Capitulo No. 25 - Un Nuevo Amanecer

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Eachann estaba hechizado por su selkie... ella de pie delante de él completamente desnuda e invitándolo a hacerla suya, era un afrodisiaco irresistible.

El avanzo a ella, pero aquellas manos cristalinas que nacían del agua lo detuvieron, algo confundido por ello, dirigió su mirada a Moira.

-Por favor no te muevas... quiero desnudarte.

Moira se sentía valiente... supuso que por la bebida, no estaba ebria, pero si se sentía desinhibida, de ahí la propuesta que desde hacía mucho tiempo pugnaba en salir de sus labios.

Pero ya lo dijo!! Y no le avergonzaba haberlo hecho, ya que era lo que más deseaba con Eachann.

Y dirigiendo las aguas, una a una fue cayendo a tierra cada una de las piezas que componían las vestiduras de su marido.

Eachann no se movía... solo tenía vista para esa mujer, lo tentaba más allá de la cordura, ver como ella le desnudaba, ver su indecisión cuando llego al kilt, lo denotaba por cómo se mordía su labio inferior, por lo que el decidió ayudarle y el mismo se deshizo de la prenda, quedando como ella completamente desnudo.

Los ojos de Moira devoraban el cuerpo de Eachann, con hambre y admiración, era hermoso a la vista, su pecho y brazos estaban llenos de músculos que fueron trabajados durante toda una vida de guerrero, sus piernas dos columnas gruesas, ohh y su hombría era enorme, le preocupaba el hecho de no saber si podría albergarle.

Ensimismada en sus pensamientos estaba, cuando sintió su presencia frente a ella... tomo su barbilla e hizo que lo viera a los ojos... bajó su mano por los hombros suaves de su esposa, para luego encontrar su lugar en los hermosos senos de ella, quienes al sentir su toque se irguieron, formando unos botones rosados que le hacían salivar agua... jugó con uno de ellos entre sus dedos, con suavidad.

Moira era una muchacha menuda, por lo que Eachann se arrodilló sin apartar la mirada de sus ojos

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Moira era una muchacha menuda, por lo que Eachann se arrodilló sin apartar la mirada de sus ojos... su rostro quedo frente a sus pechos... sin quitarle la vista, lamió la punta de uno de ellos... este acto saco un ruidoso suspiro de su selkie, que se transformaría en un pequeño gritito cuando la succionó... abrió la boca para alimentarse de aquellos gloriosos pechos... su olor no era nada comparado con el sabor de su piel... podría decir que era celestial.

Ella lo haló del cabello, logrando separarlo de aquel inmaculado festín y haciendo que la viera... tenía sus profundos ojos verdes oscuros de pasión... de lujuria, lo tomó por sorpresa cuando empujó su cara hacia el otro montículo de su pecho... Ohhh por los dioses!! Él no se haría de rogar!! Con la pauta que ella misma le había dado, se amamantó de ella, lo sostenía del cabello, mientras ella dejaba caer su cabeza hacia atrás, en señal de una dulce rendición... él no le dió tregua los pequeños gemidos de ella se habían convertido en gritos de pasión... no importaba que en ese momento se encontrara sufriendo, ya que su erección quería estar dentro de ella... pero para él, su placer estaba mucho antes que el de él.

Amor en las aguas MacKenzie
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