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Su primer encuentro fue memorable.

Y no necesariamente porque hubiera sido bueno. Más bien le pareció algo triste. Y ahora, viéndolo desde otra perspectiva, sabía que verdaderamente lo fue para él.

Caminaba tranquilamente por las calles de una de las lunas de Ópalo. Como viajero del tiempo no podría precisar la fecha, lo único que le servía de referencia para medir el paso del tiempo era su propia edad. Probablemente 300 en ese entonces.

Trescientos años no eran nada. No para los de su especie. O eso creía porque nunca había conocido a alguien de su especie, solo podía confiar en lo que decían los libros puesto que su propio planeta había sido destruido. Aun con la edad preservaba la misma apariencia desde siempre, la forma de un niño humano de 16 años de edad; piel blanca cubierta de pecas, pelo rizado y verde con ojos del mismo color. Verde. Le gustaba el verde, sentía que lo representaba y que de alguna forma ese era su color.

-¡DEKU! -escuchó que llamaban a alguien, por un momento sintió que se referían a él, pero por supuesto no era así, no conocía a nadie que lo llamara de esa forma y menos aún en las lunas de Ópalo donde no era más que un forastero. Solo lo ignoró y siguió caminando.

-¡Hey Deku soy yo! Mírame -insistió nuevamente esa voz. Sintió que el desconocido lo tomaba de la mano y giró para encontrarse con un rostro totalmente nuevo. Tenía la apariencia de un humano de su misma edad (aunque dudaba que en realidad lo fuera), piel bronceada, cabello cenizo en punta y unos penetrantes ojos rojos. Solo le basto una mirada para quedar cautivado.

El desconocido lo rodeo en un abrazo que le detuvo el corazón. Pudo sentir en ese abrazo un amor y un cariño que nunca antes había experimentado.

-Te extrañe mucho, Deku -susurró en su oído provocandole un escalofrío. La forma en la que se expresó le dejó una cosa clara, este chico le quería mucho, o al menos a ese tal "Deku" porque estaba seguro de que lo estaba confundiendo con alguien más.

Sin embargo el abrazo se sentía tan cálido que de manera inconsciente le correspondió. Había recibido abrazos antes, algunos amigos que había hecho durante sus misiones, cortesías diplomáticas con líderes de pueblos, pero siempre se sintieron como una mera costumbre, solo un poco de contacto y ya. Este se sentía diferente, como si aquella persona añorara su contacto y a su vez quisiera protegerlo. No tiene recuerdos de sus padres, ni siquiera está seguro de si tiene una familia, pero creyó que si la tuviera seguramente sus abrazos se sentirían así.

Quería mantenerse en esa posición por siempre, sentirse querido por alguien, pero ese abrazo no estaba dirigido a él y no le pareció correcto aprovecharse de sus similitudes con esa tal Deku así que con toda su fuerza de voluntad rompió aquel abrazó y habló.

-Lo siento pero... -dudó un poco antes de decir sus siguientes palabras-. No te conozco.

En ese instante pudo ver como algo dentro de aquel chico se rompía en pedazos, vio claramente como sus ojos comenzaron a cristalizarse dando paso a gotas de agua salada. Contemplar a esa persona con aquella expresión le rompió el corazón, pero no podía hacer nada al respecto, era la verdad, se había equivocado de persona.

-No -susurró el extraño-. No puede ser, es demasiado pronto aún-. Le tomó por los hombros mirándolo a los ojos-. Izuku -dijo su nombre con una dulzura y un cariño que causó en él un gran sonrojo. «Izuku» pensó «Dijo mi nombre, entonces de verdad me conoce» entonces se sintió verdaderamente mal por no conocer a esa persona-. Soy yo. Katsuki, soy Katsuki. Tienes que recordarme.

Izuku negó lentamente con su cabeza, viendo como lágrimas rodeaban sus mejilla y caían de esos ojos rojo escarlata. Ver su mirada le hizo saber que, fuera quien fuera esa persona no quería verlo llorar. «Él me conoce» repitió en su mente, «Él me conoce y si yo no lo recuerdo es porque lo conocí en otro tiempo, en mi futuro». Las lágrimas del chico seguían cayendo, Izuku simplemente ya no lo soportaba.

-Izuku por favor, tienes que saber quien soy -repitió. Parecía que en cualquier momento caería de rodillas-. Es demasiado pronto... -volvió a comentar e Izuku seguía confundido. ¿Pronto para qué?

-No es que no te recuerde -trató de calmarlo-. Seguramente es porque aún no te conozco. No tienes preocuparte por eso, yo... ¡Es por que viajo en el tiempo! Aún no te conozco, pero seguramente volveremos a vernos-. No le decía a cualquiera que era un viajero en el tiempo, si bien no estaba obligado a mantenerlo en secreto prefería no comentarlo; sin embargo en esa ocasión quería encontrar la forma de consolarlo y si decirle que viajaba en el tiempo y que por esa razón no lo conocía era esa forma, entonces no tenía problemas con hacerlo.

Katsuki movió la cabeza negativamente. Trató de sonreír aun con las lágrimas surcando sus mejillas, aun con lo que acababa de decir se veía triste, como si creyera en sus palabras pero no completamente.

-Lo sé Deku. Volverás a verme algún día -lo envolvió en un abrazo nuevamente para luego soltarlo y darse la vuelta-. Por favor no me olvides.

Y así como llegó, se fue.

Y el pensamiento constante en la mente de Izuku se repitió una y otra vez después de eso.

«Hay en algún lugar de las lunas de Ópalo alguien llamado Katsuki»

«Hay en algún lugar de este universo alguien que quiere que lo recuerde»

✨★✨★✨★✨

Comenzamos con esto, aprovechando la cuarentena será un mini capítulo diario de aqui a que la historia termine, ya tengo absolutamente todo paneado así que veremos que tal resulta.

Espero que lo disfruten.

🌠Reb.

Líneas De TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora