Hanbal (#1 Saga Mc Angele's Kings)

Capitulo 13

Dedicado a danisan571

CAPITULO EDITADO

Hanbal

Unos meses después...

Han pasado seis meses y mi mujer no despierta todavía, los padres de Darla siguen aquí decidí llevarlos a mi departamento para que se queden allí. No podía dejarlos en un hotel, se supone que son mis futuros suegros y quiero que tengan una buena imagen de mí tampoco quiero que los padres de Darla vean la casa donde vive esa mujer.

Por otro lado, estoy en la casa club y me bañando para ir al hospital comienza a sonar mi teléfono y rápido me pongo mi toalla, me voy corriendo hacia la salida e ignoro las llamadas de mis compañeros del club, atiendo la llamada sin ver quien es.

— Hola — saludo.

— Llamamos porque nuestra hija despertó y está preguntando por ti — dice una voz que se me hacía familiar.

Creo que es el papá de Darla.

Voy para allá — digo, cuelga la llamada y bufo.

Mi ángel despertó. Eso es algo increíble, quiero verla y besarla de nuevo.

Sacudo mi cabeza para no pensar, corro rápido para ponerme una remera, mi chaleco, mi bóxer y mi pantalón. Me dirijo rápido a mi moto sin importar las personas que están en mi alrededor.

Minutos más tarde...

Al llegar en el hospital entro rápido y me dirijo a la habitación de mi chica, sus padres me hacen una seña para que pueda entrar a su habitación y así lo hago, al entrar mí una escena que me parte el alma, mi mujer esta con llenos de cables por todas partes, me acerco a ella, miro que esta con los ojos cerrados.

— Hola mi ángel, me dijeron que despertaste, solo quiero que sepas que te amo, quiero estar a lado tu lado, quiero que seas mi novia — digo mientras le toco el cabello tranquilamente comienzo a acercarme para besarle los labios, pero su voz me impide hacerlo y me deja sorprendido.

— Si quiero ser tu novia Hanbal — contesto mientras se abren sus ojos poco a poco, una alegría inmensa por verla me despierta me dieron, entonces me acerco a abrazarle, pero me detengo al saber que sus heridas y quemaduras no están curadas del todo.

— Te extrañé tanto, quería que despiertes — digo poniendo mi mano en su mejilla y acariciándole con mis dedos, ella cierra los ojos para poder sentir mejor mi tacto y sonríe.

— Yo también te extrañe — dice con una lagrima en sus ojos.

— Hey, Preciosa no llores, estoy aquí contigo — trato de consolarla mirándole con ternura.

— Sólo fueron recuerdo del acontecimiento ocurrido en la comisaría — se excusa con una voz quebrada que me parte el alma sabiendo que volverá a llorar, alza su mano para tapar su cara.

— Tranquila, mi ángel. Mis hermanos se están encargando de construir una nueva comisaría solo para ti — digo.

— ¿Una comisaría para mí? — pregunta enojada mientras se aleja de mí.

Odio cuando se aleja de mí también cuando se enoja.

Creo que me expresé mal.

— No entiendes Hanbal, yo no quiero una comisaria solo para mí. Quiero para el pueblo, las personas tienen derecho a sentirse protegidas en este lugar — explica.

Ella tiene mucha razón.

— Perdón mi ángel — me disculpo apenado por mis palabras.

— Cuando salgas del hospital vendrás conmigo a vivir — digo serio.

— Pero... — interrumpo levantando mi mano para que ella no diga ninguna sola palabra.

— Voy a protegerte y es mejor que estes conmigo para no corras peligro — sugiero.

— Pero... — interrumpo nuevamente lo cual parece que le está irritando mucho.

— No hay, pero, vendrás por las buenas o por las malas — digo, ella mientras niega con la cabeza varias veces, peor se mantiene callada.

— Esta bien — accede con una sonrisa.

— Ah, lo que también quería decirte es que tus padres están aquí. Se están quedando en un departamento que tengo en la ciudad — hablo y ella palidece, se queda en shock.

— ¿Estas bien? — cuestiono preocupado.

— Ellos no son mis padres, no los quiero ver — dice con enojo y con los brazos cruzados mientras mira hacia otro lado.

— Descansa ángel, no iré a ningún lado, tienes que reponer fuerzas — cambiando de tema, para que mi ángel no se altere.

No quiero que se quede más tiempo aquí en la oficina.

— Duerme conmigo Hanbal — dice con un puchero adorable.

¿Cómo negarme a ese puchero?

— Está bien — accedo comienza a hacer ella espacio en la cama, acaricio su cabello nuevamente hasta que se queda dormida igual que yo.

Solo espero que nadie nos interrumpa en nuestro descanso.

Horas más tarde...

El doctor vino a despertarnos para ver a mi mujer quiere hacerle más análisis y curar las quemaduras que tiene en su cuerpo cuando el doctor termina hace una seña para que hablemos afuera, los dos salimos.

— ¿Cómo esta? — pregunto al doctor.

— Está bien, ella está aceptando bien los tratamientos quiero que se quede una semana aquí para que su curación sea completa — comenta mientras anota algo, me entrega los medicamentos que debo comprar.

— Lo que digas, doctor, lo haremos a pie de la letra — accedo con un tono serio mientras miro a mi novia quien tiene los ojos cerrados.

Solo quiero que ella esté bien también espero que no se enoje cuando le diga que se quedara una semana aquí.