-THIRTY TWO-

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POV: Ben.

Llegué a casa preocupado y acompañado por mis amigos. Renuncié a la fiesta de celebración del éxito de la obra y fuimos directamente allí. Y...¡sorpresa! Joe no estaba. Comprobé si se había llevado algo de ropa y sí, lo había hecho. ¿Qué estaba pasando?

Cogí mi móvil y leí los mensajes. Ninguno era de él. Intenté llamarlo nuevamente y no respondió. ¿Había hecho yo algo mal? Los demás intentaban animarme y hacerme creer que todo estaba bien, pero hasta yo había notado su preocupación por el paradero de mi novio. Dejé un mensaje en su buzón de voz: "Joe, por favor, necesito hablar contigo. Si me dices que... Si me dices que ya no quieres que estemos... Juntos... Lo aceptaré pero dímelo. No desaparezcas de mi vida, por favor Joseph. Contesta, te lo suplico."

Un día, dos, tres, una semana... El día que me despertó una llamada con su nombre volví a nacer.

-¡Joe!-grité al borde de las lágrimas.

-Ben...-sonaba decaído, no era el mismo Joe feliz de siempre.

-Joe, ¿estás bien?¿Dónde estás?-pregunté preocupado y emocionado por poder escucharlo de nuevo.

-Ben...estoy en Nueva York...

-¿Qué pasa? Por favor, dime que estás bien.

-Lo estoy, yo... Yo lo estoy, no te preocupes por mí.

-¿Qué haces allí?¿Puedo ir contigo? Necesito verte, sentirte, besarte... Te necesito.

-No quiero que vengas.-mi corazón acababa de romperse en mil pedazos tras esa simple frase.

-¿P-por qué?-intenté imaginar las posibles respuestas a esa pregunta antes de formularla pero no se me ocurría nada.

-Solo no vengas. Te lo explicaré algún día. Solo llamaba para que no os preocupaseis... Siento haberme perdido tu actuación, Bennie. Esto era...era algo importante.-guardé silencio dejando sonar solo mi respiración entrecortada por el llanto.-Adiós...te quiero.

Colgué. No respondí. Y volvió a desaparecer. ¿Qué estaba pasando? Me negaba a pensar que me estuviese dejando, estábamos tan bien que era algo inimaginable para mí. Aunque quizá era yo el único que estaba bien en la relación, quizá no era suficiente para él, quizá había encontrado a otro... Otro que le llenase más. Quizá era una de esas relaciones tóxicas y no me había dado cuenta. Quizá le había hecho daño... Pero esa no era mi intención y necesitaba decírselo. Necesitaba decirle lo mucho que lo amaba y que lo sentía por aquello que hubiese hecho. No podía hacerlo porque nos separaban miles de kilómetros y él no me contestaba las llamadas.

Pensándolo bien, sí que podía hacerlo. Me daba exactamente igual lo que me dijo de que no fuera. Iba a ir. Iba a buscar al amor de mi vida. Y lo iba a encontrar y ayudar con cualquiera que fuese su problema. No iba a dejarlo ahora a no ser que él me lo pidiera.

Lluvia sobre nuestro tejado. -HardzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora