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Capítulo | 17

«JungKook»

No sé cuanto tiempo habrá pasado. Siento que la cabeza me iba a explotar en cualquier momento. Contempló el techo de la habitación en la que me encontraba, ajena y tan familiar a la vez. No me había dado cuenta de la diferencia entre esta habitación y la mía. La mía; no se escuchaba absolutamente nada, en ella y como toda la casa en si, habitaba un silencio sosegado que me desesperaba en un principio pero que tiempo después me acostumbraria. En cambio en está habitación; el ruido estaba más presente que nunca y esa es la causa de mi despertar, antes de que lo hiciera mi propio despertador.

Mi tranquilidad se ve interrumpida cada vez que vengo aquí, tampoco me molestaba, adoraba estar con las personas que estaban allá afuera.

El techo estaba luminoso debido a las pegatinas que brillan en la oscuridad con forma de estrellas, que había puesto mi tía algunas vez, para que me sintiera más a gusto con el espacio que ella habia decidido con mucho gusto otorgarme.

Puedes venir las veces que quieras.

Fue suficiente para venir seguido y sentir a mis primos como si fueran mis hermanos o a mi misma tía como a mi propia madre.

—¡Yun! —gritan desde afuera, a pesar de que proviene desde la planta baja puedo oírla como si aquella persona estuviera a mi lado —¡Necesito refuerzos! ¡No te quedes viendo, sálvame!

Me levanto de la cama y a paso lento voy hacia el bullicio proviniendo de la sala de estar.

Bajo las escaleras encontrándome a los pies de esta, a Yun. Ella nota mi presencia y me sonríe dejándome ver que le faltaba un diente. Al verla recuerdo que su regalo de cumpleaños lo tengo en casa. Hoy se formará el caos por su cumpleaños número ocho, seguro y mi tía lo hará en grande, ocupará el patio trasero pondrá juegos inflables y la casa estará repleta de color rosa, eso seguro todos los años es igual, pero a Yun parece agradarle la idea.

Observo la escena que había frente a nosotros. Soobin estaba intentando quitarle a Youra un cepillo de dientes.

¿En serio?

—Youra no seas una bebé, ese es mío, el tuyo esta en el baño —Éste intentó lanzarse y no dudó en eso, termino en el suelo. Escuché como Yun se reía a un lado mío, su fina risa contagiosa se impregnan en mis oídos. También quiero soltar una carcajada, pero no quiero tener un ataque por parte de unos mellizos.

—No me digas bebé, bebé llorón —Youra se mofa de Soobin que aún estaba en el suelo.

—Eres una... —lo pillo al instante.

—Hola par de niños —ambos me miran extrañados. Soobin se levanta de inmediato.

Dado que a noche termine hasta muy tarde el proyecto que nos han otorgado a mi y a Loyd Hallen, ya que somos compañeros en clase de ciencias, no tuve de otra que pasar la noche en casa de mis primos, estaba más cerca que mi propia casa. Tengo las llaves, aunque pensé que no las tenia a la hora de haber entrado por la puerta trasera.

Estaba seguro que me preguntaría el que hago aquí.

—¿Que haces aqui? —lo sabía. Se cruza de brazos.