[1] Amelia | Número 5; The umbrella academy.

017.

Cinco.

Había seguido al sujeto de MeriTech, Grant, ¿o era Lance? Bueno, como sea, lo había seguido durante toda la noche, todo para obtener una pista sobre ese maldito ojo falso, en todo el día y  la noche no me había dado ninguna pista por lo que decidí entrar en acción. 

Aquel hombre había terminado de pasear a su perro durante una hora, por lo cual se encamino a su vehículo para dirigirse a algún lugar que sinceramente no me importaba, por lo que cuando dejo al perro en la parte trasera del vehículo, y él comenzaba a abrir la puerta del piloto, por lo que me teletransporte en el asiento del copiloto para lograr sacarle un susto al sujeto cuando me vio a su lado.

---¡Cielos!--- comentó el hombre cuando me vio a su lado.

Me acerqué a el sujeto rápidamente para después colocar una pequeña navaja en su cuello, tenía que obtener información de este tipo a como diera lugar.

---Solo tienes una oportunidad.--- le advertí.--- ¡Una sola para decirme que es lo que hacen en ese laboratorio! 

---Fabrico diversas prótesis para pacientes falsos.--- me confesó el tal Lance.--- Se las facturo a las aseguradoras y las vendo en efectivo en el mercado negro.

---¿Incluyendo ojos?--- le pregunté.

---Si...es lo que más se solicita.--- me informó el mayor.--- Se venden como...pan caliente. Tengo una lista de espera de unos 20 compradores. 

---Osea que el número de serie que te di...

---Pudo haber sido comprada clandestinamente.--- casi me aseguró el sujeto.

---Necesito esa lista, Lance.--- le pedí.--- Con nombres y números, y la necesito ¡ahora! 

---No la tengo...bueno no encima, en el laboratorio esta la única copia.--- me informó Lance.

---Bueno, enciende el auto.--- le pedí, con una sonrisa forzada.--- Vamos a hacer una pequeña excursión.

---Okey, okey.--- me respondió Lance, tembloroso mientras se acomodaba en su asiento.

---Ahora.--- lo amenacé.

Vi como el sujeto comenzó a encender el vehículo, todo lo hizo bajo mi atenta mirada, batallaba para colocar las llaves del auto por lo tembloroso que estaba, que cobarde.

[...]

Klaus.

Aún me tenían aquí atrapado en lo que parecía ser un motel en algún lugar de la ciudad, o creo que podría ser otra ciudad, Amelia había desmayado ya hace rato, por lo cual estos sujetos seguían torturándome tratando de conseguir información sobre algo que desconocía, no era mentira cuando les decía que habían raptado al sujeto menos indicado.

En uno de los "descansos" de ambos raptores, me habían amenazado con que tuviera siempre la mirada en frente, al parecer querían quitarse un rato las máscaras, pero al parecer no se alejaron demasiado de mi, por lo que aún podía seguir escuchando todo lo que decían.

---Tal vez no lo estás golpeando fuerte.--- comentó el hombre.

---¿Yo?--- le preguntó incrédula la mujer.--- Tú eres el que tiene ese estúpido brazalete ortopédico.

---Ya te lo dije, es solo por precaución.--- le respondió el sujeto.

Decidí no prestarles más atención a su muy aburrida conversación, o al menos hasta que me interesara, tenía problemas más interesantes de que preocuparme; como por ejemplo como mi cuerpo ya me estaba pidiendo por más droga, el efecto comenzaba a pasar y me sentía cada vez más nervioso, incluso sentía como sudaba en frío.