|Capítulo veintidos|
Salí del auto y espere a que Harry aparcara el auto en el estacionamiento, cuando regreso, entramos a la fiesta.
Grace me había prestado el vestido, era bastante corto, dejaba al aire mis hombros, aunque no me agradara usar este tipo de ropa, debía aceptar que era muy lindo.
—¿Ya sabes lo que hay que hacer, verdad?—Asentí.
Camine hacia el pasillo y toqué algunas veces la puerta, un “pase” se hizo presente y entré.
—Hola.—Saludé mientras me acercaba al escritorio.—Soy _________ Hudson.—le extendí la mano al hombre que estaba allí sentado, el la tomo y me sonrió.
—El maletín esta aquí.—Dijo mientras se levantaba y sacaba algo de un cajón.
No, no era un maletín, era un arma.
—¿Qué esta haciendo?—Pregunté mientras lo miraba.
—Sólo me dieron órdenes, ¿Dónde esta tu compañero?
—¿Quién?
—El rubio.
—Él ya no está conmigo.—Me acerqué a él.
—No te acerques.—Advirtió mientras tomaba a el arma y me apuntaba.
No sentía nada, camine hacia la puerta y notaba que su mano temblaba. Reí, era un cobarde.
—No abras la puerta.
—¿Por qué, no quieres que oigan como me matas?—Dije sarcástica.
Me volví a acercar a él.
—No quieres hacerme esto ¿Verdad?—Él negó.
—Lo tengo que hacer.
Acerqué mi mano hasta donde estaba el arma y de un tirón la tire.
—No seas idiota.—Comenté riendo.
Le di una patada en el abdomen y salí corriendo.
Sí, era un idiota. Comencé a correr y me metí en la multitud de gente. Buscaba una cabellera rizada, pero no lo encontré. Tomé mi móvil y marqué su número.
—¿Harry?—Pregunté.
—¿Qué pasa?
—Nos engañaron, nos tenemos que ir. Fue plan de Joe.
—Te veré en el auto.—Dijo y colgué.
Salí de allí y camine hacia el carro. Esperaba a Styles, pero no llegaba. Comenzó a hacer frío.
—Eres un maldito Styles.—Maldije mientras caminaba de un lado a otro.
—Chicas como tú no deben maldecir.—Mencionaron detrás de mi.
—¿Quién lo dice?—Pregunté sin darme la vuelta.
—Un rubio mal teñido…
