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Pov Yami.

Han pasado casi cerca de un mes después de mi creación y la verdad es qué comienzo a cambiar tanto físicamente como mentalmente. Mi cuerpo sea hecho más formido, mis ojos son de un color rojo intenso, mis facciones parecen más duras y serias, mientras mi mente solo se concentra en Seto Kaiba, sí, ahora ya estoy acostumbrado a llamarlo así, pase de ser un chico miedoso y timido frente a él, a ser un chico distante que solo esta ocupado siendo la herramienta de ese castaño de ojos zafiro, pero eso no evita que sea amable con Mokuba, el pequeño y yo tenemos cierta amistad y es verdad, le e tomado cariño y afecto; creo que hasta lo considero un hermanito pequeño que siempre esta a mi lado a cualquier hora del día.

Ahora me encuentro recargado contra una pared con los brazos cruzados y con los ojos cerrados mientras escucho mi respiración sutil.

Hay una tranquilidad en mi habitación, no me han dejado salir desde que nací por lo qué estoy más acostumbrado a pasar mi mayoria de tiempo en solitario, aun que aveces me doy la tarea de pensar en esos ojos amatistas que me dijo Mokuba que habían sido un sueño nada más.

Lo habría creído en un principio, sin embargo, habia un cientifico que dijo el nombre de Yugi Muto con emoción y que este se iba a presentar en un evento para inagurar un parque de diversiones que había hecho Kaiba.

Hablando de este, su aspecto sea deteriorado con más aprisa, su cabello es descuidado, sus ojos parecen más opacos, su piel retiene una palidez y a comenzado a delgazar mucho, sus ojeras son más notables, son oscuras y posee esa sonrisa de oreja a oreja lo que lo hace lucir como un desquiciado mental.

Kaiba esta perdiendo la cordura y no se si se deba a mi o a otro factor más serio.

Miro mi brazo donde hay una venda cubriendome la herida que una vez el castaño me hizo en un arranque de locura mortal, trato de ahorcarme gritandome varias veces el por qué no era el verdadero faraón, si así fuera, él ya lo hubiera derrotado con sus multiples habilidades y su tecnologia.

¿por qué no era así?. Me preguntaba continuamente mientras tenia sus manos en mi cuello.

Finalmente Mokuba junto con los demás lo detuvieron justo a tiempo cuando estaba por acabarse mi oxigeno, pero cuando lo estaban retirandolo de mi alcanzo a rasguñarme mi brazo con fuerza.

El solo recordarlo me a dado pavor y miedo al saber que Mokuba esta con él y que ese pequeño pueda sufrir sus ataques de Seto.

Escucho que la puerta se abre, abro los ojos y con paso seguro  me dirijo a Mokuba quien tiene un semblante preocupado.

El solo verlo me asegura que a pasado algo malo, abro mis brazos y él se abalanza contra mi para abrazarme fuertemente, comienza a llorar.

—Lo he hecho. —Hipa contra mi pecho buscando el consuelo que le hace falta.

—Lo siento mucho, chibi.—Acaricio su cabellera para calmarlo. —No te preocupes, todo ira bien de ahora en adelante.—Digo en un tono suave.

—No se como e podido meter a mi hermano al manicomnio.—Llora más.

—Es para su propio bien, ya veras que le ayudaran. —

—Eso espero, pero si no hay remedio, puede que Seto se quede ahí.

—No pienses en eso.—Lo tomo de sus hombros y lo separo de mi para que me vea. —Veras que estara bien.—

—¿Estas seguro?.—

Asiento con la cabeza y le sonrio.

—Sí, Seto estara bien.—Un linda sonrisa florece de sus labios, parece que se a calmado.

—Te creó.—Me dijo. —Pero necesito un favor que me hagas.

Le vi confundido.

—¿Qué necesitas?.—Le pregunte.

—Quiero que estes conmigo y tomes el lugar de Seto por mi.—

Me quede anonadado.

—Yo solo no puedo.—Dijo Mokuba. —Soy... Soy un niño y no creo que pueda solo, se que lo que te pido es mucho pero estoy pasando por algo qué...—

Derrepente Mokuba comenzo a tambalearse y a respirar freneticamente hasta que cayo en mis brazos desmayado.

—¿Mokuba?.—Lo movi en mis brazos.—¡¿Mokuba?!.—No despertaba. —¡Un médico! ¡Necesito un médico aquí!.—Grite.

Enseguida vi a un equipo médico entrar de prisa, tomaron a Mokuba y se lo llevaron de mis brazos, sin embargo no lo iba a dejar solo.

Por más que los médicos trataban de detenerme, yo los esquive y ordene que me dejaran y atendieran mejor a Mokuba o de lo contrario lamentarian el hecho de estar aquí con vida.

*Continuará...

PROYECTO: YAMI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora