Después de una boda impuesta para ambos, la pareja que conformaron el Laird Eachann MacKenzie y su ahora esposa Moira, se dirigen a toda velocidad a las tierras del Laird, esperando que aun no sea demasiado tarde para su clan.
Eachann, tiene muy cla...
No podían perder tiempo... así que al tener claros por donde conducían a su familia, la persecución se organizó de forma inmediata por parte de Eachann
-Caelen tú y Sheena vayan por Kendrick
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-Thomas creo que no tengo que decirte a quien perseguirás!!
-Por esta afrenta lo destazaré como a un cerdo!!
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-Perfecto!! Yo iré a por mi mujer esta demás decir que tengan cuidado, la gente con la que Sean se hace acompañar son asesinos entrenados y las vidas de los que amamos están en peligro, e incluso la nuestra... creo que nuestra mayor ventaja es que están en tierra MacKenzie y no hay nadie mejor que conozca estas tierras como un MacKenzie... Sean cometió el peor de los errores... En dos ocasiones se ha metido con mi familia y esta vez no será perdonado!!
Y tomándose sus antebrazos, y besando en al frente a su hermana, cada uno de los guerreros partieron a buscar lo más preciado que poseían y que les había sido arrebatado.
Sheena iba tras su marido, su corazón estaba hecho un puño su hijo estaba en poder de ese maldito, quien por poco acaba con su vida jamás pensó que volvería a saber de él, sus pensamientos eran un caos total, pero debía concentrarse, lo primero era poner a salvo a su hijo y a Caelen pues sabía que si a Moira le ocurría algo, su marido pagaría por el juramento hecho a la Dama Oscura... Por lo más sagrado!! Cuántas cosas eran su culpa por no afrontarlas con valor!! Es que acaso este sufrimiento jamás la dejaría en paz???
Quien sabe cuántas horas llevaban cabalgando, su Sheena era una verdadera guerrera, cuánto amaba a esa mujer!! Cuanto más a su hijo, no podría pasarles nada... no lo permitiría.
Las huellas se volvieron más claras y definidas, lo que significaba que eran muy recientes, y por ende... estaban acercándose a su objetivo, debían ser cautos, por lo que tomaron un sendero que los llevaría delante del jinete.
Mejor no podía haber salido el plan, solo tuvieron que esperar unos minutos cuando el jinete se colocó a tiro... pero aunque quisieran acabar con el miserable, no podían hacerlo, pues llevaba a Kendrick atado a su pecho acunado en una pieza de tela, el trote del caballo lo había despertado, pues su llanto se podía escuchar, debía tener hambre.
