-Llevemos a Tommy, quizá le guste estar por allí.
-Joseph, es un gato de ciudad, dudo que le guste el campo.
-¿Qué puede pasar si lo llevamos?
-No lo haremos, si lo llevamos tendremos que estar pendientes de él y no podremos divertirnos.
-Pero mira su carita, está claro que quiere venir.
-He dicho que no, vamos, coge la mochila y sal, ahora te sigo.-dijo Ben harto de mis peticiones.
Salí como ordenó y esperé a que él lo hiciera también. Nos dirigimos juntos a casa de Gwil. Allí habíamos quedado con él, con Rami y con Lucy. Los cinco iríamos a las afueras de la ciudad para disfrutar de un bonito día en el campo. Pedí, mejor dicho, supliqué a Gwilym que me dejase conducir a mí. Llegamos sanos y salvos al lugar decidido y bajamos del coche. Colocamos una especie de toalla sobre la hierba y allí nos sentamos todos. La chica me hizo levantarme de allí cuando susurró un "tengo que contarte algo". Nos alejamos del resto de nuestros amigos y comenzó con su confesión.
-Joe, estoy muy... Nerviosa, no sé, no sé cómo describir lo que siento ahora.
-¿Qué ocurre?-pregunté preocupado.-¿Estáis bien?
-Sí, sí, lo estamos... Es solo que...
-Lucy, por favor, al grano.
-He pensado... Pedirle matrimonio a Rami.
-¿¡QUÉ!?
-Ya sabía que era una mala idea, olvídalo mejor.-dijo cabizbaja.
-No es una mala idea, Lu. Creo que es la mejor idea que has tenido en años. ¡Hazlo!
-¿Aceptará?
-Si no lo pruebas nunca lo sabrás.
Mi amiga me abrazó en señal de agradecimiento y volvimos con los demás. Comencé a notar a Ben diferente. Desde esa mañana se comportaba extraño, estaba distante y agresivo. Al despertar no me había besado, había tenido que suplicarle por un simple beso de buenos días, no había abrazado a Tom como solía hacer, ni siquiera había tomado su café. No había hecho su saludó con Gwil ni había abrazado a Lucy. A Rami ni le había dedicado un "hola". Tenía la sensación de que había algo que le preocupaba y me ocultaba. Estaba muy callado, solo hablaba si le preguntaban algo directamente a él.
-Bebé, ¿estás bien?
-Sí.-respondió frío y cortante.
-¿Seguro?
-He dicho que sí, Joseph, deja de preguntarlo.
-¡Heeeey! Baja los humos, rubio, así no se trata a tu pareja.-intercedió Gwilym.
-Cállate.
-El señorito se levantó con el pie izquierdo hoy.-opinó Rami.
Tras esta frase, mi chico se levantó y se fue, sin decir ninguna palabra. Dudé si debía seguirle o no. Me iba a levantar cuando Lucy me obligó a sentarme de nuevo.
-Joe, va a volver, déjalo, necesitará un tiempo de soledad.
-¿Sabéis qué le puede estar pasando?
-Ni idea, Joe, nunca lo había visto así. Tendrá un mal día simplemente.
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Lluvia sobre nuestro tejado. -Hardzello
Fiksi Penggemar"Yo salía de aquella cafetería vintage que me gustaba visitar con Lucy cuando el día se presentaba lluvioso. Él entraba al lugar de forma rápida y sin prestar atención a la gente que salía. Iba mojado de pies a cabeza, con una chaqueta negra que le...