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III

2016

Ya había comenzado la temporada de premios. Próximamente se celebrarían los de la Academia y cada periódico aseguraba que la joven, por segundo año consecutivo, sonaba como ganadora. Era indiscutible que estaba en el mayor momento de su carrera, estrenando una obra teatral y un premio Grammy mientras la crítica la impulsaba a no abandonar esa línea. Pero a la trigueña no la llenaba nada de esto. Lo más parecido a la alegría que había experimentado en las últimas semanas, fue causado por las palabras de Andy. Tras delegarle la decisión de tener o no comunicación y recibir ese <<sí>> a modo de correo electrónico se sintió más privilegiada que por el Globo de Oro que ahora ocupaba su mesilla.
Rebecca en la primera conversación dijo llamarse Luna "inconscientemente", como acto reflejo, y Andy la halagó diciendo que gustaba mucho de ese nombre, así que ni lo aclaró ni tenía la intención. Desconocía en qué momento esa mujer se hizo parte indispensable de sus días. Ahora recibir sus correos cada noche era más epifánico que apreciar las puestas del sol desde la terraza..., ¡y vaya que disfrutaba las puestas de sol que le daba Central Park! Ya ni siquiera salía tanto, solo ensayaba, trabajaba y hablaba con Andy, y cuando necesitaba beber tenía bastantes botellas en casa donde escoger...
Andy explicó que el título de su blog ("Él no es ella") se debía a que tenía pareja, un hombre, porque era el modo más definitivo de quebrar la ilusión en su amada. Pero confesó sentirse sola, aun viviendo juntos ni siquiera era de ayuda en sus tratamientos pero debía mantenerle cerca para que no saliera a informar de su estado, y Becca ni podía imaginar cómo sería elegir vivir eso a solas. En momentos difíciles ella siempre necesita de apoyo, de estar rodeada de quien realmente la ama, porque nunca lo tuvo o porque no conocía a demasiadas personas que genuinamente lo hicieran..., pero era inconcebible para la joven que alguien que lo tenía todo estuviera renunciando a eso sin darse cuenta. Porque aun con sus días enumerados, tenía el amor que ya ella desearía. Pero se rindió a rescatarlo... Becca no estaba viviendo lo de Andy, no se podía poner en su lugar por más que creyera que sí, no podía seguir pidiéndole que actuara como ella lo habría hecho si era un terreno que jamás había caminado. Aunque le daba pena la chica, no le gustaría estar en su lugar...
Fue entonces que tropezó con la rubia. Las había imaginado por un instante en la misma situación, tomando la misma postura que Andy, y aquello le dolió tanto que meneó la cabeza y trató de borrar la imagen de su mente. Pensó por un momento en sus amigas Donna y Montserrat quienes habían sufrido pérdidas, Donna desde joven a su madre y Montserrat a uno de sus hijos cuando era niño, y saber que ahora eran felices, que podían hacer una vida normal, bonita, creer en los buenos momentos, darse oportunidades y no rendirse le parecía muy valiente, desde luego si ella perdía a un ser querido de tan trágica manera no sabría recomponerse. Quizás era muy inmadura para eso, o dependiente, o muy pequeña y sensible, o tenía menos coraje para enfrentar la vida, por eso le dolía imaginar que podría perder a Élise en una forma tan definitiva y dolorosa como perdería la mujer secreta a Andy sin siquiera la oportunidad de saber que la estaba perdiendo. No sabía qué era peor, seguir amando a alguien consciente de que nunca más la tendría porque ella no quiere, o porque no lo quiere el destino. Ninguno de los dos es fácil de persuadir...

Aunque en un milagro divino me recuperase, la aparté de mala manera. Ya no la tendría y volvería a la cuerda floja. Aprecio tu optimismo, pero mis pulmones no tienen vuelta atrás, acabó todo para mí.
Recibido 10:16pm

No puedes rendirte, Andy... No hables así.
Enviado 10:17pm

Escribirle es mi modo de tenerla cerca. Saber que existe, que sí fuimos, que antes de partir disfruté el sentimiento más hermoso, me deja en calma, no pido más.
Recibido 10:19pm

Y..., ¿no la has necesitado?
Enviado 10:20pm

Sí, pero no puedo hacerlo. Yo ya tengo fecha de expiración, y a ella le queda tanto por delante... Sé que ninguno de nosotros somos eternos, pero yo es que no sé si voy a estar mañana, no puedo hacerle falta. Tuve que dejarla ir antes de que se atara más a mí, para ella quizás no es demasiado tarde. No se merece vivir la angustia de esta miserable espera.
Recibido 10:25pm

¿Tú crees que ella es feliz sin ti? Sin conocer la verdad lo más lógico sería que estuviera decepcionada.
Enviado 10:26pm

Cuando me atrevo a preguntar sobre su vida, me contestan que está excelente, y yo la veo sonreír, mas no feliz. Aunque ella es una guerrera del amor, nunca deja que las personas se rindan en cuanto a enamorarse, así que ella tampoco lo hará. De mí también se repondrá, y yo sabré verlo. Su sonrisa la conozco a la perfección, ¿cómo no? Si ha sido la sal de mi vida, y lo será en la de cualquiera que sepa apreciarla.
Recibido 10:30pm

Es hermoso lo que dices...
Enviado 10:32pm