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Después del funeral, Yugi solicito ver el lugar donde todo habia comenzado, Mokuba accedió, Incluso Yami, él solo quería que todo esto terminará.

-- ¿Esto es todo?. -- Yugi pregunta al ver todo el laboratorio, se representa en colores blancos, hay laboratorios científicos, cápsulas vacías con alguna sustancia que se parece al agua, pero no hay personal. Esta vació debido a las órdenes de Mokuba de dejar las instalaciones pues serian “Removidas”, una vez que Yugi decida irse.

-- Sí. -- Responde Yami. Yugi se voltea verlo, una vez se acerca a una capsula con el código de Yami.

-- ¿Estuviste aquí?. -- Pregunta Yugi, Yami asiente. -- ¿Cómo?. --

-- Si te refieres a cómo fui creado, verás.... Yo soy la parte de Atem, el original, cuando nos separamos fue en el más "allá", siendo su parte viva, me desintegraba por completo. Atem, (la parte oscura), fue diferente, el podía tolerar estar allá, yo no... Kaiba, que en paz descanse, en el debido tiempo en los primeros días que fui creado me dijo que la parte mala trata d da trata de asesinarme aun cuando yo estaba incosciente; Kaiba me salvo y nos trajo de nuevo a tierra firme. -- Respiro hondamente Yami. -- Por supuesto, cuando me trajeron a la tierra de los vivos, estaba inestable, podía resistir apenas los espasmos de dolor que recorrían mi cuerpo, pero Kaiba sabía que no  duraría tanto tiempo estando al aire libre, un hospital no era una opción, necesitaba de un equipo especializado, por ello... Creo este laboratorio. --

-- Te salvo la vida. -- Susurro Yugi con pesar pero dentro de él sentía una enorme felicidad, Kaiba, a pesar de tener esa actitud tan fría con los demás, sabía que tenía muy buen corazón.

Yugi camino un poco más donde se encontró con una puerta gris la cuál decía: “Restringido, ¡alto riesgo!”. Miró a su lado y noto un lector de mano.

--¿Qué hay aquí?. --

Yami se acercó a la puerta, la verdad es que no sabía, muchas veces Kaiba le dijo que no hiciera caso a la puerta y ni siquiera se acercará por más que la curiosidad lo llamara hacia la puerta, se alejara; pues no estaba listo, ni hacer responsable de lo que había adentro.

Necesitaba de otra persona.

El oji- rojo puso su mano en el lector, la máquina lo leyó.

DENEGADO.

Era lo que decía la máquina.

Mokuba entonces se acercó con curiosidad, también su hermano le había negado la entrada, jamás le dijo lo que había ahí dentro. Aún que Kaiba se pasaba las horas ahora adentro junto con dos personas especializadas en genética y ciencia.

El azabache, de igual forma puso su mano en el lector.

DENEGADO.

--¿Qué?, ¿por qué?. -- Cuestiono Mokuba.

--  A lo mejor es una falla de la máquina. -- Comentó Yugi.

-- No lo creo. -- Susurro Mokuba y comenzó a buscar con su mirada que podría usar para abrir la puerta. -- Yami ayúdame a buscar algo con que abrir. --

-- Bien. --

Ambos chicos comenzaron a buscar, alguna herramienta, o una llave. Mientras entras tanto e inconscientemente Yugi se recargo en el lector.

ACCESO CONCEDIDO. BIENVENIDO, JOVEN MUTO.

La puerta entonces se abrió a la par dejando una extraña luz blanca que se fue opacando hasta ser una luz débil, ara dejar ver una capsula pequeña en forma de huevo hecha de metal. Había señales, una flechas que iban indicándole que avanzará.

Yugi dio unos cuntos pasos guiado por aquel artefacto que brillaba  como el oro.

Mokuba y Yami miraron hacia la puerta, donde Yugi habia entrado, pero de pronto, la puerta cerró impidiéndole el paso.

-- ¡Yugi!. -- Grito Yami, llegando a la puerta muy tarde.

Por el otro lado Yugi grito el nombre de Yami y golpeando la puerta de metal.

-- ¡YAMI!, ¡Mokuba!, ¡abran la puerta!. -- Grito el tricolor menor, pero no hubo respuesta. Maldijo internamente, miro hacia adelante, ¿habrá otra salida del otro lado?, ¿o estaba encerrado?.

Bien, hechar un vistazo no hace nada mal, ¿o sí?.

Siendo cautelozo, siguió las flechas, y estas lo llevaron al enorme pedeztal donde había aquel objeto metálico, Yugi reviso si no había otra salida, pero no había nada, estaba completamente solo.

O eso creyó.

De pronto, en frente de él se le apareció el mismo Seto Kaiba, solo que en un pequeño olograma.

-- Bienvenido Yugi a mi laboratorio. -- Dijo Kaiba en la transmisión que habia dejado con anticipación. -- Si estas viendo esto, quiere decir que morí y que ahora tienes bajo a tu cargo a Mokuba y a Yami. Pero no están solos en esto, se que Atem, el lado oscuro, ha intentando asesinarte y tomarte a la fuerza. Pero si estás aquí, es porqué sobrevivíste al ataque gracias a que Yami te protegió como se lo ordene, pero mi mensaje debe ser rápido, no te go mucho tiempo. Dile a Mokuba que le.deje un mensaje especial en su latptop, y a ti, Yugi en la tuya. Se que estarás confundido y abrumado, pero lo único que que debes de saber, es que esto, aún no termina... Te dejo encargado a Mokuba, cuídalo mucho por mi y a Yami, dile que lamento haberme comportado de esa manera con él, pero es que no tenía opción. En fin. Tú misión, Yugi, es...

De pronto la máquina comenzó hacer ruido, como si estuviera drenado agua y después las compuertas se comenzaron abrir.

-- Qué cuides de tu hijo y de Atem, tu original Mou hitori no boku . --

En ese momento unos lloriqueos comenzaron a escuchar por la pequeña habitación, el mensaje de Kaiba terminó y un Yugi aturdido se movió hacia la máquina donde había un pequeño ser esperando ser consolado y también...

LA AUTODESTRUCCIÓN COMENZARÁ EN 20 MINUTOS.

Se escucharon en los altavoces.

No había tiempo que perder para comenzar a hacer preguntas, sobre Kaiba, sobre el faraón o del bebé, que iba cubriendo con su abrigo.

La puerta donde había entrado se abrió de improvisto Yami y Mokuba se alegraron de ver al menor, pero tan pronto cómo lo vio, Yugi les dijo que debían de salir ¡AHORA!

*Continuará....

PROYECTO: YAMI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora