Hanbal (#1 Saga Mc Angele's Kings)

Capitulo 23

CAPITULO EDITADO

Hanbal

Día siguiente...

Me he despertado temprano por culpa de Musim quien dijo que era una urgencia, mi mujer se levantó al instante para ir al baño luego se acostó de nuevo.

— Llámame si necesitas algo — hablo y asiente con la cabeza.

Musim y yo estamos ahora mismo en la oficina resolviendo algunas cosas, escucho que tocan la puerta y nos miramos entre nosotros.

— ¿Esperamos a alguien más? — pregunto y niega con la cabeza cuando voy a hablar, la puerta de mi oficina se abre con un portazo.

— ¿Dónde esa muchacha? — pregunta mi abuela sin saludar.

¿Qué hace ella aquí? Luego me recuerdo de la conversación que tuvimos ayer.

— Abue...— interrumpe.

¿Dónde está? ¿Le paso algo? — interroga angustiada.

— Abue... — interrumpe de nuevo.

— Abuela te llame porque necesito tu ayuda — me quejo como un niño pequeño.

— Primero, déjame ver a la muchacha y después me podés contar todo — dice

— Esta en la cocina — respondo con un tono bajo y bufo cuando ella sale rápido del lugar comienzo a perseguirla, me encuentro con una escena que a mi abuela le sorprende y ríe porque mi mujer está comiendo como una cerda la torta de chocolate que le preparé esta mañana, se da vuelta y se pone pálida cuando me ve porque no quiero que coma mucho dulce, esconde la cuchara y sonríe.

— Ángel, quiero que conozcas a mi abuela nos ayudará a partir de hoy —anuncio.

— Mucho gusto — dice con la boca llena y niego mi cabeza.

— Ángel ¿Que te he dicho de comer todo apresurado el chocolate? — pregunto con los brazos cruzados y siento un golpe en mi estómago.

— No la regañes, es normal en su estado- me regaña mi abuela y Darla me saca la lengua como una niña pequeña, la miro asombrado y ofendido.

— Ángel que haces parada tienes que descansar el doctor dijo que tienes que guardar reposo — le regaño.

— No me contestabas el teléfono entonces vine por mi cuenta — se excusa mientras que se acerca a mi para poder abrazarme, nos abrazamos y escucho que suelta un sollozo, la aparto.

— ¿Que tienes ángel? — pregunto preocupado.

— Me siento feliz por conocer a tu abuela — comenta limpio sus lágrimas.

— ¿Quieres ir a descansar? Después podrás hablar con ella todo lo que quieras — pregunto y ella asiente con la cabeza.

— Pero descansar contigo, quiero estar contigo — dice abrazándome como una niña pequeña.

— Está bien, vamos a la oficina entonces — digo con ternura

— Abuela, llevaré a mi mujer a descansar, quiero hablar contigo de algo importante, enseguida vuelvo — expreso y ella asiente con la cabeza sonriendo comenzamos a ir a mi oficina y abro el sofá cama para que duerma mi mujer. Nos acostamos y ella enseguida duerme.

Minutos después...

Salgo de la oficina y me voy directo a la sala, miro a mi abuela que está tomando una taza de café y leyendo una revista, aclaro mi garganta, me mira.

— ¿Por qué me llamaste? — pregunta.

— Quiero pedirle a mi Darla que sea mi esposa y mi vieja dama, necesito tu ayuda para poder organizar todo — explico murmurando y chilla feliz.