-THIRTY ONE-

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Los dos meses de ensayos pasaron realmente rápidos para él. Yo pasé los días más aburridos de toda mi vida, echándole de menos y rezando por que cada día terminaran antes de lo previsto. Había ido un par de veces a las actuaciones de práctica pero eso no había sido visto con muy buenos ojos por el director. No quería perder tiempo y Ben, cada vez que acababan un acto, bajaba del escenario para hablar conmigo y besarme. Las escenas románticas le costaba hacerlas conmigo delante; los besos los cortaba antes de tiempo y las pocas escenas de sexo que había en la obra se negaba a hacerlas poniendo de excusa que ya las tenía muy ensayadas. No volví a ir a ningún ensayo cuando supe que hacía eso por mí. 

Llegó el día del estreno. Mi novio estaba muy nervioso y emocionado, ese día se levantó más pronto de lo normal y no dejaba de moverse. Aún trataba de adivinar si había dormido algo o no. Invitó al estreno a nuestros amigos y quedamos los cinco allí. El rubio nos había conseguido entradas en primera fila para que lo viésemos bien. Ben y yo habíamos llegado al teatro a las cuatro de la tarde para que pudiesen ensayar por última vez antes de la actuación, que sería a las siete. 

POV: Ben.

Escuchaba al presentador de la obra anunciar el comienzo de la misma. Estaba nervioso y tembloroso. Tenía que salir al escenario, era mi momento. Me coloqué en mi posición y se abrió el telón. Oteé por la primera fila buscando a mis amigos y...¿dónde estaba Joe? Su sitio estaba vacío. Lucy me miró e hizo un gesto que me hizo saber que no sabía donde estaba el pelirrojo. Actué lo que había preparado los meses anteriores sin darle más importancia a la desaparición de mi novio. Supuse que, durante la representación, llegaría a su sitio y se sentaría para mirarme. No quise comprobar mi hipótesis hasta el final. La obra había acabado y él no había aparecido. Saludamos y de vuelta se cerró el telón. Enfadado y confuso, me dirigí al vestuario. Los ojos se me llenaron de lágrimas de rabia. Quería que estuviera ahí y... Tocaron a la puerta.

-¿Ben? Somos nosotros, ¿estás vestido?-preguntó Gwil al otro lado de la puerta.

-Pasad.-respondí secando mis lágrimas.

-¿Dónde está?

-Buena pregunta, Lucy. No tengo ni la más mínima idea de donde se ha metido.-dije decepcionado y agresivo.

-Cálmate, tendrá una explicación.-le defendió Rami.

-Espero que la tenga, me prometió que vendría...¡Vino conmigo! Ni siquiera puede decir que se perdiese por el camino, estaba aquí desde las cuatro...

-Le habrá surgido algo importante, Ben. ¿Por qué no le llamas?-propuso Jocelyn.

-No he traído el móvil.

-Toma.-me tendió el suyo.

Busqué en contactos el número de mi novio y llamé. "El teléfono al que está llamando está apagado o fuera de cobertura". Genial.

Lluvia sobre nuestro tejado. -HardzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora