11: Decisiones

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El vibrar en sus bolsillos lo hizo desconectarse del problema que tenía un abuelo con el cajero de la tienda, Noah frunció ligeramente el ceño y sacó el teléfono para contestar la llamada.

―¿Diga?

¡Noah Schnapp! ¡Dime que tu mensaje es una broma! ―Noah se exaltó ante aquel grito haciéndole darse cuenta que él tenía ahora su propio problema.

―¡Millie, hola! ¿Cómo estás hoy?

Ahórrate eso, quiero que me cuentes todo, habla.

―Ya, de acuerdo. Pues, técnicamente ocurrió lo que te dije en el mensaje. Finn se me declaró anoche, me dijo que le gusto y también dijo que me amaba, yo... bueno, también me declaré. ―murmuró, sintiendo sus mejillas arder un poco.

La fila finalmente comenzó a avanzar cuando el abuelo terminó victorioso de aquel problema. Noah desconocía cual era la razón de la discusión, así que no aplaudió como los demás en la fila.

¿Y cómo te sientes ahora?

―No lo sé, esto es mejor de lo que pensaba. Me siento tan feliz, siento que finalmente todos los problemas entre nosotros se terminaran. ―sonrió avanzando poco a poco.

Me alegra saber esto, Noah. ¿Piensas hacer lo que me dijiste?

―No lo sé, ¿tú crees que es buena idea?

Bueno, llevas mucho tiempo esperando este momento, ¿por qué seguir esperando? Creo que deberías dar ese paso, hablarlo con él esta noche y ver qué piensan y tomar un decisión juntos, ¿no crees?

―Pues sí, me parece lo más razonable.

Noah dejó su cesta con las compras en la mesa deslizadora y observó como el joven cajero comenzaba a sacar los artículos.

Sé tú mismo, Noah. Si quieres dar ese paso, entonces hazlo.

―Lo haré, Millie. Realmente gracias, luego te contaré como estuvieron las cosas.

Noah dejo que su mejor amiga se despidiera y luego colgó el teléfono, sonrió un poco al verlo y lo guardó. Luego prestó atención al chico y le canceló el monto alcanzado por los productos, le dejó una pequeña propina y tomó las bolsas saliendo del supermercado.

Había decidido ir a pie, después de todo él no tenía un auto; además, el supermercado no quedaba tan lejos, así que una buena caminata para relajarse le haría bien.

Desde que Finn lo había dejado a solas en el departamento, pensó en preparar una cena especial para ambos. Quizás una pasta con albóndigas en salsa, sabía que era la comida favorita de Finn, y podría hacerla en cuestiones de una hora o dos máximo, así que le pareció un buen plan. Quería aprovechar esa noche para hablar sobre lo acontecido en la madrugada. Estaba tan emocionado por saber que Finn al igual que él, también lo amaba. Eso era una muy buena noticia.

Quería dar un paso más y por ello había pensado en pedirle iniciar una relación. Por un momento pensó que era demasiado apresurado, por ello había consultado con Millie para saber su opinión al respecto. Saber que contaba con el apoyo de su mejor amiga lo alegró bastante, especialmente porque sabía que Finn no le caía bien a ninguno de sus amigos, luego hablaría con ellos y le diría todo lo que había acontecido.

Por ahora, solo se concentraría en hacer esa noche especial con Finn. Aunque, debía admitir, que después de lo acontecido esa madrugada, esperaba que Finn se mostrara igual de cariñoso o atrevido esa tarde después de dormir; aunque Noah no había dicho nada, lo había sentido extraño, inclusive le había tomado por sorpresa que no correspondiera a su beso, él había sentido que había besado a un robot, pues Finn ni siquiera había hecho algo, solo huir apenas tuvo oportunidad.

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