En multimedia: No promises- Cheat Codes & Demi Lovato.
(Foto de Bleth_vale_fernandez )
Años atrás...
Entro a mi casa corriendo, estoy desesperada por cambiarme e ir a casa de Sam. No ha ido a la escuela hoy y jamás lo hace sin avisar, tampoco ha contestado mis llamadas, mis mensajes ni mi acoso monumental en Facebook, Twitter, Instagram, incluso le he enviado mensajes de texto normales. ¿Saben lo desesperado que tiene que estar una persona en esta época para enviarte un mensaje de texto de esos antiguos?
No debería preocuparme, quizás el hecho de que ayer me encapriché con la idea de mirar el momento exacto en el que la luna y las estrellas desaparecen y el sol decide salir tenga que ver y no haya podido levantarse temprano, pues ha regresado a su casa hasta las cinco y media de la mañana, lo cual solo nos permitía un pequeño lapso de veinte minutos para descansar. Si Sam y yo tenemos una actividad favorita en el mundo es mirar el cielo por las noches y hablar tonterías.
Abro la puerta de mi habitación y doy un saltito hacia atrás al encontrarme a Sam lleno de pintura negra por todos lados y una brocha para pintar en sus manos, mira con orgullo el techo de mi cuarto y sigo su mirada. El bolso se me ha caído de las manos, ha pintado mi techo entre negro y azulado, y le ha esparcido una clase de escarcha plateada y no entiendo qué significa.
—¿Haremos un culto satánico?
—¿Qué haces aquí tan temprano? —Intenta esconder la brocha, lo cual no tiene sentido. Está todo lleno de pintura.
—Falté a la última clase, no llegaste y sabes que mi vida social es deprimente, así que enloquecí en la tercera clase y creí que te había ocurrido algo. Y, la pregunta es, ¿qué haces tú en mi cuarto?
—Joder, Misty, me has arruinado la sorpresa —se queja.
—¿Pintar mi techo de negro igual que mi alma es la sorpresa? —investigo sentándome en la cama y mirando hacia arriba.
—Claro que no —me dice y saca de una pequeña bolsa una cantidad de estrellas falsas —obviamente—, de esas que brillan en la oscuridad y sigo sin entender.
—No comprendo —insisto.
Entonces niega con su cabeza exasperado y toma una escalera que ni siquiera había visto antes, en una mano lleva las estrellas y en la otra pegamento. Y lo entiendo al conectar todo, está creando un cielo privado para mí. Me emociono hasta llegar a las lágrimas y quiero bajarlo de la escalera y abrazarlo hasta que sea incómodo y raro, como últimamente sucede.
—Sam...
—Lo sé, quizás es una estupidez.
—No, no lo es.
—¿No?
—No, por supuesto que no —susurro.
—No llores, quería hacerte sonreír no llorar.
—Estoy llorando de felicidad, mira mi sonrisa —le digo mostrándole los dientes y se ríe de mi exagerado gesto. Se me queda viendo largos segundos hasta que la sonrisa de ambos se termina y él se aclara la garganta.
—Bueno, también haremos un culto, pero uno especial, no uno satánico.
—¿De qué se trata?
—Por cada estrella que ponga diremos un sueño, deseo o anhelo, una clase de promesa de que los cumpliremos. ¿Qué te parece?
—¡Me encanta la idea!
—Inicia tú —me pide.
Lo hago muy emocionada, una de las cosas por las cuales Sam es mi persona favorita en el mundo es que estamos igual de locos. No pierdo el tiempo e inicio con mis sueños de la universidad, sigo con los más personales, mi futuro, una familia, que mis padres no se mueran nunca, aunque eso no será posible ni con todas las estrellas del mundo. Sin darme cuenta pega todas esas estrellas y he dicho un anhelo o sueño por cada una de ellas. Él no ha dicho ninguno, lo cual es injusto.
Me siento en el suelo. Sam sonríe y se acomoda a mi lado, me ayuda a recostarme y entrelaza su mano con la mía. Siempre se siente tan bien su contacto, me siento segura, cómoda, en mi lugar, con él es sencillo ser yo todo el tiempo. Con él me manejo en otra dimensión.
—¿Por qué has hecho esto por mí?
—Porque sé cuánto te gusta mirar el cielo por las noches.
—Esto es hermoso Sam, muchas gracias.
—Tú eres más hermosa —suelta y odio cuando hace eso a propósito. Además, odio que lo haga porque no me gusta nada lo que me hace sentir.
—Ya te he dicho que no me gusta que digas eso y... has hecho trampa, yo he dicho todos mis deseos en voz alta y tú no has confesado ninguno.
—Es que son secretos —responde.
—¿Secretos conmigo?
—Algún día te diré qué he pedido, algún día —repite—. Ahora la magia —anuncia y se levanta para apagar las luces, en cuanto lo hace mi techo se ilumina, el contraste de las luces de las estrellas con el negro de fondo hacen que de pronto parezcan reales, la escarcha brilla y giro hacia él emocionada.
Luego le sacaría la verdad, por ahora solo quiero disfrutar de mis estrellas en el techo.
🌟 🌟 🌟
¡Sorpresa!
Sam es Bernardo Velasco
Misty es Anna Von klinski
Gracias por leer estrellitas ❤️