Lluvia sobre nuestro tejado. -Hardzello

-EIGHTEEN-

-Sentaros.-dijo el rubio antes de comenzar su exposición.-Como ya os he dicho, este es Joseph. Y no es mi amigo... Es mi...Mi...Mi pareja.

-¿Ben?-expresó extrañado el padre.-Pero... ¿no ibas a traer a una chica?

-Yo nunca dije eso, yo dije que traería a mi pareja.

-No me esperaba este cambio, cariño. Cuando dijiste que traerías a Joe, creía que te referías a una tal Josephine. Esto es un poco confuso-confesó Adele.

-Yo...

-Si molesto puedo volver a casa, Ben. No quiero estropear el día.-interrumpí al rubio.

Benjamin miró a su madre y, más tarde, pasó su mirada a su padre, todo en silencio. Se giró hacia mí y justo cuando iba a pronunciar una frase, su padre habló.

-Quedaros. Eres mi hijo Ben, nada va a cambiar eso.

Mi chico, agradecido y feliz, se giró nuevamente para abrazar a su padre. Cuando se soltaron, pude apreciar sus ojos luchando por contener las lágrimas. Su madre lo abrazó después mientras su padre se acercaba a mí. "Bienvenido a la familia, Joseph" dijo.

***

[+18]

Subimos nuevamente a la habitación para deshacer nuestra maleta. Bueno, esa había sido la excusa que habíamos utilizado para escaparnos del salón y estar solos. Nos sentamos en la cama y, con la puerta cerrada, comenzamos la celebración de la aceptación de nuestra relación por los padres de él. Comenzamos con besos y caricias, no pretendíamos llegar a mucho más pero la pasión nos hizo continuar. Nos desnudamos lentamente y Ben me lanzó contra la cama, bruscamente y con cuidado a la vez. Se echó sobre mí, cubriendo con besos todo mi cuerpo. Llegó el momento de la penetración y, como la última vez, lo hizo de forma delicada. Sentía su aliento en mi cuello y cómo él intentaba reprimir sus gemidos. Queríamos ser discretos. Aumentó el ritmo haciendo que cada vez fuese más difícil guardar silencio. Antes de llegar al orgasmo, me pidió un cambio de posición que obviamente le concedí. Esto nos hizo aguantar más de lo normal. Al acabar, no pude evitar gritar su nombre y él comenzó a reír.

-Amo tu discreción.-dijo antes de besarme y apartarse de encima para vestirse.

-No voy a poder mirarlos a la cara ahora que me han escuchado gemir diciendo el nombre de su hijo.-expresé aún tumbado boca arriba en la cama.