-FIFTEEN-

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-Llevemos a Tommy, quizá le guste estar por allí.

-Joseph, es un gato de ciudad, dudo que le guste el campo.

-¿Qué puede pasar si lo llevamos?

-No lo haremos, si lo llevamos tendremos que estar pendientes de él y no podremos divertirnos.

-Pero mira su carita, está claro que quiere venir.

-He dicho que no, vamos, coge la mochila y sal, ahora te sigo.-dijo Ben harto de mis peticiones.

Salí como ordenó y esperé a que él lo hiciera también. Nos dirigimos juntos a casa de Gwil. Allí habíamos quedado con él, con Rami y con Lucy. Los cinco iríamos a las afueras de la ciudad para disfrutar de un bonito día en el campo. Pedí, mejor dicho, supliqué a Gwilym que me dejase conducir a mí. Llegamos sanos y salvos al lugar decidido y bajamos del coche. Colocamos una especie de toalla sobre la hierba y allí nos sentamos todos. La chica me hizo levantarme de allí cuando susurró un "tengo que contarte algo". Nos alejamos del resto de nuestros amigos y comenzó con su confesión.

-Joe, estoy muy... Nerviosa, no sé, no sé cómo describir lo que siento ahora.

-¿Qué ocurre?-pregunté preocupado.-¿Estáis bien?

-Sí, sí, lo estamos... Es solo que...

-Lucy, por favor, al grano.

-He pensado... Pedirle matrimonio a Rami.

-¿¡QUÉ!?

-Ya sabía que era una mala idea, olvídalo mejor.-dijo cabizbaja.

-No es una mala idea, Lu. Creo que es la mejor idea que has tenido en años. ¡Hazlo!

-¿Aceptará?

-Si no lo pruebas nunca lo sabrás.

Mi amiga me abrazó en señal de agradecimiento y volvimos con los demás. Comencé a notar a Ben diferente. Desde esa mañana se comportaba extraño, estaba distante y agresivo. Al despertar no me había besado, había tenido que suplicarle por un simple beso de buenos días, no había abrazado a Tom como solía hacer, ni siquiera había tomado su café. No había hecho su saludó con Gwil ni había abrazado a Lucy. A Rami ni le había dedicado un "hola". Tenía la sensación de que había algo que le preocupaba y me ocultaba. Estaba muy callado, solo hablaba si le preguntaban algo directamente a él.

-Bebé, ¿estás bien?

-Sí.-respondió frío y cortante.

-¿Seguro?

-He dicho que sí, Joseph, deja de preguntarlo.

-¡Heeeey! Baja los humos, rubio, así no se trata a tu pareja.-intercedió Gwilym.

-Cállate.

-El señorito se levantó con el pie izquierdo hoy.-opinó Rami.

Tras esta frase, mi chico se levantó y se fue, sin decir ninguna palabra. Dudé si debía seguirle o no. Me iba a levantar cuando Lucy me obligó a sentarme de nuevo.

-Joe, va a volver, déjalo, necesitará un tiempo de soledad.

-¿Sabéis qué le puede estar pasando?

-Ni idea, Joe, nunca lo había visto así. Tendrá un mal día simplemente.

Lluvia sobre nuestro tejado. -HardzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora