Capítulo 5

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POV Natalia
Al ver entrar a Alba por la puerta una extraña alegría se adueña de mi cuerpo, no sé si preocuparme.

Nunca ha dado clase aquí, si no, yo lo sabría. Además, lo observa todo asombrada, como por primera vez. Supongo que no conoce a nadie, es por eso que, cuando veo que mira desesperada a su alrededor para encontrar a alguien con quien tocar, no puedo evitar compadecerme de ella (otra vez) y ofrecerme voluntaria para tocar con ella.

-¿Quieres ir conmigo?- Le pregunto. Al instante me invade el miedo a que me rechace. Aunque me he intentado autoconvencer de que esto lo hago por pura compasión, lo cierto es que me apetece tocar con ella. Me quedo mirando fijamente sus preciosos ojos, aún más resaltados por el eyeliner (que no llevaba esta mañana), esperando su respuesta con ansias.

No sé por qué no me sorprendo cuando, en vez de decirme: vale, asiente con la cabeza despacio, con duda. Parece ser que todavía no soy merecedora de sus palabras, pero poco me importa, porque ha aceptado mi invitación.

Ocultando mi alegría digo:
- Bueno, pues vamos a escoger una canción, rubia.

Nos acercamos a Laura, la profesora, y nos da unas partitura, como hemos sido las últimas en llegar, nos hemos quedado sin opciones entre las que escoger. Sin embargo, al ver de qué canción se trata, ambas ahogamos un grito de emoción. Acto seguido, nos miramos, extrañadas por la reacción de la otra, pero con una sonrisa deslumbrante en nuestros rostros. Parece ser que a ambas nos gusta, y, la verdad, no puedo estar más ilusionada. La canción en cuestión es "Comptine d'un autre été", de la banda sonora de Amélie, no es muy compleja, como ya nos ha dicho antes Laura, tampoco es una obra de un gran compositor como Bach o Chopin, pero a mí me encanta.

Hace rato que en la clase se oyen notas dispersas de los que ya están practicando, y, por lo que he podido escuchar, hay mucho nivel.

Cuando el piano por fin queda libre para que Alba y yo podamos ensayar, Laura dice:

-¡Chicos, lo siento pero ya no da más tiempo para practicar, si no, no nos dará tiempo de tocar a todos!

Genial, pienso para mis adentros, ahora tendremos que salir a tocarla a vista, para un rato agradable que podía pasar con Alba... En fin, ya nos las apañaremos.
Creo que Alba se ha dado cuenta de mi decepción, porque saca una libreta y escribe de modo que pueda leerlo:

Tranquila, ¡seguro que lo haremos genial! Yo ya la he tocado varias veces... No es muy complicada.

No puedo evitar sonreír ante la ternura que me produce que esté intentando animarme, pero su método de comunicarse conmigo me desconcierta un poco. Aún así decido decirle:

- Yo también la he tocado, espero que tengas razón. De todas formas, si sale mal seguramente será por mi culpa...

La sonrisa que Alba tenía hasta ahora en sus labios se borra de repente.

- ¿Qué te pasa, rubia?

Nada, me has recordado una cosa.

Cualquier cosa que haga que su preciosa sonrisa desaparezca me preocupa. Espera, ¿qué? ¿Qué me está haciendo esta chica?

Laura hace otra de sus interrupciones.

-Alba, Natalia, empezad vosotras, por favor.

Perfecto, encima las primeras.

Alba y yo nos sentamos en la banqueta del piano y dejo que sea ella quien empiece.

Sus manos se posan sobre el teclado con suavidad y empieza a tocar lenta y delicadamente. Me quedo embelesada y casi entro tarde a tocar mi parte, casi.
Poco a poco, la canción va complicándose y avivándose, pero Alba y yo nos compenetramos a la perfección, hace rato que no miro la partitura, simplemente me dejo llevar.
Dejo que sea Alba quien toque la parte final, repetición del tema principal, dejando todo su sentimiento. Al terminar, nos quedamos mirándonos la una a la otra. Le brillan los ojos, seguro que a mí también. Estamos muy cerca, demasiado, y no puedo evitar fijar mi vista en sus labios. Noto su mirada en los míos.

- ¡Muy bien chicas!- Doña interrupciones, Laura, hace nota de presencia.- Ha sido precioso.

Toda la clase nos aplaude, miro a Alba. Tiene la mirada clavada en el suelo y está sonrojada. Qué mona.

Después de agradecer los aplausos, nos sentamos en los pufs y escuchamos a las demás parejas, o lo intentamos, ya que de vez en cuando noto que Alba me mira, pero cuando giro la cabeza aparta su mirada. Entonces la que tiene un problema soy yo, que no sé dejar de mirarla a menos que Alba se gire y tenga que dejar de hacerlo para que no me pille. Realmente necesito poner en orden mis pensamientos.

Cuando ya han tocado todos, Laura dice:

- Espero que hayáis disfrutado, porque que sepáis que el primer dúo que tendréis será con la misma persona con la que habéis tocado hoy.
De aquí a una semana tenéis que traer  una canción, que dejo a vuestra elección, bien estudiada, y la tocaréis delante de todos los alumnos y profesores. Pondré nota. Además, os iré poniendo deberes individuales a cada uno, como es habitual. Podéis iros.

¿Cómo voy a poner mis pensamientos en orden si tengo que ver a la chica que ha causada este desorden casi todos los días de esta semana para practicar la canción? No sé qué será de mí.
Supongo que, invocada por mis pensamientos sobre ella, Alba se acerca a mí y me da un papel con un número de teléfono: Para poder quedar, pone. Luego me da otro papel doblado por la mitad, pero antes de que pueda leerlo, se va.

Desdoblo el papel.

Gracias ♥️

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Siento haber tardado. He intentado poneros el vídeo de Youtube con la canción, pero me daba problemas. Os recomiendo que la escuchéis, es muy bonita.

Your Voice~AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora