•Capítulo 8•

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Aurora 

Me despierto cunado los perros comienzan a ladrar, intento mover mi cuerpo pero no puedo por un enorme peso que siento en la mitad de mi cuerpo miro a Miguel con una mueca.

—Miguel, despierta — intento sacar mi brazo y a duras penas lo pude lograr, me levanto del suelo me asomo a la ventana y veo como mi papa esta estacionando el auto. Mierda.

—¡Miguel despierta! — me acerco a el y lo zamarreo un poco, se mueve un poco pero solo es para acomodarse y seguir durmiendo, suelto un suspiro —. ¡Miguel vamos despierta! — se sobresalta y cae del sillón, si estaríamos en otra situación me reiría pero no es el momento —. Mi papa llego te tienes que ir — me mira sin entender nada —. Dale párate no te quedes ahí tirado — lo ayudo a ponerse de pie. Lo arrastro escaleras arriba cuando llegamos a mi pieza se escucha la puerta ser abierta suelto un suspiro.

—¡Aurora! — me llama mi papa, siento como los nervios de apoco se van apoderando de mi.

—¿Qué pasa papa? — trato de sonar lo mas natural posible. 

—Nada, quería saber si estabas despierta.

—Bueno — por suerte da finalizada la conversación. Miro a Miguel y me doy cuenta que esta solo en ropa interior rápidamente me pongo colorada el me mira sin entender hasta que baja su mirada a su cuerpo.

—¿Qué paso Aurora? — me habla en susurros.

—Nada, viniste borracho y golpeado a mi casa solo te intente ayudar — le respondo de igual manera.

—¿Y mi ropa? — me mira con una media sonrisa, lo miro molesta.

—Estaba toda sucia y bueno la lave — me doy cuenta que la ropa quedó en la secadora —. La ropa la deje en la secadora — me paso la mano por el pelo y suelto una maldición —. Y si mi papa la vio me va a matar — dios que más podría pasar.

Escuchamos como alguien esta subiendo las escalares y después sus pasos por el pasillo, miro a Miguel y le indico que se meta en el armario pero cuando lo estamos haciendo la puerta se abre y Agus nos mira con las cejas alzadas .

—Te lo puedo explicar — me acerco a ella rápidamente y cierro la puerta. 

—Obvio que me vas a explicar que paso acá — nos mira a ambos con sus manos en forma de garra.

—Después te lo explico, ahora vengo — miro a Miguel —. No te muevas de acá — salgo corriendo hacia abajo y me lo encuentro a mi papa lo saludo, paso por su lado y me voy para el baño tomo la ropa de la secadora y trato de esconder la ropa detrás de mi, por suerte no me encuentro a mi papa en el camino a la habitación. 

—Toma — le lanzo la ropa bien entro a la habitación.

—Si mariposa — lo miro y me muerdo el labio inferior girando los ojos.

—Son los mas tierno — salto en mi lugar al escuchar la vos de Agus.

—Ya te podes ir — empujó a mi hermana hacia la puerta.

—Yo me voy sola — toma mi mano y la quita de su espalda —. Pero me voy con la condición que me digas todo lo que paso esta mañana — me dice con advertencia en su voz.

—Si como sea pero ya sal de la habitación — sale completamente de la habitación y no dudo ni un segundo en cerrar la puerta en su cara, volteo a mirar a Miguel y el ya esta vestido.

—¿Por donde me voy? — me mira.

—Por el balcón — señaló a la ventana, salimos hacia afuera y desde acá se puede ver la moto de Miguel, mierda papa sabe que esta acá.

—Que pasa mariposa — salgo de mis pensamientos y lo miro.

—Tu moto, mi papa seguro la vio — el se lo queda pensando y termina asintiendo.

—Me tenes que decir que paso anoche, no me acuerdo de nada — comienza a hacerse un rodete. 

—Ahora no puedo, te nenes que ir y además vos también me tenes que decir muchas cosa, desapareciste una semana y apareces borracho y golpeado — lo miro seria el me mira levanta su mano hasta mi mejilla y la acaricia.

—Te voy a contar todo, solo espera un poco más — puedo sentir que me dice la verdad.

—Esta bien — lo miro y me acercó más a él me pongo de puntitas y le doy un beso en la mejilla —. Ahora vete — el se ríe.

—Esa no es una despedida — antes de que pueda decir algo, me agarra de la cintura y me besa le sigo el beso subo mis mano a su pecho y el me aprieta más hacia el, termino apoyada en la baranda del balcón, escucho un pequeño ruido y me separo rápidamente y miro a Miguel.

—Ya vete.

Se separa de mi y pasa una pierna para el otro lado y después la otra antes de irse me da un pequeño beso, antes de subirse en la moto me mira y me saluda moviendo su mano, le devuelve el saludo se sube a la moto y arranca a toda velocidad, me quedo un rato en el balcón miran el cielo esta tan lindo cundo estaba por entrar sale Agustina y me da la puerta el la cara.

—Ay mi nariz — me quejo tocando la zona afectada.

—Ups fue sin querer — suelta una risita algo nerviosa.

—Me dejas pasar, gracias — paso por su lado y voy directo a mi cama, me acuesto boca arriba y Agus se sienta en los pies de la cama, me zamarrea las piernas.

—Basta Agus, a veces pienso que no pareces la hermana mayor — me río, siempre la molesto con lo mismo.

—Si como tu digas, pero no te salvas de contarme todo lo que paso .

—Bueno, ¿Qué quieres saber? — me siento en la cama y la miro.

—No te hagas, explícame todo desde el principio hasta el final.

—Bueno pero no cuentes nada, vino a casa borracho y se quedó dormido en el sillón. 

—¿Eso fue todo? — me mira dudando.

—Si, ¿Qué más quieres que te cuente? — levanto una ceja.

—Estaba casi en bolas cuando vine, ¿Y no paso nada de nada? — se ríe y me mira pícara.

—No paso nada de lo que te estés imaginando, vino con la ropa sucia y bueno la lave y nada más.

—Esta bien te voy a dejar tranquila por ahora — me dice riendo.

—Gracias — tomo su mano.

—¿Gracias?¿Por qué? — me mira algo confundida.

—Por estar siempre para mi — ella me abrasa y nos separamos cuando escuchamos que los perros labran avisando que vinieron mis hermanas o mi mama.  

—Vamos papa digo que cuando vinieran las nenas comemos — me dice parándose de la cama.

—Bueno ahora bajo, anda yendo — le muestro una sonrisa.

—Bueno no tardes — me devuelve la sonrisa. Escucho que suena mi teléfono y es de un mensaje de Miguel preguntándome si nos podemos ver esta noche le respondo que si, voy para abajo.

Aurora (corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora