023.

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Cinco.

Había regresado junto a Amelia a la academia, teníamos que hablar con nuestros hermanos sobre el apocalipsis, era momento de decirles la verdad y encontrar alguna solución para impedir el fin del mundo. Amelia se fue a su habitación ya que quería descansar, ya que por cuidarme toda la noche, ella no pudo dormir como necesitaba.

Caminaba por uno de los pasillos de la academia, viendo los pequeños señalamientos que papá tenía pegados en las paredes, cosas que utilizaba para entrenarnos cuando eramos más jóvenes. Hasta que crucé con otro de los pasillos, uno que daba directo a la puerta de Klaus, el cual estaba adentro de su habitación rascándose de una forma muy desesperada. 

Aquello me extraño, ya que no eran las actitudes de Klaus, pero algo llamo mi atención; y es que en el suelo había rastros de sangre, que conectaban la habitación de mi hermano con la del baño, donde se podía ver como en la bañera también había manchas de esto.

Entré a la habitación de Klaus, no sin antes tocar la puerta, para avisar de mi entrada.

---¿Estás bien?--- le pregunté a número 4, mientras me adentraba a su cuarto.

Soltó un suspiro.--- Si, solo tuve...una noche larga.

---Más de una por lo que parece.--- le comenté.

---Sí.--- fue lo único que contesto mientras se colocaba una playera cosa que hacía con demasiada lentitud.

---No recordaba esas placas.--- le comenté, mientras lo observaba fijamente.

Creo que ya se que es lo que tiene.

---Si, pertenecían a un amigo.--- me respondió Klaus.

---¿Y ese tatuaje nuevo?

---No recuerdo habérmelo hecho.--- respondió mi hermano mientras hacia ademanes con sus manos.--- Ya te dije, fue una noche larga.

---¿Lo hiciste, no?--- le pregunté con una sonrisa irónica en mi rostro.

---¿De qué hablas?

---Yo se reconocer los síntomas, Klaus.--- le respondí, mientras iba acercándome a él.

---¿Los síntomas de qué?--- me pregunto.

---Desfase de horario, comezón general, dolor de cabeza como si te hubieran metido una caja de algodones por la nariz hasta el cerebro.--- le respondí mientras Klaus iba levantando su mirada.--- ¿Me vas a hablar de eso?

---Tus amigos, cuando irrumpieron en la casa y no te encontraron, me tomaron a mi de rehén.--- me confesó Klaus, mientras me fulminaba levemente con la mirada.

---Y a cambio les robaste el maletín.--- capté su idea.

---Sí...creí que tenía dinero o algo de valor, no lo se, lo que sea.--- me respondió el mayor.--- Y lo abrí.--- soltó un suspiro.

---¿Y al siguiente instante estabas dónde?--- le pregunte comenzando a desesperarme.---O mejor dicho, ¿cuándo?

Había sido un gran error de parte de Klaus haber robado ese estúpido maletín, y sobre todo abrirlo. 

---¿Qué diferencia hay?--- me preguntó Klaus, sin darle la suficiente importancia a la situación.

---¿¡Qué di...--- solté un suspiro de frustración.--- Haber, ¿cuánto tiempo te fuiste?

---Casi un año.

---¿Un año?--- le pregunté sorprendido.---¿Sabes lo que significa?

---Si, soy 10 veces más viejo.--- me respondió Klaus.

[1] Amelia | Número 5; The umbrella academy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora