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—¿Cómo es que estas aquí?. — Preguntó Yugi, aún desconcertado por ver a Atem enfrente de él. — ¿Cómo llegaste?. —

Después de Atem ayudará a Yugi a levantarse, ambos tomaron asiento y comenzaron a hablar.

—Se que te debo muchas explicaciones. Pero esperaba verte primero. — Suspiro sonriendo al ver a su aibou con bienestar.

Sin duda alguna su chico, su pequeño; había crecido con bienestar convirtiéndose en todo un hombre.

En difinitiva ya era legal.

El sonrojo en las mejillas de Yugi se hizo notable.

— ¿Por qué querías verme a mi primero?. —

— Es lógico que quiera verte, después de todo ha pasado un largo tiempo desde que tu sabes, nos separamos... Pero veo que estas bien, más que bien, mírate, cuando te deje eras aún niño y ahora eres un hombre. La vida te atratado bien, Yugi. —

Aquello era un cumplido, un intento de piropo, un cortejo por parte del Egipcio. Atem estaba irremediablemente enamorado de Yugi y conquistarlo iba hacer un desafío, pero lo haría, intentaría conquistarlo.

— Bueno, el tiempo hizo su trabajo en mi pero en ti al parecer tambien. — Alago también al ver a su Faraón más alto, más bello y más fuerte, sí, el tiempo había hecho su magia en ambos. — Te ves muy bien. — Agregó.

El silencio se hizo total entre los dos, no se daban cuenta que se habían quedado viéndose el uno con el otro.

Podrían darse un beso, podría robarle uno, pensaba Atem.

Y justo cuando iba hacerlo, la puerta se abrió dejando ver a la secretaria de Kaiba.

—Señores, lamento interrumpir pero me parece que tienen que estar en una reunión en 5 minutos. — Dijo la chica viendo su reloj de mana y luego cerró la puerta de nuevo.

Pov Yugi.

¿Reunión ahora y con Atem?

¿De qué se trataba todo esto?

Aún Atem no me explicaba las razones del por qué estaba aquí.

— Vamos a la reunión. —Me dijo, note que quería tomar mi mano, pero la aleje retrocediendo un par de pasos más, creo que esto se estába volviendo muy raro, aún no me cabía en mi cabeza como es que mi crush se encontraba enfrente de mi.

— Espera no, esa reunión puede esperar. — Lo detuve.

— Pero es importante, va aumentar las ventas en ambas empresas, nos va a comvenir a ambas empresas.

¿Ambas empresas?

—¿De que hablas?. — Cuestione extrañado. —¿Cuáles empresas?. —

—La mía y la tuya, se que eres sub-jefe de Kaiba corps y tengo un compromiso contigo para cerrar negocios. Intenté contactar al nuevo jefe del departamento pero no me permiten establecer contacto con él, llame a Mokuba pero me dijo que debía de dirigirme a ti porque se que manejes muy bien las negociaciones y... —

—Alto, alto, alto. —Pedí, ahora mi cabeza era todo un lío. —¿Tienes una empresa? ¿Llamaste a Mokuba?. —

— A tus dos preguntas puedo responder que sí. Tengo una empresa, y llame a Mokuba, bueno en cierto tiempo traté de comunicarme con Kaiba pero ya me enteré de su problema, espero se recupere pronto, me alegraría hablar con él también. —

Note como en sus palabras guardaba un agrio y áspero tono lleno de enojo y hasta cierto punto odio, pero hice como si no lo hubiera notado.

—¿y bien? ¿Vamos a la reunión?. —

—Pero aun no me has dicho lo que estas haciendo aquí. — Atem sostuvo mi cintura, me apego a él y recargo su cabeza contra la mía.

¿Qué demonios?.

—Ah, Atem, un poco de espacio personal. — Pedí, trate de alejarlo un poco pero el se resistió.

— Lo siento Yugi, pero no puedo alejarme de ti, siempre quise abrazarte, tomarte de la mano y ahora que estoy aquí, que puedo tormarte de tus manos ¡y escucha esto! . —

De repente, Atem me abrazó haciendo que pegara mi cabeza contra su pecho, se quedó callado, no entendí que ocurría.

— Atem qué...

— Shhh solo escucha. — Susurró y nos quedamos en silencio.

Creí que esto era un desperdicio de tiempo, cuando escuché un latido tras otro y otro.

—¿Eso es?. — Pregunté sonriendo.

— Sí.

— Estás vivo. — Me separe de él.

— Sí, y ahora puedo estar contigo sin impedimentos. —

Eso me puso feliz, eso había sonado como una declaración que había esperado por mucho tiempo de su parte, pero sonaba tan lejano.

Se que Atem estaba enamorado de Anzu.

Así que tomarme esas palabras con algo de esperanza, era en vano.

— Claro que estaremos unidos, más juntos y debes en cuando podamos comer juntos en algún cafe, como amigos. — Puntualice, para no hacerme ilusión a que tendría una oportunidad con él.

— Claro, amigos. — Dijo.

Continuará

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Continuará..

¡Tenemos nueva portada!

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¡¡Y separadores!!

Todos hechos por una personitas especial: Hebakun

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¡Muchas gracias por la portada y los separadores! ¡Me gustaron mucho!

PROYECTO: YAMI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora