Cinco.
---Yo...no tenía elección.--- comentó Pogo.
Seguíamos en la cocina, mientras Pogo nos seguía explicando su situación con papá, toda la elaboración de su plan y las ordenes especificas que tuvo. Luther seguía con su expresión de enojado, Klaus estaba sorprendido al saber que su encuentro con papá había sido real, y yo...pues mi rostro estaba neutral, como siempre.
---Siempre hay opción.--- le respondió Luther.
Pogo solo agachó la mirada ante nuestro hermano, me imaginaba como se sentía en estos momentos ya que siempre fue cercano a nuestro padre, a pesar de que el hombre no era el mayor exponente de sentimientos en el mundo.
Klaus y yo seguíamos en nuestros lugares, mientras Pogo salía de la cocina a paso lento. Todos teníamos que asimilar esta nueva información.
Solté un suspiro.--- Tengo que pensar.
Decidí transportarme a mi habitación ya que probablemente Amelia debería estar dormida en la suya, dejando a Klaus solo en la cocina.
Vaya día y apenas iba empezando.
[...]
---No puedo creerlo.
Me encontraba ahora con Amelia, había podido descansar un rato cuando la chica llego a mi habitación queriendo hablar de todo lo que se había perdido en la cocina, por lo que obviamente le conté todo, lo que más le sorprendió fue la revelación de Pogo, pero al igual a nosotros nos costo aceptarlo.
---A todos nos cayó como bomba esa noticia.--- le confesé.--- Luther era el que más molesto estaba, obviamente, Klaus no lo tomó con tanta importancia, y yo...
---Me imagino, tú te mantuviste neutral como siempre, ¿no es así?--- me interrumpió la chica.
Yo solo sonreí en su dirección, Amelia me conocía perfectamente a pesar de todo el tiempo que no estuvimos juntos, ella me conocía mejor que cualquiera de mis hermanos, mejor que...yo mismo. Amelia soltó un suspiro, y se dejó caer en mi cama, quedando completamente acostada mientras miraba el techo, por lo cual la imité.
---Todo esto se esta complicando más de lo que pensé.--- comentó Amelia, sin despegar su mirada del techo.--- ¿Tú imaginabas que padre fuera capaz de...eso?
---Sabía que estaba demente, pero no a tal grado.--- le respondí con sinceridad.--- Pero ahora, con mayor razón tenemos que encontrar una solución a toda esta mierda.
Yo volteé a ver a Amelia, analizando su perfil, su expresión facial estaba tan tranquila y serena, quién miraba el techo como si fuera la cosa más interesante en este mundo, aunque quizá solo quería desconectarse un poco de todas las mentiras que rodeaban a nuestra familia.
Amelia volteó a verme, mientras ambos nos perdíamos en nuestras miradas, mientras la chica me regalaba una sonrisa leve, solo para mí, pero vi como su sonrisa fue desapareciendo lentamente, para después soltar un suspiro.
---Debemos detener al novio de Vanya.
Y no podía estar más de acuerdo con ella.
[...]
Amelia y yo entramos a la habitación de nuestro hermano Klaus, quién jugaba con una bola de estambre tratando de desenredarla, era momento de tomar cartas en el asunto.
---Arriba. Nos vamos.--- le comenté a número 4 mientras Amelia y yo entrábamos a su cuarto, sin tocar la puerta ya que estaba abierta.
---¿A dónde?--- preguntó el mayor.
---A salvar el mundo.--- le respondió Amelia, con un tono de obvio.
---¿Eso es todo?--- respondió el chico con algo de desilusión.--- Genial.
---Así que Pogo dijo que papá se suicidó para reunirnos a todos, ¿no?--- pregunté.
---Sí, ¿y eso qué?--- respondió Klaus mientras se sentaba en su cama para terminar de vestirse, ya que solo tenía puesto unos pantalones muy ajustados.
---Me puse a pensar; tuve que saltar al futuro para averiguar cuando paso, pero papá...no podía hacerlo. ¿Cómo supo que debía suicidarse una semana antes del fin del mundo?--- comencé a explicar mientras caminaba de un lado a otro.
---Bueno, ya sabes...--- habló Klaus, pero Amelia lo interrumpió.
---No le respondas, todo eso fue retórico.--- le aclaró la chica.
---Toda nuestra vida nos ha dicho que salvaríamos al mundo del apocalipsis.--- les recordé.
---Siempre pensé que decía todo eso solo para asustarnos y que laváramos los platos.--- respondió número 4 sin darle demasiada importancia a mi explicación.
---Yo también.--- lo secundó Amelia mientras soltaba otro suspiro.
---¿Pero y si el viejo de verdad sabía que iba a pasar?--- les aclaré.
---Si pero, ¿cómo lo sabría?--- preguntó Klaus.
---No tenemos ni idea.--- respondimos Amelia y yo al mismo tiempo.
---Okay, eso dio miedo.--- respondió el mayor mientras nos apuntaba a los dos.
---Lo que en verdad importa aquí es...el hecho de que su plan funcionó se mantiene; todos vinimos a casa, y ya que estamos aquí, hay que salvar al mundo.--- comenté, ignorando el último comentario de Klaus.
---¿Sí?, ¿qué?, ¿nosotros 3?--- preguntó el mayor con sarcasmo.
---Idealmente, no.--- le confesó Amelia.--- Pero debemos trabajar con lo que tenemos.
Los 3 íbamos saliendo de la habitación de Klaus, cuando vimos que por el pasillo venía corriendo un apresurado Diego, para entrar a la que era su habitación mientras se quitaba un chaleco que traía.
---¿Dónde estabas?--- le pregunté.
---En la cárcel.--- confesó número 2, como si no fuera nada malo.--- Es una larga historia. ¿Y Luther?
---No lo hemos visto desde el desayuno.--- le respondió Amelia.
---Dos días para el fin del mundo, que gran momento para desaparecer.--- habló Klaus con sarcasmo.
---Mierda.--- comentó Diego mientras salía de su habitación.--- Allison esta en riesgo.
Los 3 intercambiamos miradas ante las palabras que había dicho Diego, ya que desde el día anterior que no veíamos a la morena, y ni siquiera sabíamos donde se podría encontrar.
---Debemos encontrar a Luther.--- comentó Amelia que nos miraba a los 3 con preocupación.
Klaus tenía razón, y me costaba admitirlo ya que bueno...es Klaus; que gran momento habían elegido nuestros hermanos para desaparecer.
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[1] Amelia | Número 5; The umbrella academy.
AksiSir Reginal Hargreeves, un excéntrico multimillonario y aventurero, decidió localizar y adoptar a la mayor cantidad posible niños nacidos el 1° de Octubre de 1989, lo especial de todo esto, es que ninguna de aquellas madres estaba embarazada cuando...