Capitulo No.30 - Raptados

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-Ummm... por tu mirada veo que me reconoces, bruja!!!

-Supongo que no esperabas volver a verme... pero sabes una cosa, todo este tiempo he estado pendiente de ti, de cada uno de tus movimientos, de cada cosa que haces.

Y tocando su rostro, cuyo parche ocultaba la falta de su ojo agregó:

Y tocando su rostro, cuyo parche ocultaba la falta de su ojo agregó:

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-Cada día he pensado en ti.

Moira no podía moverse, es más, apenas podía respirar, uno por la mano que Sean tenía en su cuello y que sentía apretaba poco a poco, y otra porque sentía tan presionado el cuchillo en su barriga que temía lo peor.

Apenas logró susurrar:

-Que le has hecho a Sheena?? Como es que tienes a Kendrick contigo??

-Ahhh... muchas preguntas, pero te las contestaré

-Casualmente la mujer pelinegra lo cargaba en brazos, lo cual me ha impedido llegar hasta donde está mi mujer y llevarla conmigo... pero da igual... no me serviría de nada, ya que tú te encargaste de ello.

Cada palabra que salía de la boca de Sean estaba cargada de odio!! Y Moira entendió lo que ese loco intentaba decirle... lo había castrado!!

-Además!! Mi hijo no llevará ese ridículo nombre que le habéis puesto... él se llamará Sean!! Tal como yo, su padre!! Y será el heredero de la casa McDonald, además de la casa MacKenzie!! Porque me encargaré que sea el único heredero... acabaré contigo y con tu hijo, luego iré a por tu marido!! Y mientras crece, seré yo su tutor!!

Por lo más sagrado!! Conque esos eran los planes de Sean!! No le revelaría que el niño no era de él, pues temía que lo lastimara por ello.

-Pero no me creas tan tonto!! He aprendido!! De la peor forma posible, gracias a ti

-Solo tuviste lo que merecías!!! Lo que le hiciste a Sheena fue una bajeza!!

-Es lo mismo que te han hecho a ti!! Quizás fui un poco brusco, ahhh
.. pero ella lo pedía de esa forma!! Y no tienes idea de cuanto lo gozó.

Las palabras de Sean hacía que sintiera un enorme asco y repulsión, sin duda estaba loco, y después de lo que le había hecho, había perdido aún más el juicio.

A Moira el instinto de decía que debía andarse con cuidado... como le gustaría plantarle cara, pero arriesgaba a su hijo, el cuchillo que tenía presionado la estaba hiriendo.

-No terminaré contigo enseguida, primero debemos salir de aquí y tu serás mi salida, por ello traje a estos hombres conmigo, cada uno saldrá de aquí con un rehén, yo me iré contigo, y más te vale que ni tan siquiera una gota caiga sobre alguno de nosotros, porque si eso sucede todos morirán.

Y dirigiéndose a la criada:

-Muchacha sácanos de aquí, y serás recompensada con enormes riquezas, te doy mi palabra.

Amor en las aguas MacKenzie
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