— Joven Yugi está aquí. —
—Claro que sí, me llamo Mokuba, al parecer hay problemas con la administración, ¿que sucede?. —
—Oh, pues verá creo que el jefe y usted deben de hablar sobre ese problema, al parecer... — Aquella mujer de bellos cabellos rojos me llevó a un rincón lejano, solo para que me comentara el chisme del año. — se rumorea que hay un ladrón entre nosotros. —
—¿un ladrón?. —La mujer asintió.
—Se dice que desvía dinero a una cuenta privada, dicen que pide fondos para para dar inicio al gran proyecto que tiene la empresa, pero siendo secretaria de este piso Yugi, no se nada con respecto a un nuevo proyecto. —
No había duda, había un ladrón en el piso de administración, ya que no había dicho proyecto para este piso, estaba prohibido hacer ese tipo de proyectos.
— El señor Seto Kaiba, sabe que esta indispuesto ahora. El pequeño Mokuba Kaiba está enfermo, pero su otro hermano Kaiba se está haciendo cargo. —
¿Qué? ¿Otro Kaiba?...
— Noah, ¿esta aquí?. — Pregunte, por lo que sabía, Noah era como su medio hermano de esos dos, me pregunto si Mokuba le dio la confianza suficiente para manejar la empresa, creí que se llevaban mal. ¿Ya arreglaron su relación familiar?.
—¿el joven Noah?, no para nada. —Contestó la peli-roja, dándome más dudas, si no era Noah, ¿quién era?. No conocía otro Kaiba. — Se trata de Kaiba Yami, señor. —
Mi cuerpo se paralizó de inmediato al escuchar el nombre de mi mejor amigo.
—¿Cómo?. —Interrogue, creo que mi mente me estaba jugando chueco hoy en día.
—¿Cómo qué?. — Pregunto ella confundida.
—¿cómo me dijiste que se llamaba el miembro nuevo de los Kaiba?. —
Ella parpadeo un segundo, me vio raro pero me contestó a final de cuentas.
—Se llama Kaiba Yami, es el nuevo jefe por ahora. —
» Yami« ese nombre... Ese es el nombre de que yo le di a mi Faraón, ¿podría ser posible?.
—¿Donde esta ahora?. — Cuestione apurado de pronto.
—En la planta alta, señor. — Contestó.
Al instante mis pies se movieron hacia el elevador más cercano, lo llamé y enseguida las puertas se abrieron pasando de inmediato a la cabina.
—¡espere señor! ¡Usted no puede... —
Pero no alcance a escuchar lo que me quería decir la peli-roja, todo se me volvía algo irreal, como si estuviera soñando.
—Yami, ¿podrías ser tu? ¿Estás aquí?. — la emoción se podía escuchar en mi voz. Si mi Faraón estaba aquí era por algo, tal vez se arrepintió de estar en Egipto, estar en el más allá tal vez lo aburrió y quiso volver, no se, yo y mis pensamiento que se relacionan con mi imaginación.
» Ilusionarse a la vez es malo, Yugi«
La voz de mi abuelo resonó en mis pensamientos.
Sí, a veces es malo ilusionarse de más por que si no esperas lo que pensaste que era al principio, al final terminaría decepcionado e inclusivo lastimado.
Pero, yo me hacía ilusión de que el Faraón estaba aquí, aún que se me hacía algo raro que Yami tuviere el nombre que le di y también que portara el apellido de Seto.
» ¿y si solo es una coincidencia? «
Pensé, tal vez me estoy equivocando y me apresuró a decir que el Faraón está aquí y que a vuelto por mi....
Aún qué esa parte no estaba muy concreta que digamos. Es decir; yo jamas le hable de mis sentimientos hacia él.
Pero si era él, en definitiva se los diré.
Aun que él me rechazara, al menos sabría que lo ame con todo mi corazón.
El ascensor por fin abrió sus puertas , salí de inmediato y disparado hacia la oficina de Seto, ahora la de Yami, cruce algunos pasillos vacíos hasta que llegue con su secretaria.
—¡H-hola!. — Me saludo tímida.
—Hola. —La salude, deje un beso en su mejilla en gesto de saludo, ella se ruborizo de inmediato. —Disculpa la molestia por venir así, pero ¿esta el jefe?. —
—¿el señor Kaiba Yami? ¡Claro que esta!. —Eso me lleno de emoción, cada vez que decían su nombre, mi corazón se aceleraba, ¡brincaba de la emoción!.
—Entonces pasaré a verlo. —Avise.
—¡Espere Yugi-san! ¡No puede verlo ahora!. — Me detuvo la chica con gafas, me sostuvo de mi mano. Le miré con desconfianza y extrañeza.
—¿Por qué no puedo verlo? Necesito hablar con él acerca de... —Necesitaba una excusa. — el ladrón de administración, ¿sabes de eso verdad?. —
—Claro que lo sé, es más, el patroncito; Mokuba Kaiba, me dejo instrucciones para localizarlo. — Fue hacia su computadora, sin soltarme, y tecleo algunas cosas y después imprimió unas cuantas hojas que me entregó.
—¿instrucciones?. —
—El patróncito confía en usted, cuenta con que atrape al ladrón que se roba los ingresos de la empresa. —
—Está bien, pero...
—¿hay algún problema con los papeles?. —
A decir verdad, sí, había dos problemas.
—¿Por qué tengo prohíbida la entrada a la planta alta? Y ¿por qué no puedo ver a mi nuevo socio?. —
Esas dos cosas eran las que me restringuian en aquellos papeles, todo lo demás estaba bien.
— No lo sé, Yugi-San. — Contestó ella jugando con sus manos.
Pero yo me quedé viendo aquella puerta.
Si corro con todas mis fuerzas, lograré verlo, ¿cierto? A mi Yami, mi Faraón.
—Yugi-San, no. — ella se puso en medio del pasillo, ¿acaso intentaba detenerme?. —Tengo instrucciones también de detenerlo, no puede acercarse a la oficina. —
¿Por qué?.
—De acuerdo. — Acepte. Ella me soltó, no estando muy segura. —Iré a mi oficina, por favor avísame si sabes algo sobre el ladrón y sus movimientos, si hubo una transacción de dinero o si piden dinero, ¿de acuerdo?. —
Ella asintió y volvió a su asiento, mientras yo “miraba” aquellos papeles.
» Ahora«
Y salí corriendo hacia la puerta de aquella oficina.
—¡Yugi-San, no!. —
Muy tarde, ella no podía ni alcanzarme.
Y cuando abrí la puerta, sentí como de inmediato choque contra un pecho duro que me hizo caer hacia el suelo de trasero.
—¿Estás bien?. — Me preguntó, extendiendome la mano para ayudarme a levantarme.
Yo no podía creer aquíen estaba viendo.
*Continuará...
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PROYECTO: YAMI.
FanfictionNo era una mentira. Era una verdad. Quisiera estar alucinando, soñando, pero no lo estaba. «Creí que te habías ido.» Dijo Yugi al ver a su Faraón frente de él. Pero algo no concordaba. «¿puedes decirme quien eres?.» ××××× Portada hecha por: HEBAKU...