043.

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Amelia.

---¡Te mataré por lo que le hiciste a Patch!

Sí, Diego seguía peleando contra Hazel, aunque era una pelea muy tonta, sí, Diego ya había sacado sus cuchillos en contra del agente o ex-agente de La Comisión, sí, Cinco y yo seguíamos tomando de nuestras margaritas viendo todo el show, aunque eso no quitaba que me preocupara, un poco. 

---¡Oye...!--- habló Hazel, aunque Diego lo interrumpió con otro ataque.

---Sí, creo que sería bueno que Diego escuchara lo que Hazel tiene por decir, pero es tan terco.--- le comenté al chico a mi lado.

---Da igual.--- me respondió Cinco quitándole importancia al asunto. 

---¿¡No van a detener esto!?--- gritó Hazel en nuestra dirección.--- ¿¡Qué esperan!?

Pero apenas y pudo terminar su oración, ya que en un descuido, Diego logró encajar una de sus cuchillas en la pierna del grandote, causándonos una mueca de dolor a mí y a Cinco, y un gritó de parte del agente. Por su parte, Hazel logró propinarle un puñetazo en la cara a Diego.

---Todo eso debió doler.--- comentó Cinco.

---Sin duda.--- le respondí.

Hazel se quitó el cuchillo de la pierna como si nada, mientras que Diego se le fue encima para propinarle más golpes en el cuerpo, en un momento, Hazel tomó a Diego cargándolo e inmovilizándole los brazos para que ya no lo golpeara, pero número 2 no se quedo atrás y le mordió una oreja. Esto ya fue demasiado lejos.

---Deberías detenerlos.--- le murmuré en voz baja a Cinco, sin quitar mi mirada de la pelea.

De reojo, pude notar como Cinco solo asintió, y sin contestar nada se transporto a una mesa que quedaba justo a un lado de toda la pelea, para golpear a Diego con un jarrón de vidrio, dejándolo inconsciente en el suelo.

---Morderte estuvo de más.--- le comentó Cinco a Hazel, mientras el chico regresaba a su lugar.

---Eso también fue excesivo.--- le comenté a Cinco mientras a puntaba a nuestro hermano en el suelo.--- Peleas bien grandulón.

---Hazel, no sé que me viniste a decir.--- habló cinco nuevamente, después de mi cumplido hacía Hazel, colocándose al lado del agente.--- Pero mejor hazlo rápido...antes de que despierte.

---Dejé a mi compañera, renuncié a La Comisión y vine a ayudar.--- confesó Hazel.

---¿Para qué?--- le pregunté.

---Para impedir el apocalipsis.--- comentó el ex-agente tratando de ser obvio.

Cinco soltó unas pequeñas risas mientras tomaba de su margarita, mientras yo desviaba mi mirada de Hazel a Cinco, sí bueno, ¿cómo le explicábamos?

---¿Qué rayos te resulta tan gracioso?--- preguntó Hazel serio.

---Antes de responder eso...¿por qué quieres ayudarnos?

Noté como Hazel se removió incómodo en el lugar donde seguía parado ante la pregunta de Cinco.

---Digamos que estoy interesado en una tienda de donas.--- fue lo único que respondió el grandulón.

---Lamento decepcionarte pero llegas demasiado tarde.--- le confesé con simpleza.

---El hecho de que estés aquí significa sin ninguna duda, que ya no habrá apocalipsis.--- le explicó Cinco.

---¿En serio?, ¿están seguros?--- nos preguntó Hazel, sin poder creer lo que le decíamos.

---Murió...el causante. Lo encontramos esta mañana.--- le informó el chico a mi lado.--- Tú eras la última incógnita que quedaba en la ecuación.

---Carajo, ¿en serio?--- preguntó por segunda vez Hazel, pero ahora se notaba más aliviado y feliz.

---Al parecer sí.--- le mencioné.

---Contigo afuera, ya no vendrán los jinetes.--- le volvió a explicar Cinco.

Noté como Hazel hizo una pequeña celebración ante la noticia, por lo cual no pude sentirme alegre al pensar en eso; ya no habría fin del mundo.

Hazel se acercó con nosotros, muy feliz, mientras se sentaba en uno de los taburetes del mini bar, a un lado de Cinco. El grandulón tomo lo que quedaba en la licuadora de la margarita, y le dio un gran sorbo para después dejarla donde mismo.

---¿Y ahora qué?--- preguntó Hazel.

---Francamente, no lo sé.--- le respondió con sinceridad Cinco.--- Llevo tanto tiempo en esto que...jamás pensé que haría después. No lo sé, ¿y qué hay de ti?

---Me cansé de toda esta locura.--- se sincero el ex-agente.--- Empezaré de 0. Hagan como yo.

---Es buena idea.--- lo apoyé.

---Eso no es tan sencillo.--- respondió Cinco.

---No tiene por que ser tan difícil. Míralo de esta manera: si nunca hubieras viajado en el tiempo y nunca hubieras conocido a la Encargada, ¿qué habría pasado?--- le preguntó Hazel al chico.

---No estaríamos aquí, ahora.--- respondí por Cinco, mientras él volteaba hacía atrás para ver a Diego aún inconsciente.--- Haremos que sea sencillo.

Sin temor ni vergüenza alguna de que Hazel nos estuviera viendo, tomé la mano del chico sobre la mesa del mini bar, obteniendo su atención de nuevo, ya que Cinco regreso su mirada primero a nuestras manos juntas, para después mirarme a los ojos mientras sonreía, pero era una sonrisa amplia, no como siempre lo hacía para los demás.

---Haremos que sea sencillo.--- repitió el chico asintiendo en mi dirección.

---Bueno, ahí tienen.--- nos apoyó Hazel.--- Ahora pueden crecer...juntos. Buena suerte.

Ambos sonreímos en su dirección, mientras veíamos como el hombre se levantaba de su lugar junto a nosotros y se dirigía hacía la puerta de la academia, no sin antes de que Cinco hablara.

---Hazel, una última cosa antes de que te vayas.--- le pidió el chico mientras volteaba con él, por lo tanto yo también lo hice. 

---Claro.--- le contestó el hombre.

---¿Quién de ustedes mató a la detective Patch?--- le preguntó el chico. 

Y sabía el porque de la pregunta, Diego nos había dejado muy en claro lo importante que había sido para él aquella detective, aunque no la conociéramos, y era importante para él quien había apartado a la chica de su lado.

---Mi compañera.--- nos confesó Hazel.

En cierto punto, me alegraba que Hazel no hubiera hecho eso, después de todo de los 2 agentes, él era el que mejor me caía.

---Oh, es una lástima.--- respondió Cinco soltando un suspiro.--- Su arma habría ayudado a nuestro hermano.

---Bueno, es tu día de suerte amigo.--- comentó Hazel mientras de su espalda sacaba 2 pistolas.--- Les dejo las dos.

Hazel se volvió a acercar a nosotros y dejo ambas pistolas en la mesa del mini bar, frente a nosotros. Esto sin lugar a dudas le ayudaría mucho a Diego, más que todo para librarse de la policía.

---Ya no voy a usarlas.--- fue lo último que nos dijo el hombre para volver a dirigirse a la puerta, pero ahora yo le hablé.

---Hazel.--- le llamé, logrando que él volviera a mirarnos.--- Gracias, en serio.--- le comenté con una leve sonrisa en su dirección, obteniendo un asentimiento por parte de él, para después dirigirse finalmente a la puerta.

Solo para decirles, estoy muy emocionada porque esta historia ha llegado a sus más de ¡15.5 K de leídas! En verdad estoy feliz; feliz de mi esfuerzo y feliz de que a todos ustedes les este gustando ese esfuerzo, se que un tiempo estuve muy desaparecida por la universidad, pero ahora que estuve de vacaciones quería aprovechar y subir la mayor cantidad de capítulos que pudiera antes de volver a clases, y me alegra decir que cada vez estamos más cerca del final.

Hace mucho que no escribía notas en los capítulos y en verdad lo extrañaba :') jajaja Espero que les guste este capítulo, al igual que los anteriores, y si es así no olvides dejar tu voto y comentario, yo todos los comentarios los leo y me divierto mucho al ver todo lo que ponen jajaja

[1] Amelia | Número 5; The umbrella academy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora