Capítulo 9

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POV Alba
Cierro la puerta lo más rápido que puedo. He estado a punto de besar a Natalia, y no me hubiese importado que pasara. Me gusta. He intentado ocultármelo, pero me gusta, aunque a ella le deba parecer una rarita que no habla.

Gracias a lo que me ha contado, ahora la entiendo. Algún día yo también le contaré qué me pasó a mí.

POV Natalia
Han pasado dos días desde que fui a casa de Alba a pedirle disculpas, desde entonces me he limitado a mirarla de reojo en clase y a apartar la vista cada vez que giraba su cara en mi dirección.
Puede que me haya sorprendido un par de veces mirándola, pero es que no puedo evitar hacerlo, me atrae demasiado como para estar desperdiciando mi vista en otra cosa que no sea ella.

Sin embargo, no nos hemos dirigido la palabra. Bueno, eso nunca pasa, dado que ella no habla, me refiero a que no nos hemos comunicado entre nosotras, y me entristece. Pero eso se va acabar ahora mismo.

El timbre que marca el final de la última clase suena y me levanto rápidamente de mi sitio para alcanzar a Alba antes de que se vaya.

-¡Alba!

Se gira en mi dirección, con una expresión interrogante. Qué ojazos por dios... Mierda, ¿qué iba a decirle?

- Yo... Esto... ¿Deberíamos quedar para practicar la canción no?

¡Es verdad! ¿Porqué no vienes esta tarde a mi casa? Total, ya sabes dónde vivo.

- Vale, perfecto. ¿Sobre las 17:00 te va bien?

Levanta un pulgar, cosa que interpreto como un sí. Cada palabra suya que me roba el silencio me provoca una enorme desdicha. ¿Qué puedo hacer yo para que pueda hablar? Juro por mi vida que no descansaré hasta conseguir que hable.

Alba agita una mano enfrente de mi cara, me he quedado absorta en mis pensamientos. Le dedico una de mis mejores sonrisas y me despido de ella.

- ¡Nos vemos luego!

POV Alba
Natalia debe estar a punto de llegar y yo estoy que me subo por las paredes. Las dos veces en las que he estado con ella de una forma más cercana hemos estado a punto de besarnos, o, al menos, de besarla yo a ella.

Tengo que controlarme.

Suena el timbre y voy disparada a abrir la puerta, pero Marina se avanza, mierda. Abre la puerta y la figura de la persona más guapa que he visto en mi vida asoma por ella. ¡Concéntrate Alba!

- Hola soy Natalia, una... Amiga de Alba. He venido a ensayar con ella la canción que tenemos que tocar con el piano la semana que viene.

Marina se gira para mirarme de forma pícara y acto seguido se dirige a Natalia.

- Claro, claro, pasa. Yo soy Marina, su hermana. Supongo que ensayaréis en su habitación, ¿no?

Se aparta a un lado para dejarla pasar. Natalia va directa a mi habitación.

- ¿Cómo sabe dónde está tu habitación?- la voz de Marina susurrándome al oído me sobresalta.

Ya te lo explicaré.

- Por supuesto que lo harás, ahora ve a ensayar venga, porque, vais a ensayar, ¿no?

Le pegó un manotazo amistoso.

¡Claro que sí! Ya te estás montando tus películas.

Marina se ríe a carcajadas y yo decido seguir el camino que ha hecho Natalia hace unos instantes, hasta entrar en la habitación.

- No sabía que usabas el lenguaje de signos.

No me esperaba ese comentario. Normalmente, para comunicarme con mi familia uso el lenguaje de signos, para no tener que estar escribiendo todo el día.

Sí, bueno... Solo lo uso con mi familia.

Natalia me sonríe de esa forma que hace que el corazón me lata más rápido. Sus ojos oscuros expresan una mezcla de cariño, protección, felicidad e ilusión.

- ¡Qué guay! A ver si me enseñas algún día.

Respiro aliviada, por un momento pensava que soltaría alguna burla hacia mi persona.

Como quieras...

- Bueno, ¿has pensado alguna canción para tocar?

Asiento con la cabeza y le acerco una partitura que tengo sobre el piano.

- Con que Toxic, ¿eh? Pues oye, me parece genial. ¿Empezamos?

Me siento en la banqueta del piano, gesto que Natalia capta al instante y se sienta a mi lado.

Estamos muy cerca, otra vez.

Al posicionar las manos sobre el teclado rozo su brazo y un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Espero que no lo haya notado.

Ambas tocamos la introducción y luego Natalia empieza con la primera parte. Luego yo la sigo, para continuar tocando juntas. Después, nos alternamos, cada vez tocamos más rápido y el sonido va en crescendo. Acabamos tocando ambas a la vez.

Tenemos la respiración entrecortada, nos ha salido perfecta.

Nuestros ojos conectan.

- Parece que no nos hacía falta ensayarla.

Las palabras de Natalia rompen el momento. ¿Acaso está aquí a disgusto?

Sí... Bueno, pues entonces no hace falta volverla a tocar. Vete si quieres.

Natalia acerca su mano a mi cara y la acaricia, retirando uno de mis mechones rubios de mi cara.
- Alba... No me malinterpretes. Era una broma, yo estoy encantada de estar aquí.

Si es que soy imbécil. Claro que era una broma, ¿en qué estaría pensando?

La mano de Natalia, lejos de alejarse de mi cara, se dirige a mi barbilla y levanta ligeramente mi cabeza. Ni siquiera me había percatado de que la había bajado

- Oye Alba... ¿Te apetece quedar mañana?

¿Pero la canción ya nos sale bien no?

- Creo que tendríamos que hacerla otra vez, por si acaso. Pero eso lo podemos hacer ahora. Yo me refería a... Bueno, a si querías ir a tomar algo, no sé.

Un ligero rubor aparece en sus mejillas. ¿Cómo decirle que no a esta mujer?

Me parece una idea estupenda.

La sonrisa se Natalia no le cabe en la cara. Acto seguido, volvemos a tocar Toxic.

Nos sale perfecta, como antes.

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¡He vuelto! Como he tardado un poco intentaré subir capítulo mañana (no prometo nada 😅).
¡Hasta pronto!

Your Voice~AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora