdad, Candy —dijo Dorothy mientras recogía con horquillas un mechón del cabello de Candy.

Candy miró con mala cara a Dorothy a través del espejo; Dorothy le devolvió una sonrisa y le tiró a propósito de su cabello.

—¡Ay! Se quejó la rubia.

—Lo siento mucho, Candy. —Sólo tendrás que mudarte a New York, a casa de Terry, para ser exactas.

Dorothy sonrió abiertamente—...Eso es cierto, Candy. —Mark y yo hemos esperado este día durante un buen tiempo.

Candy resopló. —Al menos había alguien que estaba feliz

—Pero,  Beatrice, ¿no basta con estar comprometidos para poner fin a los rumores?

—La verdad es que esta situación no es nada normal. —Legalmente y ante la sociedad eres la hija de William Albert Ardley una de las mujeres más prominentes de tu edad entre la alta sociedad, y una de las mujeres más chismosas de la elite te ha visto casi tan desnuda como el día en el que naciste en compañía de dos hombres. Y seguro que la excursión de Terry a tu alcoba también se discutirá. —si no te casas con Terry antes de cruzar el primer umbral de la alta sociedad, todas las mujeres pertenecientes a ella te dejarán de lado y probablemente todos los libertinos fijarán su atención en ti.

A Candy se le revolvió el estómago. —¡No puede ser! —No me importaría apostar por ello. —Se hablará de esta fiesta durante todo este año y probablemente durante muchos más.

—El modelo de responsabilidad, Candy, ha arruinado tu reputación, y el viejo rabo verde de Duraham ha colgado los tenis. —Por no mencionar el encuentro de la trepadora de Susana con el cerrajero. —Un plato demasiado delicioso como para que las viejas solteronas lo dejen pasar. —El único modo de privarlas del festín es cegándolas con el brillo de un anillo de compromiso.

Candy se agarró las manos sobre su regazo, dispuesta a dejar lo poco que había podido comer allí donde tenía que estar. —Tenía miedo de que Beatrice no se equivocara.

—Y hay dos motivos más por los que tienes que casarte lo antes posible, Susana Marlowe y Niel Leagan. —La trepadora ex lisiada reaccionó, en cierta medida, de manera poco racional ante el anuncio de tu compromiso.

Eso era quedarse corto. —Candy se frotó la frente. —Estaba desarrollando un fuerte dolor de cabeza que acompañaba su indisposición de estómago.

La chismosa señora Collins informó a Susana de la boda de Terry en el mismo momento en el que vio a la chica de pie en el vestíbulo de la hacienda de los Kellys apoyada en el hombro del cerrajero que la había encontrado en las ruinas del castillo.