Moira descansaba confiadamente en el pecho duro de Eachann, quizás si estaba cansada, porque al apoyarse en él y con el movimiento del caballo cayó en un profundo sueño, esto de viajar así, definitivamente tenia sus ventajas, porque aunque estaban sucios por el polvo del viaje, el olor que emanaba de Eachann la tenía embrujada olía a hombre pero a algo mas, tenia el olor de la arena cuando su adorado mar la tocaba, si, ella podía pasar horas sintiendo ese aroma, la relajaba sin contar que su memoria olfativa la hacia viajar en el tiempo, como cuando su madre la llevaba a la orilla del mar a jugar, pero ella se detenía a saborear ese olor especial, ummm definitivamente estaba seducida, podría encontrar a ese hombre entre miles por su esencia.
Además, podía sentir como los músculos de su poderoso pecho se movían al vaivén del caballo, y cuando sus brazos la aferraban mas a él , o las muchas veces que el enterraba su nariz en su cabeza y aspiraba, sin contar que no podía ignorar la enorme erección que llevaba a sus espaldas, el pobre debía estar sufriendo, pero nada era fácil… o si?
Eachann se sentía tanto el cielo como en el averno, eran dos sentimientos muy contradictorios pero literales, por los dioses esta mujer que dormía plácidamente lo estaba matando, no podía apartar de su memoria su aroma a mar, que inconsciente o conscientemente buscaba a cada momento, su cabello era exquisitamente suave, pero no todo era armonía, porque ahora mismo su cuerpo rugía como lo haría una tormenta, y es que sentirla pegada a el, su trasero firmemente unido a una parte de él que estaba mas viva que nunca, sin contar el peso de sus adorables pechos que caían sobre el brazo con el que la sostenía, eran suficientes motivos para que saliera huyendo, prefería una batalla a seguir siendo torturado de ésta manera, estaba a punto de bajarse del caballo e hincarse para pedir clemencia a su selkie, pero ver su pacifico rostro con esos hermosos ojos cerrados y sus labios ligeramente abiertos, hacia que todo su sufrimiento se convirtiera en éxtasis.
Moira abrió los ojos y sus miradas se conectaron de nuevo, Eachann no entendía que le pasaba, pero al verse reflejado en aquellos pozos verdes, se sentía completo, sin duda el cansancio ya le estaba pasando cuentas.
- Esta todo bien Eachann?
- Si muchacha, es ahora donde todo esta bien
Alzando su mano, toco suavemente su mentón, donde una incipiente barba estaba haciendo aparición.
- Luces agotado, falta mucho para llegar? Si quieres puedo montar tu caballo.
Pero Eachann aún no estaba preparado para dejarla ir, esa caricia que le hizo llego hasta su alma, llenándola de calidez y una emoción que no podía medirse siquiera, el mismo estaba desconcertado, pues no sabia que le estaba pasando con esta mujer.
- No es necesario muchacha, que dirían de mi como Laird, sino puedo cargar a lomos de caballo a una chica menuda como tu?
- Pero tu gente no se daría cuenta – contesto con una sonrisa en su rostro.
- Och, claro que lo harían, porque ya estamos en las tierras Mackenzie.Aquella noticia hizo que el pulso de Moira se acelerara, cuanto había dormido, ya casi habían llegado y no se había dado cuenta, como la recibirían? Un nudo se apodero de su garganta.
Eachann notando que Moira se había puesto pálida, supo que era por la incertidumbre de vivir en un lugar donde no conocía a nadie, ni siquiera a su propio marido.
- No temas muchacha, mi gente es de paz, se te tratara de acuerdo al rango que ahora tienes, mi esposa y por ende la señora del castillo, tu palabra es tan valedera como la mía, y nadie, escúchalo bien muchacha, nadie puede dudar de tu autoridad y quien lo haga me ofenderá profundamente.
- Y tu hermana?
Una sonrisa surco sus pecaminosa boca, y supuso que estaba evocando el recuerdo de su hermana.
- Sheena, así se llama, es mi melliza, somos muy parecidos, es terca como una mula de las Highland, pero es justa, te llevaras muy bien con ella, ya lo veras, podría decir que ya no seré su hermano favorito.
Esta aseveración hizo sonreír a Moira y la conforto en cierta manera.
- Estamos cerca Eachann?
- Ummm, de aquí en una hora mas o menos veras el pueblo y el castillo muchacha.
El tenia razón, a lo lejos pudo divisar el castillo que se levantaba imponente, pero le preocupo que no se veía gente en el, un pánico atenazo su corazón, temiendo que todos hubiesen muerto por la falta de agua, no sabia si Eachann soportaría eso.
No sabia si estaban pensando lo mismo, pues Eachann espoleo a la yegua para llegar mas rápido, al acercarse mas, pudo divisar de que el castillo lucia un aspecto lúgubre, de hecho, ella había reparado que las tierras estaban estériles, sin vida, que habían cuerpos de animales siendo devorados por las aves de rapiña,
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Amor en las aguas MacKenzie
Historical FictionDespués de una boda impuesta para ambos, la pareja que conformaron el Laird Eachann MacKenzie y su ahora esposa Moira, se dirigen a toda velocidad a las tierras del Laird, esperando que aun no sea demasiado tarde para su clan. Eachann, tiene muy cla...