[1] Amelia | Número 5; The umbrella academy.

005.

Amelia.

Me encontraba en la sala de la academia, viendo fijamente el cuadro de Cinco que padre había colocado ahí desde su desaparición, incluso te hacía pensar que esa imagen había estado ahí desde siempre. 

---Es bueno ver que papá no me olvidó.

Volteé hacia atrás, y pude notar como Cinco ya había llegado a la sala también, aunque se me sobrepaso por unos pasos, viendo con más detenimiento la pintura que colgaba ahí.

---Ninguno te olvidamos.--- le aseguré.

Entonces el chico volteó a verme, dándome una profunda mirada.

---Leí el libro de Vanya, por cierto.--- me comentó Cinco.--- Lo encontré en una biblioteca que seguía en pie.

---¿En serio? ¿Y qué dice?--- le pregunté.

---¿No lo haz leído?--- me preguntó el chico.

---No, no he tenido el valor de leerlo.--- le confesé.--- ¿Son cosas muy malas?

---Es bastante bueno, dentro de lo que cabe; contó los poderes que teníamos, como era la convivencia aquí, como era papá y sus entrenamientos, como se sentía ella...lo normal.--- comentó Cinco, soltando un suspiro.

---Quizá lo lea en otro momento.--- le mencione.

---Debo aplaudirle que tuvo mucho valor, el haber contado nuestros secretos.--- comentó Cinco.

---Si estuviera en su lugar, seguro también lo hubiera hecho. Que padre te excluya todos estos años, debe ser horrible.--- lo pensé.

---Creo que hubiera sido mejor a todos los entrenamientos por los que pasamos.--- me aseguró Cinco.--- Pero bueno, se nota que el libro gusto al público.

---Cree que la odiamos.--- le confesé, viéndolo a los ojos.--- Al menos yo no, esa es una de las razones por las que no quería leer el libro, no quería que mi manera de pensar de ella cambiara.

---Eso es algo que me gusta de ti.--- mencionó Cinco, con una leve sonrisa ladeada en su rostro y las manos en los bolsillos de su pantalón.

---¿A que te refieres?

---Que siempre haz tratado de ver el lado bueno de las personas, aunque no se lo merezcan.--- mencionó.

---Es nuestra hermana.--- lo interrumpí.

---Una hermana no hubiera hecho eso, por más lastimada que estuviera.--- comentó Cinco, con su ahora habitual seriedad.--- Además, puede haber cosas peores.

---¿Cómo lo que le paso a Ben?--- le pregunté.

Pude notar como Cinco se quedo pensando un momento.--- ¿Fue feo?

Solo pude asentir ante eso, recordando la estatua colocada en el patio en honor a nuestro hermano Ben.

---Bueno.-- hablé para cambiar el tema.--- Es hora de ir al patio, Luther aún quiere llevar a cabo el "funeral" de padre.