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Oculto en el baño, tras la puerta y escuchando la platica de cierto dúo que seguía platicando del faraón de nombre Atem, Yami ponía su total atención en esa charla, sobre todo de la viva voz que le parecía aterciopelada y su suave, el invitado de su hermanito tenía una voz que lo capturaba y lo hipnótizaba, pero con de sus labios salía el nombre de Atem, Yami se fundía en odio total hacia él, parecía cómo si el solo hecho de escuchar su nombre revivara unas enormes ganas de matar solo a ese hombre.

No sabia porqué ese sentimiento estaba incrustado en él, tampoco sabia porque su verdadero creador le había puesto esas ordenes de ejecutar al Faraón si Seto Kaiba fallaba en hacerlo.

Él debía de terminar el trabajo.

«Acabalo, si yo no lo hago .»

Recordaba esas palabras en su mente, las palabras de su padre parecían estar cargadas con rencor, odio y obsecion.

«Si fallo en mi intento de matarlo, haz lo que tengas que hacer para llegar a él y matarlo. Si no es mio. No será de nadie más . »

Salio de entre sus pensamientos cuando escucho el cerrojo de la puerta del baño, la puerta se abrió y dejo ver al pequeño azabache.

-- Ya se fue. -- Dijo Mokuba.

--¿Quién era tu invitado?. -- Ni rápido ni lento, Yami lanzó la pregunta hacia al pequeño.

-- Un amigo. -- Respondío Mokuba con cuidado.

-- Y ese amigo tuyo conoce al faraón. -- No era un pregunta era una afirmación y Mokuba temió por eso. -- Necesito verlo. -- Avanzó hacia la salida con seguridad.

-- ¡No!. -- Grito Mokuba deteniendo a Yami de su cintura. Sabía lo que planeaba y hacerlo ahora era como lanzarse a una muerte segura.

Mokuba sabia de las ordenes de Seto que le había puesto a Yami, matar al faraón iba hacer una tarea muy difícil para Yami, pues a pesar de ser una réplica de Atem, este no tenía las capacidades para enfrentarlo cara a cara ó eso pensaba Mokuba.

-- Déjame, él sabe donde puedo encontrarlo y finalmente acabar con el sufrimiento de Kaiba. --

-- ¡No lo hagas!. -- Suplico el niño con despecho, odiaba profundamente que su hermano mayor había creado a Yami con el fin de que este acatará sus ordenes al pie de la letra y sin errores, ¡eso era malo!, Yami podría asesinar a sangre fría si se lo ordenarán.

-- ¿Por qué no? Por si no lo sabes Atem es el maldito hombre que puso a Kaiba en donde esta ahora y yo cómo su creación debo acatar sus ordenes; “Si no es de él de nadie más va hacer”.-- Recitó Yami las palabras de Kaiba.

-- Eso quiere decir; ¿qué incluso matarás a quien esté cerca de él?. --

-- Sí. --

Eso incluía a Yugi, pensó asustado y con miedo Mokuba.

--¡NO! ¡NO PUEDES HACER ESO!. --

-- ¿Y por qué no?. -- Reto Yami al menor esperando una respuesta que detuviera las ordenes de su verdadero creador.

-- Porqué me debes la vida, y cómo forma de pago te ordenó que no lo mates, no le hagas daño, ni siquiera a los que están a su alrededor o son cercanos a él. --

¡Demonios!, maldijo Yami.

×Continuará....

PROYECTO: YAMI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora