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Capítulo | 14

No debería estar acá en el pasillo, debería estar allá en el salón de clases, aunque no quisiera. Walter y sus estúpidas normas. No le veo nada de malo en opinar sobre una tarea, ni siquiera opiné algo fuera de lugar. A estas alturas no se si las opiniones positivas las tomen de forma correcta, tal vez Walter me odia y ya.

—Ve a la oficina y lamentalo allá. —imitó su voz provocando un eco de poca intencidad, en medio del pasillo desértico.

Petición la cual obedecí, pero fue algo totalmente inútil por su parte. La directora no estaba.

Ni siquiera podia ir a detención, si no me entregaba aquel papel el cual denota que me han excluido de la clase, obviamente no podría ir y Walter está en contra de eso, ella prefiere más que visitemos a la directora. Solo algunas personas suertudas, en mi caso, tiene la oportunidad de no verla y si llega a suceder, son problemas.

Debo parecer un fantasma en este presiso momento. No dormí muy bien que digamos, Zoe ocupó gran parte de la cama dejándome arrinconada sin la accesibilidad de poder moverme. Tuvo pesadillas, otra vez y en esta ocasión sentí cuando el colchón se hundía a mi lado. Terminé por escuchar sus ronquidos en mi oreja y no era para nada afable.

Esta mañana, ni siquiera pasó por mi cabeza sacarle algún corrector a mi madre para cubrir ojeras.

Mi móvil suena en medio del silencio que había en el pasillo. Lo saque del bolsillo de mi sudadera con la finalidad de ponerlo en silencio, pero mi labor se ve impedida en el momento de leer aquél nombre de contacto.

Por un cortisimo plazo lo olvidé, sin embargo, ahora mismo lo tengo presente en mis divagues con mayor intensidad.

Sabe quién soy y lo peor esque estos últimos días me he sentido observada, con esa molesta sensación de que hay alguien ahí, que esta al tanto de mis movimientos sin que yo me de cuenta. Es una escuela con más de mil quinientos alumnos y solo uno más se da cuenta de mi existencia.

Esto se ha vuelto una molestia.

Una de las tantas cosas que me estuve cuestionando acerca el asunto fue:

¿Porque no me lo dijo desde un principio?

Lo sabía, sabía que se trataba de mi persona y aún así lo negó. Aún así intentó convencerme de que no me conocía, patraña que sí me creí.

También estuve especulando, que tal vez, si me lo hubiera dicho antes, lo hubiese bloqueado. Pero las cosas no salen como siempre lo espero.

A causa de ello, deje de responderle los mensajes posteriores a los de ese día en que confirme mi sospecha. No me hace falta seguir respondiendo.

¿Porque seguir?

¿Que estoy ganando con esto? Además de dudas y más dudas.

Tal vez me estoy convirtiendo en la burla de alguién más y no lo permitiré por ningún motivo.

Dispuesta a decirle, no no, a exigirle, que me dejara en paz, al abrir el chat, el último mensaje recibido hace unos segundos, capta mi atención de inmediato.

¿No crees que es un lindo día?

Decía seguido de una imagen.

Las gradas frente al campo de fútbol.

¿Estaba ahí? ¿Y si es más de sus pistas?

¿Enserio quería saber quien era?

Mis piernas en un acto que ni siquiera logre prever, se movían en la dirección de la imagen. Mi pulso estaba acelerado, estaba caminando a paso rápido.