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Capítulo | 6

En mis diecisiete años de existencia jamás me ha gustado que me despierten temprano un sábado por la mañana. A veces me siento algo estúpida por despertarme temprano en uno de los días que quiero dormir hasta tarde, pero la vida me odia que me ha dado una hermana bastante boba que me ha despertado, pero no fue accidentalmente y ella misma ha confesado su delito.  Lo planeó todo. Quiere que la acompañé al centro comercial. Decea un nuevo vestido, no le encuentro sentido a su petición, tiene muchos y la mayoría estan en el armário.

Que estupidez.

—¿Y tus amigas no pueden a caso? — cuestiono cuando veo que se prueba el décimo vestido desde que llegamos. — ¿Porque tuve que venir yo? ¿no te basta que te acompañé a esa estúpida fiesta de cumpleaños?

— Kim, eres mi hermana mayor y por lo tanto debes acompañarme si mamá no puede — pongo los ojos en blanco — ¡Solo tengo doce años!— dice como si fuera lo más obvio —, mamá no quería que viniera sola y con mis amigas nos hemos puesto de acuerdo a que no debemos mostrar nuestros vestidos hasta la fiesta.— resoplo con fastidio.

—Como sea — murmuro mirando hacía otro lado. Zoe me recuerda mucho a mi. Yo me compraba cosas para verme bien delante de mi ex novio, me gustaba verme presentable. —, tal vez querrás impresionar a alguién — digo posando mis ojos en ella que sigue mirándose al espejo, me observa en el reflejó de este, pero no dice nada.

—¿Como me queda este? — sonrío al darme cuenta que quiere desviar el tema, desde que llegamos no me ha preguntado nada acerca lo que se ha probado.

—Es el mismo que te has puesto hace una hora atrás —ella hace una mueca —Pero te queda bien, supongo, no me gusta mucho el color rosa, pero te sienta bien— ella sonríe satisfecha — me lo llevaré, ¿puedes pagarlo tú? — asentí. Ella entra al probador y la sigo. Luego de unos segundos me pasa el vestido y voy a la caja a pagar.

—¿Necesitas un café? — pregunta cuando íbamos saliendo del local de vestidos. La miro extrañada.

—¿Tengo cara de que me gusté el café? —preguntó con una ceja enarcada.

—ups —se cubre la boca —lo olvidé, esque lo que si tienes es cara de culo.—suelta una carcajada.

—Se supone que dormiría hasta tarde Zoe —la miro mal —Con esto las semanas de hacer mis deberes han aumentando. Ahora son tres semanas.

—Pero...—iba a protestar pero no se lo permito.

—Aún no se me ocurre nada, pero si, aunmenta a una semana más.

—Que abusiva —farfulla, me pongo la mano en el pecho exageradamente como si sus palabras realmente me han ofendido, a ella parece molestarle pues me fulmina con la mirada.

—No me importa, eso te ganas por haberme despertado —digo como si fuera lo más natural y me encogí de hombros. —Ya me quiero ir.

Caminamos hacía la salida. Lo único que quería, era llegar al departamento y dormir. Pero mi hermana no ayudaba mucho, ella miraba cada tienda que captaba su interés y yo jalaba de su brazo hasta que me rendi, terminé por agarrarla de la mano como si de una niña pequeña se tratase. Al principio se nego y quiso safarse de mi agarré pero se rindió.

Recuerdo que mi madre siempre me decía que agarrará la mano de mi hermana cuando estuviésemos en lugares públicos para que no nos perdiéramos  — o para que Zoe no se perdiera, era muy inquieta — Claramente eso fué cuando eramos unas niñas, pero mi hermana en ese aspecto no ha cambiado mucho que digámos.

—Kim espera que quiero comprarme algo más —suelta de mi mano y resoplo totalmente irritada.

—¿Y ahora que? —digo al borde del estallo. Doy un suspiro de cansancio y la sigo cuando se apresura a caminar hacía una tienda.