Hanbal (#1 Saga Mc Angele's Kings)

Capitulo 11

CAPITULO EDITADO

Hanbal

Dia siguiente...

Ayer pase de maravilla, no me arrepiento de nada. Miro a mi mujer dormida sobre mi pecho sigo estando duro con tal solo de mirarla, mi mano pasa por su cabello acariciándole y comienzo a recorrer su rostro.

— Déjame dormir— susurra con los ojos cerrados, se da la vuelta dándome la espalda.

Que mujer mas terca.

— Despierta mujer, tengo que hacerte el desayuno. Tienes que ir al trabajo también — murmuro en su oído y ella gruñe, duerme de nuevo entonces decido besarla, ella me sigue el beso hasta que nos separamos por nuestra respiración comienzo a meterme entre las sábanas y bajo hasta sus pechos comienzo a chupar uno de pezones y con el otro juego, ella suelta un gemido
de placer.

— ¿Qué haces? Quiero dormir — pregunta con una voz ronca mientras sigue con sus ojos cerrados.

— Quiero hacerte el amor ángel — comento cuando comienzo a bajar mi mano hasta su parte íntima sin ningún permiso entran dos dedos dentro de ella y jadea.

— Hanbal — gime, sonrío con una sonrisa.

Me encanta cuando gimes mi nombre

— Me encanta cuando gimes mi nombre, Ángel — digo mientras la miro y la beso en los labios.

— Necesito que estes dentro mío — expresa con un tono entrecortado comienzo a entrar poco a poco dentro de ella y lentamente la embisto con un poco de fuerza.

Carajo, como me encanta ella.

— Mas rápido Hanbal — es lo único que dice, asiento con la cabeza varias veces, hago lo que me dice la embisto rápido y duro hasta que nos corremos los dos.

Carajo, como me encanta ella, repito de nuevo.

Horas más tarde...

Hace una hora que llegué al club con una sonrisa de oreja a oreja porque estuve todo el día con mi ángel, me dirijo a mi oficina y cierro la puerta para que me dejen solo.

Por otro lado, no puedo dejar de pensar ella, no lo puedo evitar porque las imágenes que tengo en mi cabeza de lo que hicimos ayer y hoy. Quiero a esa mujer como mi vieja dama, debo admitir que ninguna mujer me hacía así, aunque ellas me tienen miedo nunca me sentí completo, no sentía nada.

Darla cambiará mi vida y estoy seguro de eso. Quiero que sea mi vieja dama, quiero que más adelante sea mi esposa y madre de mi hijo.

Parezco una jodida niña al pensar todo mi futuro, pero no me importa. Mis pensamientos son interrumpidos cuando Nkosi llama la puerta

— Prez abra la puerta, es urgente — dice golpeando desesperado.

¿Por qué siempre me interrumpen cuando trato de pensar?

— ¿Qué paso? — cuestiono.

— La comisaría fue destruida, bomberos y ambulancias están ahí — informa.

Mi mujer fue a la comisaria ¿Qué será que pasó?

Me levanto rápido de mi asiento y salgo de la oficina con un temor y un presentimiento muy horrible, la sensación que tengo en este instante en mi pecho es muy mala porque mi chica estaba en esa comisaria.

Mi chica tiene que estar viva, tiene que tener un futuro conmigo, tiene que ser mi vieja dama porque estoy enamorado de ella, siento cosas por ella que jamás imaginé y no le pude confesar.

Espero que mi mujer esté bien