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«Una casa»

No pudo evitar sorprenderse cuando Deku lo menciono.

«Una casa»

Era lo que Katsuki había dicho sobre tener una vida normal, porque tener una casa incluía todo lo relacionado a tener una linda vida de pareja. Una en donde despertaran juntos cada mañana, una en donde él cocinara mientras Deku le contaba alguna historia, una en donde podían tener un trabajo y una rutina. Sería una hermosa vida doméstica y por muy explosivo que Katsuki pareciera amaba la tranquilidad.

Entonces Deku expresó todos los motivos por los que quería tener una casa y Katsuki rió al ver que querían exactamente lo mismo.

Acepto. Acepto y lo mejor de ello fue la hermosa sonrisa y los ojos brillantes que lo deslumbraron justo después de decir que sí. Esa misma tarde decidieron comenzar a buscar su nuevo hogar.

—No sé cuánto tiempo tengamos libre, pero sin importar qué no podemos quedarnos por más de dos años, ¿entendido? —comentó mientras entraban a su primera opción mientras Izuku asintió ansioso—. Nuestra apariencia se mantendrá sin importar el paso del tiempo y eso levantará sospechas, entre menos vecinos tengamos mejor.

—Sí, Kacchan.

—Procura no hacer muchas amistades, entre más personas te vean más sospecharan.

—Sí, Kacchan.

—Y recuerda que cuando...

—Kacchan — interrumpió Deku deteniendo las instrucciones de Katsuki.

—¿Qué?

—Estoy tan feliz de hacer esto.

Katsuki sonrió por sus palabras, tomó la mano de Deku para cruzar la puerta de aquel departamento. Él estaba tan feliz como Deku.

Desde el primer instante supo que era una mala idea adoptar a ese pequeño cachorro. Lo sabía, Deku también lo sabía, fue él quien le contó la historia de cómo perdió a sus anteriores compañeros así que sabía lo que se avecinaba y aun así se arriesgó. Y Katsuki, al verla mirada de Izuku no fue capaz de negarle nada aún si con eso evitaba un dolor más fuerte.

Comenzó su vida hogareña, pasaban dos años en algún lugar antes de saltar a otro. A Deku le emocionaba cambiarse porque disfrutaba de ir en lugar en lugar buscando una nueva vivienda.

Una pareja de adolecentes buscando un departamento se trataba de algo sospechoso, tuvieron que enfrentarse a varias preguntas cada vez que cambiaron de residencia. Utilizaron papel Psíquico para simular sus documentos, actas o cualquier otro papel que requirieron, la mayoría de las personas dejaban de hacer preguntas al recibir cierta suma de dinero o prometer pagar el lugar por el doble del precio original.

Entonces todo fue perfecto, hicieron todo lo que pudieron por primera vez sin límites de tiempo. Todo aquello común en las parejas adolescentes, jóvenes, adultas y ancianas. Como si quisieran pasar por todas las etapas de la vida pero de una manera tan salteada que todas las etapas estaban en una sola.

Algunas noches salían a ver una película en el cine, en otras no se movían de la habitación en todo el día, de vez en cuando hacían una cena romántica, salían al parque a pasear con su cachorro, se subían a la Tardis para llegar a alguna playa o pasaban semanas haciendo expediciones y alpinismo. Algunas tardes no había nada que quisieran hacer más que sentarse en el sofá uno acurrucado en el otro escuchando la respiración acompasada y los latidos del corazón de su pareja.

Líneas De TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora