Aurora (corrigiendo)

•Capítulo 25•

Narrador omnisciente

Mientras Aurora trata de hacer lo posible para escapar de aquella pesadilla, en una oficina alegada de todo lo que pasa en las habitaciones donde tiene a todas esas chicas, la responsable de su sufrimientos, habla con Ezequiel.

- No puedo creer que sea tan idiota de dejar a esa puta viva, ¿Cómo no te diste cuenta?.

- No lo se, cuando yo la deje en la ruta estaba muerta, y además ¿Qué esperabas que hiciera? Que la deje con Aurora que le estaba dando ideas de poder escapar de acá, ya me encargue de las dos, problema solucionado - dice haciendo un gesto con sus manos como si estuviera limpiando algún rastro de polvo.

- Unos de los dos problemas te salió mal porque la puta declaró todo lo que sabe, dijo que la mocosa está viva, y además ¿Qué le hiciste a la mocosa? - pregunta la mujer algo alterada.

- Lo que tenía que hacer hace mucho, yo lo disfrute y ella también, no hay problema, a demás ahora esta más asustada e indefensa, la tengo en mis manos justo donde la quería, de nada - le responde con una sonrisa de orgullo.

- Si esa puta llega a quedar embarazada, vos vas a pagar el aborto - dice la mujer señalándolo con el dedo.

- Si Aurora llega estar embarazada, no va a abortar, va a criar mi hijo quiera o no - dice Ezequiel dando un golpe en la mesa. El responde firme, la desafía con la mirada cundo la mujer está por hablar, la puerta es golpeada y entra un de sus hombres.

- Perdón señora que la moleste - dice un hombre de unos cuarenta años - Ezequiel te busca la muchacha, creo que es de la habitación 23.

- Viste que funciono lo que hice - dice con aire de superioridad, pero la mujer lo sigue viendo como un estúpido.

- ¿Sos idiota o sordo?, no escuchaste lo que te dije hace unos instantes, que la puta que creíste que mataste esta viva y declaró todo, y a vos te conocen,  seguro ya te están buscando y yo no me voy arriesgar por un incompetente con vos - Ezequiel se queda sin habla, se pone muy nervioso hasta el punto que le tiemblen las manos, toma una fuerte respiración y habla.

- Pe-pero yo la vi, no tenía vida cuando la dejé ¿y-y ahora que vamos hacer?.

- Lo que vos vas a hacer, es escucharme a mi y obedecer - dice mirando al muchacho y el solo asiente con la cabeza agacha.

Aurora

Cuando el hombre se va me pongo muy nerviosa, no se que pensé cuando dije que traiga a esa mierda acá, y si lo hace de nuevo, no quiero pasar por eso de nuevo, con solo pensarlo me dan náuseas.

- ¿Qué crees que estas haciendo? ¿Acaso estas loca? - me dice la chica rubia desde su cama.

- No lo se, trato de hacer lo posible por escapar de acá.

- Te va hacer lo mismo, no se puede confiar en personas como el, yo te doy mi... - se calla cundo escuchamos tres golpes en la puerta.

- Escuche que alguien me llamaba - dice Ezequiel entrando por la puerta, cuando lo miro veo sus ojos y recuerdo lo que me hizo, siento como las lágrimas se me acumulan en los ojos y agacho rápidamente la cabeza - te tengo una buena noticia - dice con tono alegre - nos vamos a ir de acá, ¿Qué te parece la noticia?.

- ¿A donde me vas a llevar? - levanto rápidamente la cabeza cuando termina de pronunciar esas palabras.

- Va hacer un lugar muy lindo, ahora en un rato te voy a venir a buscar y nos vamos - se despide dándome un beso en la frente y se va, cuando la puerta se termina de cerrar, suelto el aire que no me di cuenta que estaba reteniendo.

- Es una buena noticia, por los menos no te van a vender - dice la rubia parándose de la cama.

- No cambia nada, de todos modos voy a estar con un loco que me violo y que es más que seguro que lo va a volver hacer una y otra vez hasta que se canse - me mira con dolor en sus ojos, cuando creo que no va decir nada más habla.

- ¿Te puedo pedir un favor? - me dice con una pequeña sonrisa pero se le cae una lágrima, yo solo asiento - me llamo Melani y pensando que podes salir de acá quizás te dan la oportunidad de estar un poco más libre que esto, al punto que quiero llegar es si podes mandar una carta - camina hasta su cama y bajo de la almohada saca un sobre y me lo extiende hacia mi - tengo un hijo que me sacaron por no poder cuidarlo, esta con el papa y hice lo posible por recuperarlo, me trajeron acá engañada me dijeron que lo podía recuperar pero fue todo mentira y bueno, solo te pido eso - dice limpiándose unas cuantas lágrimas, lo tomo y lo miro tiene una dirección.

- Voy hacer lo que pueda, por ti y tu hijo - me da un abrazo, la puerta se abre.

- Ya estoy listo nos vamos - dice Ezequiel y me agarra del brazo, y me saca de la habitación -bueno espero que estés feliz por venir conmigo y antes de irnos hay una sorpresa que te espera - dice y me arrastra por unos pasillos, no caminamos tanto cuando llegamos a una puerta amarilla la pintura está muy gastada parece vieja, y cuando la abre hace un ruido que afirma que es muy vieja.

Cuando salimos hay una camioneta negra con los vidrios polarizados, y al lado de esta hay una mujer dada vuelta, cuando escucha el sonido de la puerta siendo cerrada se da vuelta, cuando la la veo siento una alegría enorme, me encontraron me salvaron, me suelto de Ezequiel y corro a abrazarla, siento como se me caen las lágrimas de la emoción.

- ¿Qué haces Aurora?, no quiero que me toques, mírate estas sucia - me separa bruscamente de ella y me mira con cara de asco, como si sintiera repulsión hacia mi.

- Pero mama, no me dejes acá no me dejes con el - rompo a llorar, no me puedo contener siento un enorme dolor en el pecho.

 -Mira Aurora yo no soy tu mama, no me compares con esa puta, a lo que venía es a decirte que te comportes, vas estar con Ezequiel por un tiempo.

-NO QUIERO IR, NO QUIERO ESTAR ACÁ NONO LOS QUIERO VER MÁS, LOS ODIO - salgo corriendo para la carretera, escucho que vienen corriendo atrás mío, trato de correr más rápido pero siento como se me tiran encima y mi cuerpo concha contra el pavimento.

- ¿Por qué haces las cosas tan complicadas Aurora? - me dice Ezequiel, me para bruscamente del suelo, siento un enorme dolor en mi pierna derecha, la miro y tengo un gran raspón en mi rodilla y parte de mi muslo, me lleva hasta la puesta de la camioneta y me obliga a subir, pero el no sube conmigo, se da la vuelta y sube en la parte del conductor.

- Espero que no me causes muchos problemas, no se si te tengo que hacer acordar que Miguel esta muy preocupada por su novia, y ni hablar de tu padre - me dice Dolores con una sonrisa malvada en su rostro.

- No les hagas daño, por favor - le respondo llorando.

- Eso va depender de como te comportes - cierra  la parta y la veo alejarse.

- Mira a lado tuyo hay un bolso que tiene ropa, quiero que te la pongas sin discutir - lo miro y sin pelear hago lo que me dice, en el bolso hay unos pantalones largos unas medias y zapatillas, una polera, me pongo todo sin discutir, a demás hace frío, también hay una manta me acuesto en los asiento y me tapó y trato de quedarme dormida y descansar.