Your Voice~Albalia

Capítulo 26

POV Natalia
- ¿Qué se supone que estás haciendo?- digo quitándole el móvil a María por sorpresa.

- Pues, antes de que me interrumpieras, estaba intentando crear clandestinamente vuestra futura cuenta de fans oficial.

De milagro no se me cae el móvil al suelo.

- ¿Qué?- Es lo único que consigo articular.

Tal vez contarle a María lo del concurso no había sido una buena decisión. Primero nos pidió que Alba y yo le autografiáramos el culo, luego empezó a hacer chapas con fotos nuestras y ahora esto... Se le está yendo un poco de las manos.

- No entiendo por qué te molesta que dé por hecho que vayáis a convertiros en súper estrellas de la música en ese concurso. ¡Por favor! Que os he escuchado cantando vuestra canción y por poco no me da un parraque de la emoción.

- Pero María, ¿tú te estás oyendo? Me parece muy bien que tengas esa confianza en nosotras, ¡pero se te va la pinza!

- ¿Y cuándo no se me va a mí la pinza, Lacunza? Parece mentira que no me conozcas.

Me parece que esta conversación no nos está llevando a ninguna parte.

-¿Quién no conoce a quién?- pregunta Alba apareciendo por detrás mío y dándome un batido.

- Nada. María, que ya estaba haciendo de las suyas. - Digo poniendo los ojos en blanco.

-Déjala, Nat. Si ella es feliz así... - me da un pequeño pico en los labios para que no replique.

No se cansa de hacer trampas.

- En fin, si tú lo dices...-Accedo.

-¿Entonces puedo crear una cuenta de fans de Albalia? - Pregunta María esperanzada. Mucho rato llevaba ya sin hablar.

- ¡Ni se te ocurra, María Villar!- Grita Alba antes de que me dé tiempo siquiera a decir nada. Esa es mi chica. Bueno, no es de nadie, pero ole ella.

- Vale, vale... Hay que ver cómo os ponéis... ¿Verdad, Marta?- Pregunta María buscando una mirada cómplice de la morena.

- A ver, cariño, siento decirte que, en este caso, van a tener algo de razón ellas.- Responde Marta intentando mantenerse seria, sin éxito.

Oigo que siguen discutiendo en broma, pero no me entero de lo que dicen. Alba y yo vamos delante de ellas y estoy concentrada obervándola de perfil. ¿Pero cómo se puede ser tan guapa?
Alba nota que la estoy mirando, así que se gira hacia mí, me sonríe y me da un pico en los labios que se me queda corto, así que la hago pararse para darle un beso en condiciones. Sabe a vainilla, como el batido sin lactosa que se está tomando.

- ¡Pero bueno! ¡Nos despistamos un momento y no veas cómo aprovechan estas dos!- grita María para después besar a Marta, que se queda perpleja.- Yo también quería- confiesa María encogiéndose de hombros.

Todas empezamos a reír. ¿Cómo he podido estar tantos años sin hablarme con esa loca?

POC Alba
Después de un rato. Nat y yo nos despedimos de María y Marta y nos vamos a la escuela de música a ensayar nuestra canción.

Desde el primer momento todo nos había resultado muy fácil. Natural, incluso.
Confieso que la mayor parte de la letra fue idea mía. Al no hablar durante tanto tiempo, intentaba plasmar en el papel todo lo que sentía para así llegar a transmitir a otras personas y eso me ayudaba enormemente a la hora de componer.

Eso, más la melodía y el acompañamiento a piano que había nacido de Natalia, habían hecho que surgiera una canción de la que ambas nos sentíamos orgullosas.

Me siento junto a Natalia en la banqueta del piano del aula que nos han dejado para practicar. Es un aula preciosa, como todas las de la escuela. Una de las paredes es, directamente, un cristal a través del cual se puede ver un patio interior. El resto de paredes son de madera pintada de blanco y un pentagrama las atraviesa. En el suelo hay parqué y, dentro del aula, tan solo un gran piano, algún atril y micrófonos.

- ¿Estás nerviosa?- Me pregunta Natalia mientras me masajea la espalda.- Falta menos de un mes para el gran día.

Suspiro dejándome relajar por su masaje mientras pienso una respuesta.

- Estoy nerviosa, pero son nervios buenos, supongo. Tengo ganas de que llegue el día y, aunque no ganemos, la experiencia está siendo maravillosa.- respondo mirándole a los ojos.

- Eso es porque tú eres maravillosa. - dice devolviéndome la mirada con intensidad.

De repente, comienzo a reírme.

- ¿Pero y a ti qué te pasa ahora? ¿No te estarás riendo de mí, no? - pregunta Nat haciéndose la ofendida.

- No, no es eso. - aclaro mientras sigo riéndome. - Es que siempre me he reído de lo cursis que son las películas románticas y ahora me doy cuenta de que no son nada comparado con lo que vamos soltando nosotras dos.

- Algo de razón tienes.- coincide. - Pero, dime. ¿No es mejor decirles a las personas que quieres lo que significan para ti, antes de que ya no puedas hacerlo? ¿Si no las dices en el momento, quién y cuándo lo hará?

Sus palabras me calan hondo y hacen que me emocione.

- Si es que, ¿cómo no voy a ser cursi contigo?- digo antes de besarla, con lágrimas en los ojos.

Nos quedamos abrazadas una ratito, como ya es costumbre, hasta que Natalia se separa.

- De todo menos ensayar. Venga, ¡vamos a practicar!- dice con una gran sonrisa en la boca.

Nos posicionamos y nuestra canción, Quimera, empieza a brotar del piano y nuestras voces.

Desdibujo el aire, me he olvidado de querer
Vuelvo a retorcerme en tu lado de la cama
Por si apareces con mis llaves

Te imagino sin dormir
Leyendo las paredes
Borrando nombres que no fui

Te busco en los affaires
Como si fueras a volver

Vuelvo a renombrarte
En alguna hoja rota
Desolvidando los dolores

Te imagino sin dormir
Leyendo las paredes
Borrando nombres que no fui

Prendo el alquitrán
Por si apareces en el humo
Los cristales nos empañan
Los ojicos piden calma

Te imagino sin dormir
Leyendo las paredes
Borrando nombres que no fui

Pensaba levantarme
Hacerte un trono
Y quemarlo como a todos

Se me acaba la despedida
Guardaste la paz en mi
Me revienta el corazón
Busco aire en el pulmón
Te dejé mi inspiración

Prendo el alquitrán
Por si apareces en el humo
Los cristales nos empañan
Los ojicos piden calma

Prendo el alquitrán
Por si apareces en el humo
Los cristales nos empañan
Los ojicos piden calma

Prendo el alquitrán
Por si apareces en el humo
Los cristales nos empañan
Los ojicos piden calma

Para ti, pa' quién si no

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¡He vuelto!
Lo mío no tiene perdón, lo siento.
Me apetecía acabar la historia, aunque ya nadie se acuerde de ella.
Espero que os haya gustado el capítulo y que estéis tod@s bien con esta situación que nos ha tocado vivir.
Mucho ánimo❤