Capítulo 26: Justicia.

3.6K 456 807
                                    

En multimedia: Tom Walker | Just You and I.

En multimedia: Tom Walker | Just You and I

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Foto de Emilin Ramírez)

~*~
¡Llena de comentarios si quieres maratón de capítulos!

—¡Ya basta! Aceptaste ayudarme y me dijiste que todo había quedado olvidado —dice Sam exasperado.

—Solo te hice una pregunta, Sam. ¿Por qué ella cree que estábamos fingiendo? —repite con sus ojos clavados en mí, él sigue sin darse cuenta de mi presencia.

—¡No entiendo por qué haces esto!

—A mí también me gustaría saberlo —me decido a hablar. Sam vuelve sus manos puños y gira hacia a mí—. Contesta, Sam.

—Misty cree que estábamos fingiendo porque efectivamente era lo que hacíamos.

Donna se ríe de forma irónica y yo me minimizo, ya no me siento tan valiente como ayer, la idea de Sam mintiéndome todo este tiempo empieza a tomar fuerza en mi mente.

—Donna, escucha. De verdad te estoy muy agradecido por tu ayuda, el que hayas venido a verme y a apoyarme, pero esto es incómodo, de acuerdo. Misty es lo más importante en mi vida —habla llegando a mí y tomando mi mano a pesar de que hago mucho esfuerzo por apartarme—. Te llamé a ti porque haría cualquier cosa por ella, cualquier cosa —repite mirándola fijamente—, pero si esto es demasiado para ti, si es demasiado para los tres, dejemos las cosas como están y nosotros encontraremos la forma de hacer justicia —termina su pequeño discurso y a Donna se le llenan los ojos de lágrimas.

Por un momento siento pena por ella, no pena de la mala y vengativa, sino pena de verdad. Su aspecto perfecto se desborona frente a mí. Creo que mejor prueba de que ella se enamoró de Sam durante su actuación no podría encontrar y eso hace que le baje dos rayitas a mi desagrado por ella y la entienda; en esta vida hay muchas cosas difíciles por las cuales un ser humano debe pasar, pero sin duda, una de las más devastadoras es amar a una persona con todo tu ser y tus fuerzas y recibir nada a cambio.

—Lo siento, Donna —agrega Sam y de un momento a otro siento que no debería estar presente en esta conversación—. De verdad, lo siento.

—No lo sientas, solo estábamos fingiendo —la maldita ironía regresa y mi pena se desvanece. ¿Por qué tiene que decirlo todo con doble intención? —. Venía a decirles que papá ya ha hablado con el superior de la policía de Miami y se han dado todas las órdenes pertinentes. Bruno será arrestado hoy y el juicio dará inicio. Ha propiciado todo para que sea algo rápido, demostración de pruebas y esas cosas.

Se da la media vuelta y se marcha a casa de los Baker. Suelto la mano de Sam, no porque pretenda hacer un escándalo, sino porque han sido demasiadas buenas noticias de un solo golpe.

—Arrestarán a Bruno —susurro sin poder creérmelo.

—Ya era hora, tú no mereces estar encerrada o escondiéndote de ese infeliz.

Estrellas en el techo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora