―¿A dónde iremos?
―Ya te lo dije, iremos a un club.
―¿Por qué a un club? Pensé que era una reunión con los chicos nada más. ―bufó.
Noah miró a su amigo, Jaeden lucia bastante concentrado en el camino y eso solo causaba que Noah se sintiera como niño pequeño al que obligan a ir a un lugar.
―Noah, ¿podrías dejar de ser tan amargado y disfrutar un poco de esta noche? Tenemos meses sin reunirnos todos, los chicos querían festejar y sabes que ellos son bastante fiesteros, ¿piensas que dejarían pasar esta oportunidad?
Él quiso llevarle la contraria a su amigo, pero sabía que tenía la razón. Sus amigos eran amantes de las fiestas y a pesar de que él también lo había sido en algún momento, prefería dejar esos recuerdos como una etapa del pasado.
―Bien, pero si me aburro, ¿me podrías llevar a casa? ―pidió. Se giró a verlo, un pequeño puchero estaba en sus labios. Supo que Jaeden lo miró por el rabillo del ojo porque sonrió y negó.
―De acuerdo, ahora cambia el ánimo, pareces un bebé.
―¡Yo pensaba justo lo mismo!
Ambos comenzaron a reír por ese comentario.
Noah suspiró y decidió concentrarse en el camino. No podía negar que estaba bastante emocionado por reunirse con sus amigos, aunque mantenían el contacto por mensajes y el grupo de WhatsApp que habían creado, nada se comparaba a reunirse y bromear como un año atrás cuando aún estaba en la facultad. Noah en ocasiones sentía esos días bastante lejanos, como si hubieran transcurridos unos cinco o diez años de ese momento, no podía mentirse a sí mismo, en ocasiones se encontraba pidiendo por volver a esos días en donde era más feliz. No tenía tantos problemas con Finn y seguían siendo mejores amigos.
Hizo una mueca.
Finn ni siquiera se había mostrado interesado el día de su cumpleaños. Había pasado todo el día esperando que lo felicitara, incluso había despertado más temprano de lo normal para poder coincidir con él antes de que se marchara al trabajo, pero nada, Finn apenas lo había saludado. Noah intentó no sentirse mal, se dijo que aún era muy temprano y que su mejor amigo seguía dormido para recordar que estaba de cumpleaños.
Ese día las horas transcurrieron más lentas que de costumbre, Noah no dejaba de ver el teléfono, cada quince o treinta minutos lo revisaba con la esperanza de que un mensaje de Finn estuviera ahí, esperando ser leído, pero no ocurría; solo tenía felicitaciones de sus amigos y familiares. Inclusive sus compañeros de trabajo y alumnos le habían hecho pequeños detalles por su día. Noah estaba feliz, bueno, al menos un setenta por cierto de él lo estaba, el restante, seguía esperando que Finn lo felicitara.
Cuando el día comenzó a correr más rápido y ya el reloj marcaba las doce de la noche del día siguiente, Noah comprendió que Finn realmente había olvidado su cumpleaños. Esa noche no durmió, se sentía bastante triste, su almohada fue la única testigo de su tristeza.
¿Acaso él había hecho algo malo?, se preguntaba. ¿Había dejado de ser un buen mejor amigo?, se decía.
Noah se culpaba de la situación.
Se decía que había cometido un error, solo que no sabía cuál era. A veces quería preguntarle a Finn, pero él lo ignoraba, así que sentía que era un tiempo perdido.
―¡Noah! ―el chico pestañeo y se giró. Jaeden estaba frente a él, su ceño fruncido lo hicieron darse cuenta de lo taciturno que estuvo. ―¿Estás bien? Me asustaste.
―Lo siento, solo pensaba.
―¿En Finn? ―él se sorprendió y bajó la mirada apenado.
Jaeden era su otro confidente.

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Él
FanfictionÉl. De entre todas las personas tenía que enamorarse él. Él representaba todo para Noah mientras que Noah... solo era su mejor amigo. ••• ►Fan fic: FOAH. ►Universo alternativo. ►Pareja homosexual. ►Si eres homofóbico, por favor ignora la historia; g...